
En un año perfecto para redescubrir los valores que atesoran las bodegas centenarias y lo que representa su aportación al éxito de Rioja, Bodegas Martínez Lacuesta ha celebrado la onomástica de su fundación en Haro en 1895. Ha sido una celebración discreta y elegante, marca de la casa, en la que familia, raigambre, gratitud y espíritu innovador fueron algunos de los conceptos que destacaron en las intervenciones de autoridades y representantes de la bodega. La quinta generación de la familia Martínez Lacuesta, que se encuentra actualmente al frente del negocio, recibió el afecto de amigos y bodegueros de Haro como los López de Heredia, Díez del Corral o Muga, que también tienen a gala ser continuadores de los negocios familiares. No faltamos a la cita empresas colaboradoras como Ramondín y Santorromán, medios de comunicación locales y representantes de asociaciones e instituciones del sector.
Martínez Lacuesta, una de las bodegas clásicas por antonomasia de esta Denominación de Origen, ha celebrado su 130 aniversario bajo el signo de la renovación, una constante en el sector vitivinícola riojano que ha resultado clave para mantener su posición de liderazgo en España. El espíritu innovador que ha impulsado generación tras generación a sus responsables ha sido el verdadero secreto que ha permitido a empresas centenarias como ésta superar las incontables crisis que han jalonado su trayectoria centenaria. Ejemplo de bodega con apego a las tradiciones, Martínez Lacuesta ha ofrecido una vez más en esta celebración su faceta innovadora con unas nuevas instalaciones que inauguró en 2009, un profesional joven ajeno a la familia al frente de la dirección general -Javier Bañales-, el asesoramiento enológico de un veteranísimo y prestigioso enólogo como es José Hidalgo o la implementación del enoturismo y las prácticas sostenibles en todos los procesos productivos.
Gratitud a la familia Martínez Lacuesta por la gran aportación que representa para la Denominación de Origen el legado de las bodegas que, como ésta, impulsaron su creación hace 100 años para reafirmar y proteger la identidad y el prestigio que ellas mismas habían conseguido para los vinos de la región desde finales del Siglo XIX. Ese fue el mensaje clave de Ezquerro en el año del centenario de la creación de la DO, argumento al que se sumó el presidente de la Rioja Gonzalo Capellán, quien hizo gala de su condición de jarrero y amigo de la familia relatando las vivencias personales de sus correrías infantiles entre barricas. Ambos destacaron igualmente los valores del modelo de empresas familiares, arraigadas a la tierra y movidos generación tras generación por una vocación inquebrantable por la vitivinicultura, por la mejora continua de la calidad y por llevar el vino de Rioja a los cinco continentes.
Eloy Martínez, secretario en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Haro y natural de Santo Domingo de la Calzada, fundó en 1895 Bodegas Martínez Lacuesta junto con su hijo Félix, que fue una de las figuras más destacadas de su época (abogado y publicista, ejerció cargos públicos, como el de presidente de la Diputación Provincial). La bodega saltó pronto los límites comerciales de Haro y La Rioja, con la apertura de la sucursal en Madrid e inquietud comercial por abrir nuevos mercados en el extranjero.