Hitos y fiascos en la comercialización del vino de Rioja (III)
TEXTO: Javier Pascual / director de La Prensa del Rioja
Seguramente tiene razón quien me he hecho notar que he usado “algunas palabras severas” para describir el ‘trienio negro’ que Rioja ha vivido estos años pasados. Son muchas las circunstancias que han incidido en la comercialización de Rioja, desde “desastres naturales, pandemias, cambios en el contexto geopolítico y aranceles inesperados, a la demonización del producto, cargas fiscales añadidas e incluso guerras”, como bien nos recuerda un lector. En este escenario tan cambiante resulta más incontrolable la influencia de factores exógenos y ya no sirven los anteriores modelos de comportamiento del mercado para realizar análisis o previsiones. Por ello, seguramente hubiera sido más apropiado hablar en términos positivos de la ‘resiliencia’ mostrada por la DOCa Rioja, esa mágica palabra tan de moda con la pandemia.
Aunque deseábamos pasar capítulo y dedicar éste a un trienio de récord (2015-2017), con máximos históricos de ventas, cerraremos el periodo actual comentando algunas interesantes aportaciones que nos han llegado. En primer lugar, decir que estamos de acuerdo en que Rioja ha alcanzado un sobresaliente en resiliencia, algo que no resulta sorprendente cuando se conoce bien la trayectoria de esta Denominación de Origen y la idiosincrasia de sus gentes. De hecho, yo mismo escribí en esta revista que las ventas de vino de Rioja en 2020 habían sido mucho mejor de lo esperado gracias al prestigio de la marca y la resiliencia que demostró la Denominación en circunstancias tan aciagas. La exportación aumentó el 8% ese año y la caída del 18% en el mercado español fue la mitad de lo previsto tras el cierre de la hostelería.
En el anterior artículo señalábamos varios motivos para no echar las campanas al vuelo por el positivo balance del 2021. Uno, que el incremento de las ventas de Rioja hubiera sido inferior al aumento de ventas que habían tenido un par de regiones vinícolas españolas de referencia. Sin embargo, nos apunta un lector que estas comparaciones en términos porcentuales deberían ponerse en contexto con los datos de ventas en términos absolutos, puesto que existe una notable diferencia entre el volumen total de ventas de Rioja y el de esas Denominaciones. Es más objetivo plantearlo así para visualizar los incrementos en número de botellas vendidas, aunque no sea paliativo de una evidente pérdida de cuota de mercado, por pequeña que sea. También nos manifiestan algunas dudas respecto a los datos oficiales sobre el crecimiento del consumo de vino en España, sobre todo si se extrapolan al vino de calidad.
Por último, la cuestión de los precios de venta del Rioja, que ha sido siempre ‘caballo de batalla’ dentro y fuera de la Denominación. Se nos dice que la evolución de los precios medios de Rioja en los últimos veinte años -de 4,35 euros l en 2002 a 5,03 euros l en 2021- ha superado las previsiones del Plan Estratégico 2005-2020. Igualmente, que tampoco está de más contextualizar la posición de Rioja respecto a los competidores, recordando que el precio medio del vino exportado por esta Denominación supera actualmente en un 36% al precio medio del conjunto de los vinos españoles con DO. Y reconocer también que el precio medio de Rioja en los principales países a los que exporta supera en un 10% al precio medio del total de vino embotellado que importan dichos países. A sabiendas de que el tema precios es muy resbaladizo, dejamos constancia de estas observaciones sin olvidar que bastantes operadores del sector estiman todavía muy insuficiente el reposicionamiento de precios alcanzado y siguen considerando como objetivo estratégico número uno el incremento de valor.
Es muy de agradecer el ‘feed back’ recibido, que aporta la visión de profesionales del sector, como pedía en la primera entrega de esta serie de artículos, cuya única intención, insisto, es dar una visión bastante general de la evolución de Rioja, destacando hitos significativos en su contexto histórico, para que cada cual saque conclusiones tanto de los éxitos como de los fracasos. Ambos son siempre el resultado de una empresa colectiva y de ambos se aprende. Más incluso de los segundos, según algunos, para quienes es más difícil reponerse de un gran éxito. Y no han faltado voces que han advertido a Rioja del peligro de ‘morir de éxito’. Es indudable que, en la visión de conjunto, Rioja ofrece una trayectoria con muchas más luces que sombras, por lo que el análisis -nos asegura un lector- “no debe ser signo de complacencia, sino de una actitud estimulante”.
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