Blog El Descorche de La Prensa del Rioja
Texto: Javier Pascual , director de La Prensa del Rioja
La vid es una planta resistente y agradecida, curtida en inclemencias climatológicas y cultivadores de toda índole, profundamente enraizada y bien preparada para afrontar las adversidades. Algunas cepas, como la que ilustra la portada del nº 227 de La Prensa del Rioja, posiblemente centenaria, exhiben con orgullo un porte señorial que parece desafiar a las reconversiones al emparrado, a los arranques subvencionados, a las crisis económicas e incluso a la eutipiosis, el moderno cáncer del viñedo, y al propio envejecimiento natural. Madera de líder. Todo un símbolo. Ni esas heladas cíclicas, como la del 29 de abril de 2017 que cercenó sus retoños, le hacen mella. Pero no por esperadas han sido menos preocupantes para las gentes del vino las previsibles consecuencias de esa imprevisible helada. Una merma considerable en la producción de esa cosecha (68 millones de litros menos que en la cosecha 2016) generó un déficit de abastecimiento (34 m de l menos que el volumen total de ventas del año) que permitía prever una subida de precios de materia prima y una caída en las ventas. El reto era que el batacazo no fuera del calibre del ocurrido en los años 1999/2000, en que se acumuló una caída de ventas del 30%. El 7,35% finalmente perdido queda lejos de aquella debacle finisecular, pero eso no significa, como reconoce el presidente del Consejo Regulador, que no se haya generado tensión y que “la tendencia sea preocupante y nos haga replantear la estrategia en el mercado nacional”.
Disponer de una ‘despensa’ rebosante de existencias de vino del 2018, listo para conquistar de nuevo las estanterías perdidas en los supermercados de Alemania y Reino Unido, permite “afrontar con cierta calma un 2019 clave para consolidarse como región líder”, pedía Fernando Salamero confiando en la madurez del sector, para concluir asegurando que “la situación en Rioja es de equilibrio y contamos con ambición y con herramientas suficientes para poder afrontar el futuro con tranquilidad”. Se refería a las esperanzas puestas en el buen funcionamiento del recién creado ‘stock cualitativo’ (al que se han acogido 8 m de l de la cosecha 2018) y al tirón que puedan tener las nuevas indicaciones, como son los Viñedos Singulares (76 solicitudes de inscripción que suman 140 hectáreas) y los Espumosos de Calidad de Rioja, cuya elaboración han comenzado 16 bodegas.
Pero estas herramientas se han creado con el objetivo prioritario de reposicionar en imagen y precio al conjunto de la Denominación, es decir, de incrementar el valor, objetivo que se viene repitiendo como un ‘mantra’ durante los últimos años y que una parte del sector considera contradictorio con la presencia masiva en los segmentos de mercado más competitivos. ‘Dilema habemus’ de difícil solución sobre la estrategia a seguir, pues parece evidente que subir peldaños en valor conlleva sacrificar volumen. Desde luego aquella previsión del Plan Estratégico 2005-2020 de alcanzar los 300 m de l se ha alejado del horizonte, y no porque la revalorización haya alcanzado el nivel deseado (tampoco nadie olfateó entonces la crisis).
Nos recordaba don Camilo José Cela en aquellas memorables reuniones del jurado del Premio Prestigio Rioja en Zalacaín que el lema de su Fundación era ‘El que resiste, gana’, pues se consideraba todo un experto en el arte de la resistencia. Para tener madera de líderes hay que superar muchas pruebas de resistencia y la historia de Rioja ha estado siempre jalonada de ellas, ha sido más una carrera de obstáculos que un camino de vino y rosas, como bien nos ejemplifican esas cepas centenarias que sobreviven en nuestros campos.