Las compras online y las nuevas ocasiones de consumo de vino forman parte de la nueva realidad de los consumidores en Reino Unido, según Wine Intelligence
Según un informe de la consultora Wine Intelligence sobre el mercado de Reino Unido, el vino forma parte de la nueva normalidad de los británicos. Así, los 28 millones de consumidores de vino del Reino Unido durante estas semanas se han hecho a la idea de no ir a restaurantes, eventos y al aeropuerto, por lo que han apostado por compras online y por nuevas ocasiones de consumo de vino. “Los consumidores de vino del Reino Unido están bebiendo más vino en casa, con mayor frecuencia, que a principios de marzo, antes de que se impusieran restricciones de cierre en el Reino Unido. Quizás lo más notable es que el número total de ocasiones para beber vino ha aumentado en número a pesar de la falta de un entorno comercial”.
Para la elaboración del nuevo informe sobre el Impacto COVID-19 de Wine Intelligence, a fines de marzo y principios de abril se encuestó a una muestra representativa a nivel nacional de 1.000 consumidores de vino mensuales residentes en el Reino Unido para comprender cómo estaba cambiando su comportamiento de consumo de vino como resultado de las restricciones debido al coronavirus. “Los resultados sugieren que los consumidores de vino comprometidos se han vuelto más comprometidos. Han encontrado nuevas ocasiones para beber vino durante el encierro: a la hora del almuerzo, o ponerse al día con amigos en línea, o reemplazar el viaje al restaurante con una cena más indulgente”.
La venta de vino online ha sido el canal “el gran ganador del bloqueo, con los deseados consumidores de vino más jóvenes, ricos y urbanos que lideran el camino a los sitios web de supermercados y vinos directos al hogar y lo hacen con más frecuencia de lo que lo hacían”.
El estudio refleja que, al igual que en otros mercados, el creciente volumen de compra ha venido acompañado de un descenso en el gasto en el vino consumido al comprar vinos más baratos. Los consumidores británicos “gastaron relativamente menos de lo que normalmente hacen. En parte podría haber sido por la disminución de las visitas a tiendas especializadas en vinos y el aumento de las compras en supermercados y sitios web de supermercados”.
En cuanto al perfil de los consumidores, “probablemente no sea una coincidencia que aquellos consumidores que se han tomado vino con más frecuencia durante el encierro sean aquellos que antes eran los más habituales. Los bebedores de entre 25 y 54 años tenían más probabilidades de haber sumado ocasiones para beber vino”. Sin embargo, el consumo ha descendido entre los más jóvenes, entre18 y 24 años, que redujeron su frecuencia de consumo más que otros grupos de edad, quizás más afectados por la pérdida de oportunidades de socialización”.
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