Encuentro organizado en 2020 por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja en las lujosas galerías GUM, en plena Plaza Roja, con el objetivo de acercar los vinos de Rioja a los profesionales y líderes de opinión rusos y de reforzar su posición en el país soviético. Rioja mantiene su campaña de promoción activa en Rusia desde el año 2014. En 2021, encuentros entre profesionales y bodegueros en formato híbrido mantuvieron la promoción del Consejo en el país a pesar de la pandemia. Las ventas en Rusia durante 2021 crecieron más de un 15%.

El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

Que el mundo del vino, en un mercado internacional, se resiente también por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, no deja de ser una obviedad, cuando no un escarnio. Recurrimos al Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) que elevaba a 91,3 millones de euros el valor de las exportaciones que estaban en juego por la invasión, tras contemplar no sólo las ventas directas a esos países sino también las que llegaban de forma indirecta a otras naciones y por lo tanto, a otros mercados.

No obstante, son unos datos reactualizados pues en el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, la OEMV expuso un riesgo de 40,4 millones de euros correspondientes a las ventas directas de 42,4 millones de litros de vino y productos vitivinícolas españoles a los dos países en conflicto. Ahora ya se refieren a 98,2 millones de litros si se tienen en cuenta no solamente los vinos, sino también los mostos y vinagres que llegan a Rusia a través de Letonia y Lituania.

Además, han tenido en consideración que una parte importante del vino que venden a Rusia otros países productores como Italia, Francia y Alemania, está elaborado en cantidad muy significativa con vino importado desde España a granel, que pueden legalmente reexportarse como vino de la Unión Europea.

Si bien, estas cantidades suponen, respectivamente, el 2,78 % de las ventas de vinos y productos vitivinícolas del 2021 en valor (3.289,5 millones de euros) y el 3,18 % del volumen (3.090,5 millones de litros), no podemos negar que se han empezado a perder los 18,9 millones de euros que facturó España el año pasado al vender de forma directa a Rusia 14,2 millones de litros. Pero a estas cifras debemos sumar la «rexportación» de Letonia y Lituania a Rusia a partir de las exportaciones en volumen que España realiza a ambos países. El OEMV ha deducido que llegarían por esta vía a Rusia 20,9 millones de litros (91,2 % de los enviados a Letonia más 71,3 % de los dirigidos a Lituania), que en valor suponen 34,9 millones de euros. No obstante, el organismo contabiliza como posible perjuicio al sector vitivinícola español las ventas de otros productos como los vinos aromatizados, zumos de uva y vinagres, que suponen 14,5 millones de litros por valor de 5,3 millones de euros. E incluyen también el total de exportaciones españolas de vinos y productos vitivinícolas a Ucrania -país sobre el que el OEMV no ha reflejado un fenómeno de ‘rexportaciones’ de productos españoles a través de otras naciones- que fue en 2021 de 13,7 millones de litros, por valor de 16,2 millones de euros. Y a todo ello, contabilizan lo que podría afectar el conflicto por la vía de Bielorrusia, en función de posibles sanciones a ese país por implicación en la guerra, ya de ser así, el perjuicio para el conjunto de las exportaciones directas de vino y productos vitivinícolas a esta nación implicaría otros 10,2 millones de litros, por valor de 7,7 millones de euros.

Si bien el mercado ruso ha sido, históricamente, el mercado prioritario de nuestros vinos a granel, no debemos olvidar que en el año 2020, Rusia aprobó una ley para proteger y potenciar su viticultura, y redujo de forma casi total la importación de graneles. Esto favoreció, entre otras, a la Denominación de Origen Calificada Rioja, que además cerró su Memoria 2020, indicando que este mercado es el octavo de su comercialización exterior de vino, donde llegaron 3.476.683 litros a un precio medio de 3,18 euros, siendo el 3,35 % del total exportado por esta Denominación.

Acudiendo a los datos que nos aportan los dos primeros meses de este año el mercado ruso se había encaramado hasta el cuarto lugar de destino de las compras de vino de Rioja, pero desde el comienzo de la invasión -el 24 de febrero-, la caída era del 9 %, por lo que es de esperar que las ventas de marzo sufran poco menos que un descalabro.

Pero más allá de la visión macro, no olvidemos que para algunas bodegas sí es un mercado clave, y son estas las que sufren de forma más directa los avatares de la guerra y los cambios de rumbo de la proteccionista política importadora del gobierno ruso. De hecho, supimos desde el primer momento de la invasión de Ucrania que la bodega La Rioja Alta suspendía unilateralmente y de manera inmediata sus relaciones comerciales con Rusia, como consecuencia de la «injustificada y condenable invasión por parte del ejército ruso a Ucrania», según ha informado el grupo bodeguero en un comunicado. Y a ella se unieron otras.

Pero más allá de esta realidad está la demostración de que el mundo del vino necesita buscar nuevos mercados, especialmente aquellos donde la situación geopolítica sea estable y se pueda garantizar su sostenibilidad. No olvidemos que un mercado cuesta abrirlo mucho pero que se puede perder de un instante.

 

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