En esta edición que se celebra en Pekín destacan la afluencia de vinos chinos
y la presencia de vinos ecológicos que crecen un 60%
Este año se han inscrito más de nueve mil vinos en el Concours Mondial de Bruxelles (CMB), lo cual representa un aumento con respecto al año pasado que se explica por el aumento significativo de los participantes chinos. Por primera vez, un país asiático entra en el ranking de los cinco primeros países. China ocupa el quinto lugar en el número de inscripciones, precedida solamente por Francia, España, Italia y Portugal.
Después de un aumento del 112,5% en las inscripciones procedentes de China en 2017, el país asiático registra un nuevo incremento en 2018, esta vez del 90,2% en comparación con 2017. “Los consumidores chinos dan gran importancia a las medallas y las utilizan como referencia en sus decisiones de compra. Los minoristas buscan vinos premiados para satisfacer la demanda del mercado, mientras que los productores ven los premios como una oportunidad para penetrar nuevos mercados. Todo ello explica la fuerte participación china en la competición”, afirmó Thomas Costenoble, Director General del CMB. En China, la producción y el consumo de vino también experimentan un buen crecimiento.
Los vinos ecológicos también destacan en el concurso, con un aumento de casi el 60% con respecto al año pasado, lo que representa casi el 12% del número total de vinos en 2018, favoreciendo los productos ecológicos. Ante esta novedad, el CMB ha introducido una nueva categoría dedicada a los vinos ecológicos y biodinámicos, el “Trophée du vin bio”, otorgado por primera vez en 2017.
La mayoría de las muestras de vino orgánico vienen de Italia Francia, España y… ¡de China! En 2018, más de un tercio de los inscritos chinos son vinos orgánicos y/o biodinámicos. Baudouin Havaux, presidente del CMB, considera que esta tendencia responde a la percepción de los consumidores chinos del vino ecológico como garantía de calidad superior, lo que incita a los productores a producir vinos ecológicos.
Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), los tres principales países productores de vino europeos en 2017 fueron Italia, Francia y España. Esto se refleja en la lista de inscripciones del CMB, que clasifica a estos países entre los tres primeros participantes.Los dos nuevos países que inscriben por primera vez vinos en 2018 son Albania y Kazakstán (este último con 26 muestras). Para 2018, la participación de Moldavia, Rusia, Ucrania y Armenia es extremadamente alta, con registros de estos países más altos que nunca. Los vinos de Azerbaiyán también están creciendo. Las oportunidades en el mercado chino son un gran atractivo para estos países (por ejemplo, Rusia y Kazakstán tienen frontera común con China). La segunda razón del aumento de las inscripciones es un mayor reconocimiento internacional del Concurso Mundial de Bruselas.
48 países productores de vino participarán en el concurso este año. Los diez primeros por número de inscripciones son: Francia, España, Italia, Portugal, China, Chile, Suiza, Grecia, México y Sudáfrica. México entra en la lista de los diez primeros por primera vez en la historia de la CMB.
En 2018, más de 330 periodistas (entre os que una vez más se encuentra el director de La Prensa del Rioja, Javier Pascual), compradores, enólogos procedentes del mundo entero juzgarán los vinos participantes. La 25ª edición del concurso se celebrará del 10 al 13 de mayo de 2018 en Pekín, China. Es la primera vez que se celebra un concurso de cata de vinos de esta envergadura en Asia. En línea con los avances tecnológicos, el CMB está introduciendo un nuevo sistema digital de evaluación de las muestras. Este año, tabletas digitales substituyen las tradicionales fichas de cata. La evaluación resulta más segura, rápida y precisa. Este sistema se sometió a una prueba previa en el Concours Mondial du Sauvignon en marzo y recibió un gran número de comentarios positivos de los catadores.
Un año más, el CMB es el único certamen internacional dedicado al vino que se proyecta al extranjero. El concurso con sus 25 años de experiencia es el único que realiza pruebas de control de calidad de sus vinos premiados, una vez publicados los resultados.