Vino y ‘ecosostenibilidad’ en la IX Jornada DIAM
Producir con criterios de sostenibilidad se ha convertido en un requisito imprescindible para todos los sectores de la actividad económica, planteando retos que el sector vitivinícola está afrontando en los múltiples aspectos que abarca, desde la producción ecológica, al cambio climático, la huella de carbono o la huella del agua. El futuro del vino pasa por la ‘ecosostenibilidad’, como han puesto de manifiesto expertos de primer nivel en la Jornada DIAM 2018, donde han analizado las tendencias del mercado e inquietudes del sector respecto a este concepto, que se ha convertido en uno de los ejes estratégicos de actuación para entidades como la Federación Española del Vino. La elección de este tema de máxima actualidad ha vuelto a situar a la Jornada DIAM en la vanguardia del debate vitivinícola, en un encuentro de referencia para el sector.
En la Jornada DIAM 2018 se ha analizado la situación a la que se ve abocado el sector del vino como consecuencia de normativas que plantean cada vez mayores exigencias en materia de ‘producción saludable y sostenible’, es decir, respetuosa con el medio ambiente, y afectan a la generalidad de los productores y no solo a quienes opten por acogerse a la certificación de vinos ecológicos. La intervención de Esperanza de Marcos, del Ministerio de Agricultura, que participa en las negociaciones para la elaboración de la normativa europea, ha permitido a los asistentes a la Jornada conocer en primicia las novedades del nuevo reglamento que regulará a partir de 2021 la producción ecológica.
Como invitado especial, Josep María Albet, pionero en la viticultura ecológica en España y actual presidente de la D.O. Penedés, ha dado a conocer el reto que se plantea al pretender que en un futuro próximo todo el viñedo inscrito en la Denominación que preside sea ecológico, al tiempo que ha expuesto los trabajos que está desarrollando particularmente para conseguir vides más resistentes a las plagas y al cambio climático. Partiendo de que la diversidad genética es la base de la adaptación y evolución de las especies y de los cultivos y asegura su sostenibilidad, el director del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV), José Miguel Martínez Zapater, ha explicado los nuevos proyectos de investigación que se han puesto en marcha en el campo de la genética con el objetivo de seleccionar clones con capacidad de adaptación al cambio climático y que permitan una menor utilización de productos fitosanitarios e incluso la eliminación de algunos, como los derivados del cobre, cuya prohibición es previsible.
En la ponencia “La sostenibilidad como estrategia sectorial: visión nacional e internacional”, Trinidad Márquez, responsable Técnica y de Medio Ambiente de la Federación Española del Vino, ha puesto de manifiesto el creciente peso de este tema y detallado las acciones se están llevando a cabo en la actualidad para impulsar la sostenibilidad, así como las directivas adoptadas por la OIV. Como un ejemplo de referencia a nivel internacional para el sector vitivinícola, Josep Ribas, técnico de energías renovables de Familia Torres, ha aportado la experiencia de esta bodega pionera en afrontar el reto de la sostenibilidad y, en especial, su implicación en la lucha contra el cambio climático. Han hablado también sobre la gestión integrada y sostenible del viñedo expertos como Juan Bautista Chávarri, responsable de la Finca y Bodega Institucional del Gobierno de La Rioja, que se ha referido a la amplia experiencia adquirida con los proyectos europeos relacionados con la ‘ecosostenibilidad’ que vienen desarrollando desde hace años (Life-Sinergia, etc.), y Eugenio García del Moral, presidente de la Asociación Riojana para el Progreso de la Viticultura, para quien existe una creciente preocupación por la falta de una información precisa y fundamentada científicamente de las diferentes alternativas que tienen los viticultores para la protección sanitaria del viñedo.
La nueva situación hacia la que se orienta la producción vitivinícola exige un mejor conocimiento de un nicho de mercado cada vez más grande, que da respuesta a las inquietudes eco-sostenibles de un consumidor que busca productos más saludables y respetuosos con el medio ambiente, pero que valora también la calidad del producto y su imagen en el mercado. A todo ello ha dado respuesta Tomás Camarero, consultor especializado en sostenibilidad, para quien existe una gran oportunidad de crecimiento del mercado de vinos ecológicos. Unos vinos que define como “la expresión máxima de la personalidad propia y única del terroir”, y por los que consumidores de nuevo perfil están dispuestos a pagar más si se sabe comunicar su valor diferencial. “El auge de la revolución verde va a ser una realidad a pesar de las resistencias”, ha asegurado en base a los datos sobre la evolución que está teniendo la venta en grandes superficies de los productos bio.
El punto de vista de las bodegas, para las que la demanda de los vinos ecológicos solo representaba hasta ahora un reducido nicho de mercado por el que no habían manifestado interés, ha quedado expuesto por los respectivos directores de Marketing de dos grupos bodegueros de muy diferente perfil, muy representativos de Rioja, como son Bodegas Faustino, representada por Gerardo Alonso, y La Rioja Alta, representada por Eladio Aráiz. Ambas bodegas han sido noticia recientemente por el lanzamiento de un vino ecológico en el primer caso y por la puesta en cultivo ecológico del viñedo de su propiedad en el segundo. Coincidiendo en la oportunidad de negocio que representa este mercado, han puesto de manifiesto la necesidad de identificar adecuadamente el producto ecológico, trabajar la confianza del consumidor, dominar el sabor, e incluso defender el paisaje que forma parte del escenario del producto ecológico.
DIAM, el guardián de los aromas
DIAM es uno de los líderes mundiales en la oferta de tapones de corcho. La actividad de taponado cuenta con varios emplazamientos industriales, repartidos entre España (San Vicente de Alcántara) y Francia (Céret). Con casi mil ochocientos millones de unidades vendidas en todo el mundo, el tapón DIAM es hoy día reconocido por su seguridad organoléptica, su homogeneidad y sus distintas permeabilidades adaptadas a la evolución de cada vino. Gracias al proceso de limpieza del corcho Diamant®, es un tapón neutro que conserva perfectamente la frescura, el aroma y la personalidad del vino durante toda su vida en botella. Las cualidades mecánicas excepcionales del tapón DIAM permiten, además, obtener el perfecto equilibrio entre la necesaria estanqueidad de la botella y la necesidad razonada de respiración del vino.