Promoción internacional
Cata virtual de 'Rioja' con un grupo de periodistas alemanes.

El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

Esta semana le hemos pedido al buscador que nos destaque esas ideas imaginativas que durante el confinamiento ha tenido que desarrollar el mundo del vino pero que están llamadas a quedarse o han tenido su mejor resultado.

Leo en ‘infobae.com’ que en tiempos de pandemia, las degustaciones y maridajes virtuales han supuesto propuestas innovadores y no les falta razón cuando en el desarrollo de esta noticia nos indican que “pero quizás lo más importante no sean las acciones creadas ad hoc para salir del paso, sino aquellas actividades que han llegado para quedarse, es decir que pueden seguir desarrollándose una vez que todo vuelva a la normalidad.

La gran ventaja del vino es que es una industria nacional, con gran presencia en todos los mercados, ya que es un producto que se puede conseguir en muchos comercios de cercanía. Y si bien no está catalogado como de primera necesidad, durante la pandemia muchos se han dado cuenta de que el vino es un producto noble, con propuestas al alcance de todos, y que puede colaborar mucho para hacer de una comida cotidiana un momento especial.

Hoy, más que nunca, se hace imperioso encontrar nuevas formas para pasarlo mejor en casa. Y el vino, además de ser natural, forma parte de la cultura popular -no por casualidad es la bebida nacional- y se disfruta con las comidas, es decir que no se trata de una situación forzada, inventada o desconocida. Esta es básicamente la razón por la cual las ventas de vino se mantienen en niveles aceptables por más de que los restaurantes, uno de los principales canales de venta, estén cerrados. Además, han surgido nuevos puntos de venta para facilitar la compra. Y mientras las vinotecas luchan por mantenerse activas, fomentando las ventas a los vecinos con propuestas atractivas vía WhatsApp con entregas a domicilio, las bodegas salieron con todo a vender en el canal online”.

Buen ejemplo es el dado por el chef riojano Francis Paniego que durante el confinamiento fue subiendo a las redes diferentes recetas que ahora ha convertido en libro. Así nos lo indica Daniel Ortiz en ‘nuevecuatrouno.com’: “Los tres meses en que nos tocó permanecer encerrados en casa para no contagiarnos por coronavirus los recordaremos a través de los símbolos del confinamiento. Los aplausos a los sanitarios a las ocho de la tarde, el ‘Resistiré’ atronando hasta el empacho… y las recetas de Francis Paniego.

El chef más laureado de la cocina riojana se destapó como ‘influencer’ cuando decidió transmitir en directo por las redes sociales las clases en las que iniciados y noveles eran capaces de elaborar sus platos (incluso sus inigualables croquetas). Sus ya sabidas dotes culinarias, conjugadas con una capacidad comunicativa que ya quisieran muchas, convirtieron su ‘programa de cocina’ en una de las citas más esperadas durante el encierro epidemiológico.

«Podíamos habernos puesto a elaborar una cocina más sofisticada, pero me apetecía aprovechar el confinamiento para intentar ver cómo podíamos mejorar la cocina tradicional riojana», explica el chef, que ahora ha lanzado al mercado un cuadernillo surgido de aquellas tardes divertidas y didácticas a partes iguales.

“Es un cuaderno de recetas que surgió a raíz de la idea de un buen amigo, Álvaro González, que me llamó por teléfono y me dijo que los directos que hacía por Instagram eran la leche, que tenía que hacer un libro”, confiesa, para explicar el origen de ‘Hecho en casa’, editado por Montagud Editores.

“De ahí surgió un cuaderno muy humilde en su edición pero que tiene de particular que te hace regresar a aquella situación tan especial que vivimos durante el confinamiento”, explica Paniego. Así, a través de sus 96 páginas, los lectores encuentran las recetas que divulgó el cocinero riojano durante el confinamiento, aunque él asegura que “es un libro hecho por todos”. Porque en el cuadernillo “aparece la foto del plato principal hecho por nosotros y al lado tres o cuatro fotografías de la gente que seguía las recetas por Instagram”.

Y un ejemplo más nos lo ofrece ‘sobrelias.com’ con el atractivo título de “5 cosas que debería de haber aprendido el sector del vino en España del confinamiento y que son las siguientes:

La premeurización, ‘el lujo se mantiene’ en el consumo de vino: menos en España, en prácticamente todos los grandes países consumidores de vino, durante el confinamiento, la venta de vinos de cierto nivel de precio (o cierta calidad si lo queremos comparar) se ha mantenido o incluso aumentado. (…) Qué se puede aprender de esto: no solo los vinos caros se toman en restaurantes, vinotecas o bares, sino que también se compran para tomarlos en casa. Las bodegas debían de darse cuenta que mejor vender menos y de mejor calidad, incrementando el precio, porque, en situaciones como esta, los pequeños lujos y alegrías de la vida, se valoran (no los vinos de 1€).

Los millennials han estado muy activos en el consumo de vino. Llevábamos años intentando inculcar a los millennials como que son los que tenían que tirar del mercado del vino y no sabíamos cómo. Pues este confinamiento nos ha dado una gran pista: las redes sociales e Internet. Catas online realizadas por bodegas, vinotecas…, reuniones en aplicaciones como Zoom de catas virtuales entre amigos… ¿Quién las han realizado? Pues claramente la población millennial (…).

La venta online ha venido para quedarse en el consumo de vino. Aunque muchos lo han visto como un canal para minimizar las ventas por los canales tradicionales, el hecho es que las ventas online de vino funcionan. la comodidad de que el cliente reciba el vino en su casa, sin desplazamientos, hace incluso que esté dispuesto a pagar más por una botella de vino que antes de la pandemia.(…).

El miedo a la pandemia ha creado nuevos consumidores. Y es que mucha gente ha cogido realmente miedo a las aglomeraciones y, aunque se ha levantado el confinamiento, nunca volverá a sus antiguos hábitos de consumo de vino. Hay realmente miedo a entrar en un bar por parte de la población a tomarse una copa de vino. Lo primero es la salud. Pues este porcentaje de bebedores de vino debe ser atendido por las bodegas. Hay que buscar la mejor forma de que esos consumidores puedan atender sus necesidades.

Hay que ser conscientes de que habrá menos dinero para consumir en vino. Los estragos en el mercado laboral derivados del confinamiento sin duda harán que la gente tenga menos dinero para gastar en vino, pero sobre todo, para ir a establecimientos de hostelería o restaurantes donde consumían vino a un determinado precio (con el beneficio del establecimiento hostelero). Ahora, los clientes pueden disfrutar de ese vino en su casa por menos dinero que antes (…).

En fin ideas de futuro que ya son parte del presente mientras disfrutamos de un vino de calidad.

 

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