El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido
Rioja, además de ser la Denominación de Origen Calificada más antigua de España, datada desde 1925, fue la primera en recibir la certificación de Calificada en 1991. Queramos o no aceptarlo, es la mejor posicionada como Denominación de Origen en el mundo, ofreciendo al consumidor del vino -siempre moderado- las mayores garantías que se pueden ofrecer respecto a la calidad y autenticidad de sus vinos, basado en una exigente normativa junto al autocontrol que desarrolla su Consejo Regulador.
Todo ello unido a su carácter pionero, su apuesta por la innovación y la sostenibilidad, han sido determinantes para alcanzar la posición de liderazgo que los vinos de Rioja ocupan en el mercado, tanto a nivel nacional como internacional. De esta forma, Rioja representa casi el 40 % del valor de los vinos con Denominación de Origen en España y está presente en 129 países.
Datos que son muy conocidos por el consumidor de vino, pero que conviene, de vez en cuando, recordar para que sepamos la importancia de esta Denominación de Origen Calificada que cuenta con 66.000 hectáreas, repartidas en tres zonas con características vitivinícolas diferentes -Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Oriental-, abarcando 144 municipios por los que se extiende la Denominación, con 600 bodegas y, en cifras, 14.000 viticultores que desean seguir viviendo del campo y de la viña, dando cada día más importancia a todo lo que se va desarrollando en ella, atendiendo de manera especial a las viñas más antiguas pero poniendo el punto, cada día, en la más exigente elaboración. De esta forma, Rioja encierra en su mundo del vino, muy diferentes tipos de vino, por lo que siempre puedes pedir ‘otro Rioja’
Pero junto a todo esto, no debemos ocultar que Rioja, como otras Denominaciones de Origen -que ayer brindaron en un mismo acto celebrado en diferentes zonas de la España, por el vino con DO- que desde la pandemia el consumo del vino ha ido a la baja; que a pesar de haber atajado la COVID-19 con las vacunas, pero con todas las precauciones pertinentes, no se atisba una recuperación inmediata; que las ventas en navidades no han sido excepcionales; a lo que debemos unir las solicitudes de ayudas a los gobiernos regionales y nacional por la caída de las ventas y la acumulación de vinos en las bodegas que no tienen salida; soluciones que se esperan de las autoridades políticas, que no siempre son aceptadas, a pesar de estar viviendo un total mercadeo cara a unas próximas elecciones; incluso no haber dados excesivos pasos en la defensa del paisaje del Rioja, a pesar de que la asociación, conformada por muy diferentes actores pero unidos por de interés de esta defensa, siguen haciendo alegaciones pero me indican que con un resultado “totalmente infructuoso”. De esta forma, me indican que “todo lo que te puedo decir del Gobierno de la Rioja es que están aprobando todo pues dicen ajustarse a la legalidad…”. Lo mismo habría que recordar alguna frase que se dice “en tiempo electoral” recordando en concreto que si bien “hay cosas que pueden ser legales, no son decentes”. Llegando a la conclusión de que no hay leyes que protejan los Paisajes y suelos como ocurre en otros países, también muy relacionadas con el mundo del vino.
Y estos son, desgraciadamente, los vaivenes que ahora mismo sufre el mundo del vino, aunque me he quedado sin citar otros de relativa importancia. Por todo ello, concluyo, que en dos semanas podemos mantener, o cambiar, los gobiernos municipales y regionales, siempre votando con la mayor libertad posible pero atendiendo a lo que pueden dar o quitar al mundo del campo, a la elaboración en bodega o a la comercialización, en un marco en el que la agricultura está especialmente sufriendo, incluso por el cambio climático al que casi nadie, desde hace años -salvo honrosas excepciones-, le han hecho caso adelantándose con medidas pertinentes, como sí han realizado diferentes y destacadas bodegas.