En Pleno del Consejo Regulador ha decidido en su última reunión aconsejar a todos los inscritos que las nuevas plantaciones de variedades blancas se realicen apostando por la innovación, tal como se pretendió con la incorporación en 2007 de nuevas variedades al Reglamento de Rioja y con la solicitud en 2009 de ampliar la superficie de viñedo para dichas variedades. Eran medidas que el sector vitivinícola riojano consideraba y sigue considerando imprescindibles para poder aprovechar la oportunidad que ofrece el crecimiento actual del mercado de los vinos blancos.
El acuerdo, adoptado por amplia mayoría, insiste en recomendar “el respeto de la finalidad del acuerdo adoptado con fecha 6 de febrero de 2009 en materia de variedades blancas, cuyo objetivo era desarrollar una superficie entre 2.000 y 2.500 hectáreas con las nuevas variedades blancas autorizadas (tempranillo blanco, maturana blanca, turruntés, sauvignon blanc, chardonnay y verdejo), además de la malvasía y la garnacha blanca, en la seguridad de que representarán la clave para el éxito futuro de los vinos blancos de Rioja, dadas las preferencias del mercado”.
Así se había puesto de manifiesto en su día en las directrices del Plan Estratégico de Rioja 2005-2020, que planteó la necesidad de “dotar de una mayor competitividad a los vinos blancos de Rioja, adaptando sus características a las tendencias actuales del consumo”, mediante la diversificación y mejora de su oferta. Sin embargo, el impulso a esa nueva política de vinos blancos en la D.O. Calificada Rioja no se ha desarrollado con la necesaria agilidad, como ha puesto en evidencia el estudio de mercado elaborado por Nielsen para el ejercicio 2012. Dicho estudio verifica el comportamiento positivo que han mantenido las ventas de vinos blancos de calidad en los últimos años, vinos que en la actualidad suponen el 24,2% del consumo, habiendo crecido un 9,6% en comparación con el año anterior. Rioja solamente tiene el 7,2% de participación en el mercado español de vinos blancos con Denominación de Origen, mientras que en vinos tintos tiene el 48,5%.