El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido
Tal y como estamos, rodeados por el coronavirus y a la espera de los primeros vinos de la vendimia de 2020 que en cuestión de días irán apareciendo en el mercado, hemos vuelto a preguntarle a nuestro buscador sobre los daños que el confinamiento o más bien los reiterados confinamientos que estamos teniendo por, estamos seguros, comportamientos individuales que son de todo, menos solidarios, y estas han sido sus respuestas.
La primera la encontramos en ‘elespañol.com’ donde nos anuncian que “Así será el mundo del vino cuando acabe la pandemia” donde nos indican que “Analizamos las 7 claves que marcarán la reinvención del sector del vino en España tras la crisis del coronavirus, de la mano de sus protagonistas”, que son las siguientes:
“1. Transformación digital obligatoria
“La elaboración de vino es un arte en sí mismo para el que se requiere ser creativo”, comenta Miguel Ángel Gayubo, presidente de la Ruta del Vino Ribera del Duero. “La pandemia está demostrando que nuestro sector es resiliente y sabe adaptarse a los tiempos difíciles que nos toca vivir. Muchas bodegas han reforzado su canal de venta online, otras que carecían de él se han animado creando esta vía de comercialización. Hemos podido asistir a catas virtuales de todos los rincones del mundo, lo que hace apenas un año podría resultar impensable. Y todo ello sin perder el factor humano, que en el mundo del vino es muy importante, intentando acercarnos a los consumidores desde el cariño que profesamos por nuestra forma de vida”.
La reinvención es necesaria y es una realidad en el sector desde que comenzó el confinamiento el pasado 15 de marzo. Mientras la hostelería cerraba o trabaja solamente en parte y las ventas caían vertiginosamente, las apuestas recayeron entonces en aquellos puntos de venta que sí funcionaban: las tiendas de alimentación (supermercados e hipermercados) y la venta online. Un cambio que ha seguido vigente durante el desconfinamiento (…).
2. Más vino en casa pero más barato
Si algo está claro es que el mundo digital es y va a ser uno de los principales canales que busque el consumidor de vino después de la pandemia, por lo que bodegas, distribuidores y tiendas están apostando por el desarrollo de la actividad en sus redes sociales y páginas web, potenciando acuerdos con tiendas online.
Los momentos y lugares de consumo están cambiando, y esto también influye en el precio de los vinos buscados por el consumidor. Que uno de los principales canales sea el de alimentación es un condicionante de este factor, pero también que los vinos se disfruten en casa, con los convivientes o seres queridos y amigos más cercanos. “Esa ‘recompensa’ o momento de ocio que suponía salir a comer o cenar a un restaurante, ahora se realiza en casa”, apunta Eduardo Sáinz. (…)
Por otro lado, el hecho de que la mayor parte de las ventas se realicen ahora en el canal alimentación o en las compras en la red, hace que las marcas más fuertes se vean beneficiadas por tener una mejor distribución en todo el territorio y un conocimiento e imagen de marca ya arraigados. No obstante, observa Sáinz, “creemos cuando termine la pandemia habrá muchas más bodegas que ofrecerán portales de venta de vino para un consumidor ya confiado en la seriedad de estas tiendas online”.
3. Apoyo a la hostelería
Con el objetivo de no perder la cercanía con el consumidor y seguir promoviendo el consumo, la mayoría de las bodegas organizan y agendan catas virtuales con sus clientes para presentarles nuevas añadas y nuevos vinos, pero, ¿qué pasa con la hostelería mientras tanto? Para echarle una mano también surgen nuevas iniciativas.
“Con el fin de apoyar a la hostelería, hemos desarrollado una nueva estrategia de ‘vino a domicilio’ para que los restauradores puedan ofrecer nuestros vinos en su menú de delivery a un precio asequible, tanto para restaurador como consumidor, y seguir potenciando el consumo de vino en esta hostelería reinventada», responde Antonio Barrios, director comercial de Familia Fernández Rivera. Y este es sólo un ejemplo.
En España, el 70% del consumo de vino se produce en bares y restaurantes. “Este 70-30 solo existe en nuestro país, en el resto de Europa cerca del 80% de las ventas de vino se las lleva el consumo en casa y las tiendas de alimentación. Salir a comer o a cenar, o simplemente a tomar vinos, es muy español, y en cuanto podamos hacerlo regresaremos”, destaca con optimismo Santiago Mora, director general de la D.O. Rueda. “Nos gusta vivir en las calles y estar en los bares, es algo cultural, un concepto muy asociado a nuestra forma de vida”.
4. El valor de las D.O.
“Desde las denominaciones de origen se está trabajando con prudencia e intentando maximizar todas las comunicaciones tanto con los viticultores y bodegueros como con los propios consumidores. El momento más delicado ha sido el de las vendimias, pero podemos decir que se han superado de forma tranquila y sin brotes que lamentar”, expone Gayubo desde la Ribera del Duero.
Para Mora, de la D.O. Rueda, no todo es negativo: “El consumo de vino en nuestro país podría crecer y reafirmarse; otro movimiento que se está produciendo es la importancia del canal donde se venden los vinos. Las marcas, que en época de crisis se convierten en valor refugio. Y por supuesto las denominaciones de origen, que ahora más que nunca cumplen su función de garantía de calidad”.
5. Enoturismo seguro
(…) Sáinz Marotías, de Bodegas Riojanas, asegura que están trabajando de forma activa desde el desconfinamiento en materia de enoturismo. “El número de visitas creció de forma significativa en los meses de verano. Para ello, adaptamos todo nuestro protocolo interno e implantamos las medidas necesarias para garantizar la seguridad de nuestros visitantes. Y seguiremos funcionando en esa línea”.
6. La copa siempre medio llena
Las ventas de vino en España han sufrido un descenso que no se ha compensado del todo por la exportación. El mercado mundial vive un año lleno de incertidumbre ante las diversas amenazas que afectan al sector, como son la pandemia de coronavirus, el BREXIT, los ‘Aranceles Trump’ o la crisis de las importaciones chinas, según destaca Rafael del Rey, director general del OeMv.
Tiempos oscuros para un sector que bodegas, denominaciones y canales de venta se esfuerzan por mantener lejos de la catástrofe. Y es que para todo hay una lectura negativa y otra positiva. Lo explica el director general de la D.O. Rueda: “La negativa tiene que ver con la crisis económica que va a quedar después de la pandemia, pues al final el vino no es producto de primera necesidad. Y la positiva se refiere a esos hábitos diferentes de consumo en casa, esos nuevos momentos para beber vino como disfrute y relajación que antes no existían con tanta incidencia en España».
7. 2020: una cosecha excelente
La Compañía de Vinos Vintae ha acabado la vendimia en las 14 zonas donde elabora y augura una añada de gran calidad en todas ellas. “Para los blancos va a ser excelente», afirma su director técnico y enólogo, Raúl Acha. “Y en tintos esperamos vinos con fruta, potencia y buena acidez. Va a ser un año de vinos muy equilibrados”.
Estos buenos resultados no eran predecibles dadas las dificultades que ha habido en el campo por la amenaza de las enfermedades fúngicas en casi todas las zonas de elaboración del territorio nacional. “El reto ha sido conseguir un buen equilibrio de producción en el campo”, explica Richi Arambarri, CEO de Vintae (…)”.
Y tras este análisis que nos parece muy acertado sobre la realidad que está viviendo el mundo del vino, añadimos la información de ‘agrodiario.com’ que nos indica: “La pandemia ha tenido un impacto «devastador» en el mercado mundial del vino y su consumo no volverá a los niveles previos a la COVID-19 hasta que pasen por lo menos cinco años, aunque al mismo tiempo ya se detectan oportunidades gracias al auge de nuevos formatos y la venta «online».
Así se desprende de un informe elaborado por la consultora IWSR y presentado este martes durante la asamblea general celebrada por la Federación Española del Vino (FEV), que apunta a que contra todo pronóstico en algunos países el consumo incluso ha subido en el marco de esta crisis.
Es el caso de mercados como el de Canadá, Alemania o incluso Reino Unido, un fenómeno que los expertos vinculan al alto porcentaje de consumo de vino dentro del hogar que ya había en estos países y que se reforzó como consecuencia del confinamiento y las restricciones en hostelería.
Así lo ha explicado Daniel Mettyear, director de investigación de mercados en IWSR, quien ha situado en el otro lado de la balanza a Sudáfrica, Italia, México, España o Francia, entre otros.
«La crisis ha tenido un impacto devastador en el conjunto del mercado, aunque hay países que están aguantando bien e incluso tienen previsiones de crecimiento. De hecho, el vino ha salido favorecido respecto a otras bebidas durante la pandemia», ha detallado Mettyear.
En su opinión, ha existido un «acercamiento» al vino debido a diversos factores: el hábito de cocinar en casa y probar platos más elaborados, la aparición de nuevos formatos (como la lata en algunas partes del mundo, consumida en parques y jardines) y el desarrollo del comercio electrónico, que incluye también una mayor interacción con los clientes de forma virtual (con catas «online, por ejemplo).
El nuevo presidente de la FEV, Emilio Restoy -que ha sucedido oficialmente a Miguel Agustín Torres tras resultar elegido en la asamblea-, ha destacado la difícil situación que afronta el sector en España debido sobre todo a la caída del negocio en la hostelería, ya que en torno a un 60 % de las ventas en volumen se concentran en ese canal.
«Pedimos al Ministerio de Agricultura que transmita al Gobierno en su conjunto la importancia que tiene la hostelería para el mundo del vino. Estamos unidos indisolublemente», ha defendido Restoy, CEO de Bodegas Ramón Bilbao y del grupo Zamora Company, con sede en Cartagena (Murcia)”.
Consumo pues moderado en los hogares y poder seguir disfrutando del vino de calidad incluso en los confinamientos o cierres perimetrales. Pero sigamos apoyando al mundo del vino.
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