Hemos plastificado nuestra vida. Estamos acostumbrados a usar y tirar. Y las consecuencias son demoledoras: cada año 8 millones de toneladas de plástico acaban en el mar. Botellas, bolsas, envoltorios, platos… incluso componentes de algunos tipos de cápsulas.
Con estos datos, no nos sorprenden las medidas legales que paulatinamente van limitando y penalizando el uso de materiales plásticos. Esta prohibición, “formal o legal”, tendrá un recorrido que probablemente será reactivo respecto a la dinámicas sociales de protección del planeta.
En el mundo del vino, licor y espumosos, en 1992, las cápsulas y los coiffes presenciaron la prohibición del plomo y el consecuente advenimiento del estaño como alternativa. Años atrás ya se hablaba sobre esta medida restrictiva pero siempre se consideraba muy difícil su materialización. Pues bien, en menos de un año en USA, y en dos en Europa, el plomo fue completamente prohibido.
Pero además, hay otro factor diferencial entre 1992 y 2019: internet y las redes sociales. Estas han traído muchos cambios en nuestra forma de recibir información y de comunicarnos con nuestro entorno, tanto en velocidad como en intensidad. Por ello, el movimiento anti-plástico se puede extender entre los consumidores libre de cortapisas y hacer avanzar decisiones de las empresas basadas no tanto en el marco legal como en las expectativas de esos consumidores, que tienen voz y voto directo.
Los clientes trasladaron a Ramondin esa necesidad de presentar sus vinos y licores de la forma más sostenible posible. En las gamas altas de vinos el problema está resuelto con la cápsula de estaño, que es 100% reciclable y además está decorada con tintas al agua. Sin embargo, en los vinos más competitivos hacía falta una respuesta clara a esa necesidad de sostenibilidad.
Ante esta situación, Ramondin desarrolló una nueva cápsula: E-Cap, que se define de forma muy sencilla, única cápsula de complejo sin plástico. Es una cápsula compuesta de 3 capas de aluminio que ha eliminado totalmente el plástico y que además está decorada con tintas al agua.
En resumen, la E-cap de Ramondin es hoy la alternativa al complejo y mañana, probablemente, la sustitución del mismo. Además tiene las mismas posibilidades de decoración que el complejo tradicional así como un precio ajustado a su proceso productivo, asequible para todos los vinos.
Está totalmente patentada y Ramondin ha donado un 5% de las ventas de 2018 a un proyecto de reforestación que será llevado a cabo con la plantilla de nuestra empresa dentro de las celebraciones del Día de la Responsabilidad Social.
Su lanzamiento comercial no ha podido ser más exitoso: más de 20 pedidos en 4 países distintos, en menos de 2 meses, avalan que la nueva cápsula ecológica de Ramondin ha llenado un hueco que no hará más que crecer.