No ha sido muy fácil, pues a su inventor, Juan Naharro Santamaría, gerente de la empresa Máquinas y Herramientas La Rioja, S.L. (MAHERI) le ha costado tres años y diferentes prototipos pero al final ha dado con la fórmula del sistema Osiris, una máquina que “coge el carbónico de la fermentación de la parte superior del depósito lo insufla a alta presión mediante una caña que llega hasta el fondo del depósito, lo que crea una presión interna que provoca que, en cuestión de treinta segundos, nos aflore el vino encima del sombrero. De esta forma conseguimos una maceración muy buena de esos hollejos, tenemos una abstracción polifenólica superior, rompemos los hollejos por lo que liberamos péptidos que son imprescindibles luego para formar colores estables en el vino”, en palabras de Pablo Martínez Urigüen, enólogo de Bodegas Eguren Ugarte.
El uso de Osiris ha supuesto para Pablo Martínez que sus vinos hayan ganado dos puntos de color, pero además con esta máquina consigue “aplicar oxígeno a la vez que haces el tratamiento con lo cual nos permite reducir los remontados con aireación; aprovechar al máximo posible el carbónico que se genera para inertizar depósitos vacíos; reducir los tiempos de trabajo en bodega; que la fermentación sea más homogénea, y el producto final que tenga más color, limpieza en nariz, y aromas mucho más agradables”. Por todo ello concluye con que le ha cogido cariño al sistema y ahora lo aplica prácticamente a todos los vinos de la bodega y es que, afirma, “si no la tienes no sabes lo que te pierdes y cuando está presente su uso se hace imprescindible”.
Porque uno de los objetivos conseguidos por su creador es que los resultados tenían que contrarrestar el coste de la máquina, un tema clave para su inventor quien recuerda que “durante muchos años he estado buscando la forma de remover de una manera sencilla todo el contenido de un depósito y tras tres años de crear diferentes prototipos di con Osiris, cuyos resultados son ya patentes a lo que debemos de añadir que es tan cómoda como económica en su uso”. De esta forma 60 bodegas ya disponen de esta máquina que es “amortizable con una elaboración de 100.000 kilos de uva en un año por lo que resulta muy barata para los resultados que ofrece. Es ideal para los vinos tintos, de forma especial los dedicados a crianza, aunque algunas bodegas la utilizan en vinos blancos”.
El enólogo de Bodegas Eguren Ugarte ratifica que ahora “la utilizo para todo tipo de vino porque tiene la peculiaridad de que se puede aplicar oxígeno a la vez que haces el tratamiento con lo cual nos permite reducir los remontados con alineación, lo que me indica que es una máquina muy versátil que reduce los tiempos de trabajo y mejora el vino. La he aplicado a todos los vinos porque, al final, le coges el gusto al ser de fácil manejo y dar muy buenos resultados. Luego cuando descubas los depósitos aprecias que las pepitas están completamente en el fondo del depósito por lo que no las hemos macerado y la piel está totalmente disgregada, es decir hemos macerado todo lo que podíamos de cada uva”.