Miguel Torroba, encargado de la sección de manipulado y expediciones de encolable de Grupo Argraf
Miguel. De apellido Torroba. Como todos ellos, lleva tinta en su ADN. Algo que heredaron de su padre Lucio, quien en 1939 inició el negocio de artes gráficas. La semilla de la que nació más tarde Grupo Argraf. Fue en 1978 y la fundaron los hermanos Martín y Miguel Torroba.
Un legado familiar que les dejó su progenitor y unos valores: la unión familiar y el mejor trato al cliente. Gracias a ellos, más de cuatro décadas después, la compañía se ha convertido en líderes españoles en el etiquetado del vino.
Cuando echa la vista atrás, ¿qué recuerdos tiene de aquellos primeros años de Grupo Argraf?
En 1978 se puso la primera piedra. Los inicios los recuerdo sin horario. Comenzamos cuatro personas en oficina y doce en taller. Le dábamos muchas vueltas a cómo mejorar los sistemas productivos porque en el taller no teníamos tiempo.
Un recuerdo especial que tengo es la primera vez que un cliente que nos llamó para felicitarnos por la buena presentación de su producto. Era un trabajo que se salía de lo normal. Carteles publicitarios para la comunidad de Madrid y presentarlo era complicado. De ahí la gran satisfacción cuando recibes esa llamada.
Mucho ha llovido desde entonces. hoy en día grupo argraf tiene casi 140 empleados y ha conseguido posicionarse como empresa líder en la impresión de etiquetas en españa, ¿qué estrategia ha seguido grupo argraf para conseguirlo?
Lo hemos conseguido con mucho esfuerzo y con una visión económica y sobre todo realista en todo momento.
Mi hermano Martín era un gran estratega. Aprendí mucho de él y no solo a nivel empresarial. Desde los inicios, tuvo un contacto muy directo con los clientes, algo que siempre les ha dado mucha confianza.
Habla del trato con el cliente … ¿cómo es?
Muy cercano. Estamos para todo lo que nos necesiten. Intentamos ofrecer el mejor trato y por supuesto, el mejor servicio.
Avanzamos, crecemos con ellos.
¿Podríamos decir que ese es uno de los éxitos de Grupo Argraf?
Eso y nuestra constante inversión para poder estar en la vanguardia de la tecnología y podérselo ofrecer a nuestros clientes. Estamos siempre pendientes de lo que hay en el mercado.
Trabajamos codo a codo con los proveedores de maquinaria y productos de acabado para poder ofrecer a nuestros clientes todo aquello que puede favorecerles y mejorar sus etiquetas.
¿Ha cambiado mucho el mundo de la etiqueta?
Muchísimo. Tengo en mente una anécdota que resume la pregunta:
Hubo una bodega que quiso colocar en el ángulo de una botella de forma cuadrada la etiqueta. Después de un mes y medio de pruebas, tuvieron que desistir. Misión imposible. Esto ocurrió cuando las etiquetas eran encolables. No existían las adhesivas; lo que después supuso un gran avance. Hoy en día seguro que sí se podría hacer.
¿Qué destacaría de Grupo Argraf?
El valor humano, por supuesto eso es lo más importante de la empresa. Los valores que mi padre nos enseñó y que espero permanezcan en futuras generaciones.