packaging vino
Hace poco más de un año, nacía Albina Essencia como fruto de un sueño largamente perseguido por Bodegas Riojanas: ofrecer un vino clásico ‘premium’, posicionado en la gama más alta del mercado. Su presentación resultó igualmente espectacular, con una botella troncocónica de gran peso, etiqueta de terciopelo y medalla de estaño. Igualmente novedoso es el estuche, con un cajón a modo de “secreter” que incluía una muestra de tierra arcillo-calcárea de los viñedos de procedencia del vino y un ‘kit’ de tres aromas (regaliz, vainilla y chocolate) con el que se pretendía completar la experiencia e invitar al consumidor a descubrir todos los matices y sensaciones que aporta Albina Essencia.

El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

Una de las mejores formas de iniciar el nuevo año, es renovando. Por ello nos vamos a fijar hoy en una de las mejores formas de cambiar en el mundo del vino, es decir en la imagen que ofrece nuestra botella en el lineal. Por ello le hemos pedido a nuestro buscador que se fije hoy en el envoltorio, también conocido como packaging.

Aunque lo primero que tendríamos que hacer, como nos indica ´definicion.de´ sería dejar de utilizar este término admitido de packaging “ya que se trata de un término de la lengua inglesa que la Real Academia Española (RAE) no incluye en su diccionario. El concepto, de todos modos, se usa con mucha frecuencia para referirse al empaque, envase o embalaje de algo… El packaging, por lo tanto, puede ser el papel que envuelve un producto o la caja en la que se almacena. El objetivo es que el packaging proteja al producto en cuestión durante su traslado a los centros de venta, su permanencia en un depósito o en un local y su manipulación.

Otra característica importante del packaging es que permite transmitir información al consumidor. En el packaging suelen detallarse datos del fabricante y del producto, fecha de vencimiento, componentes y otras informaciones”.

En esta misma página encontramos algunos consejos que nos parecen interesantes: “1- Escoge cajas o bolsas del tamaño de los productos y utiliza material de embalaje de buena calidad (seguros y con buenos acabados). No te olvides del papel de burbujas para asegurar un buen viaje a tus productos.

2- Envuelve las cajas con un papel de regalo atractivo para que luzcan especiales y decóralas con lazos o pegatinas de la compañía.

3- Escribe dedicatorias personales a cada uno de los envoltorios para que el receptor se sienta mimado. Puedes escoger frases como “Gracias por confiar en nosotros. Disfruta de la experiencia”, o cosas por el estilo.

4- Premia la confianza de los compradores con cupones de descuento personalizados para que, al realizar su próxima compra se sientan en casa.

5- Envía pequeños catálogos en tus embalajes para recomendar a los clientes otros productos de los que dispongas y que consideres pueden serles útiles o atractivos.

6- Envía dentro del paquete la factura del pedido con la información detallada de la tienda para demostrar tu profesionalismo e invitar a la confianza en el cliente.

7- Aprovecha para recordarles a tus clientes que tienes una página y que pueden seguirte a través de las redes sociales.

8- Y lo más importante. Recuérdales lo importante que es para ti que te hayan escogido en lugar de a otras tiendas”.

Avanzamos para encontrarnos con ´ emprendedores.es´ donde nos pregunta si sabemos cuándo tu empresa necesita un cambio de imagen respondiéndonos que: “No es nada nuevo, las empresas más exitosas siempre se han preocupado por actualizar su imagen. Algunas lo hacen de forma casi imperceptible, como los retoques de Coca-Cola, y otras con decisiones más radicales, como el de su competencia Pepsi. La novedad es que un consumidor instalado en el cambio permanente ha acelerado estos procesos, al menos en las enseñas que aspiran a seguir siendo relevantes: “La cultura digital ha obligado a las empresas a actuar con mayor diligencia para adaptarse a unos cambios del código gráfico que se suceden con extraordinaria rapidez”, explica Bertrand Massanes, socio director de Little Buddha, agencia gráfica que trabaja con algunas de las etiquetas más reconocidas del gran consumo.

Por mucha historia y éxitos que arrastre, la marca debe ser coherente con su tiempo. Si no quiere pasar de una fase de expansión a otra de declive, han de seguir dialogando. Pero el restyling es un proceso complejo que cuenta con reglas propias. Repasamos las más importantes porque quizá tu marca también esté esperando una puesta a punto.

No te muevas sin una 
razón de peso

Pero ¿cómo saber si necesita un restyling? Ignacio Muguiro, director de la oficina en Madrid de Morillas, uno de los referentes españoles en branding, advierte que el restyling es una decisión importante en cualquier compañía, por lo que siempre debe estar bien justificada.

Muguiro considera que son diversas las situaciones que pueden aconsejarla, si bien siempre vienen motivadas por dos tipos de factores: los propiciados por el consumidor –por ejemplo, un cambio de sus hábitos– y los que vienen impuestos por la dinámica empresarial, desde una fusión o cambio accionarial, a giros estratégicos o diversificación de la actividad.

En uno y otro caso habrá que tomar decisiones. Por ejemplo, para responder al consumidor será suficiente con abordar un restyling de producto, adaptar su código visual y comunicación al nuevo lenguaje del consumidor, potenciar ciertas cualidades y/o trabajar con su presentación y packaging.

En otros supuestos habrá que abordar un cambio más ambicioso, que pase por la revisión de la entidad corporativa de la empresa, lo que conlleva acciones en todas las áreas. Pero lo importante, en opinión de Muguiro, es que el responsable sepa que “es necesaria una razón de peso para justificar el coste que va a implicar en términos de inversión y esfuerzo”.

En la misma línea argumental, desde la empresa Panda Security, que abordó en 2015 un ambicioso restyling de su imagen corporativa, Nicolás Chaves explica que antes de tomar cualquier decisión “se debe tener muy claro cuál va a ser la estrategia de marca”. En segundo lugar, el director global de Marketing de la firma de antivirus aconseja plantear “qué es lo que se quiere conseguir con el cambio y analizar muy bien qué se le puede pedir a la marca: saber dónde están los límites va a ser útil en todo el proceso”.

Un asunto este el del envoltorio y lo que él arrastra, al que le dedicaremos una segunda parte la próxima semana, rebuscando lo más interesante que nos ofrece el buscador de Internet. Feliz semana.