La empresa corchera está experimentando un tratamiento de superficie con productos renovables y respetuosos con el medio ambiente
Con una apuesta clara, desde hace más de 20 años, por la total trazabilidad de sus tapones, Gruart La Mancha es una empresa en constante evolución, siempre con el objetivo de ofrecer a sus clientes un producto cada vez más seguro.
En Gruart La Mancha disponen de la prestigiosa certificación BRC (British Retail Consortium) ‘Packaging Materials’, nivel A, desde 2017.
“Con esta norma de calidad, que garantiza el cumplimiento de nuestro pautado proceso de producción convenientemente, llevamos a gala el tratamiento de los tapones de corcho, en todas las fases del proceso, de la misma forma que si estuviéramos trabajando con un alimento, teniendo en cuenta que el propio vino tiene esta consideración” explican desde la Dirección de la Empresa.
“Cumplimos, y vamos aún más allá, con todos los estándares de calidad y control sanitario, al margen de que somos una de las pocas fábricas de tapones de corcho que podemos garantizar al 100% la trazabilidad de nuestros tapones. Desde el seguimiento alcornoque a alcornoque en algunas de las mejores dehesas españolas de nuestro país, hasta que tenemos la oportunidad de tapar algunos de los mejores vinos nacionales y de países como Italia, Alemania, Austria y México, entre otros”.
Por otro lado, “en el ánimo de satisfacer las demandas de algunos de nuestros clientes y gracias a la iniciativa de nuestro Departamento de I+D+i, estamos en fase experimental de un tratamiento de superficie con productos renovables y respetuosos con el medioambiente, aspecto que viene a incidir en la economía circular y que se complementa a la perfección con la posibilidad de certificar nuestros tapones con el sello ecológico FSC para aquellos que tengan como emblema la sostenibilidad”, concluye la Dirección de la Empresa.