El 13 de julio en Lisboa falleció Américo Amorim, una de las figura más emblemáticas del sector corchero a nivel mundial al situarse desde los 18 años al frente Corticeira Amorim.
La revista Enólogos recuerda que siempre se guió por “un acusado carácter emprendedor y una gran visión de futuro. Firme defensor de la filosofía del crecimiento sostenible, apostó desde su buque insignia por la inversión en sectores estratégicos y áreas geográficas con elevado potencial de rentabilidad. Desde ese punto de vista, a partir de los años sesenta, abanderó una estrategia que le llevó a multiplicar su presencia internacional y a introducirse paulatinamente, con notable éxito, en los campos de la energía, las finanzas, el sector inmobiliario y los bienes de lujo, entre otros. Con el paso de los años, Américo Amorim consolidó la que, probablemente, es la mayor multinacional portuguesa y se convirtió en uno de los mejores embajadores del país luso en el extranjero.”
Por su parte, el Grupo Corticeira Amorim ha prometido en un comunicado «honrar la historia» con sentido de la responsabilidad. “Américo Amorim fue el precursor de la profesionalización, la modernización, la innovación y la sostenibilidad, tanto del grupo como de todo el sector del corcho. El grupo se mostró «orgulloso» del legado de Amorim y prometió «honrar la historia» de la compañía «con el mismo sentimiento y ahora con renovado sentido de responsabilidad».