cortes de poda

Texto: Antonio Egido

En el 11º Salón Internacional de Técnicas y Equipos para Viticultura (Tecnovid) celebrado en Zaragoza, del 26 de febrero al 1 de marzo en la sede de Feria Zaragoza, la familia Sáenz de Urturi, recibió un doble reconocimiento. Se trata del premio de Novedad Técnica Sobresaliente por el Equipo Filanic -acrónimo creado a raíz de los nombres de los padres y abuelos de esta tercera generación de viticultores, Teófila y Nicolás- patentado por el viticultor José Antonio Sáenz de Urturi, junto a sus hijos Víctor y Roberto, en el que se ha valorado la genialidad de la idea. Una idea inicial que era el realizar la tarea del sellado de las plantas tras la poda de la manera más cómoda y rápida posible, lo que les llevó a la creación de un aplicador para sellar las heridas que quedan tras los cortes de la poda y por ello prevenir las enfermedades de la madera.

Afirma Roberto Sáenz de Urturi que todo empezó tras la jubilación de su padre, “un viticultor de toda la vida, que no paraba de darle vueltas para facilitar una labor como es el poder trabajar de una manera rápida y además segura, en un momento tan delicado como es el de la poda de las plantas de las vides, aunque podemos hablar también de los árboles frutales”. Una idea sobre la que han estado trabajando durante cuatro años hasta poder presentar al mundo del vino un aplicador llamado “Equipo Filanic que se compone de máquina para sellar y pintar cortes de poda, trípode de autocarga y fijación, mochila-bandolera para llevar colgado el equipo, adaptador para limpieza diaria,  embudo, teflón, brocha para pasta menos espesa y manual de instrucciones en cinco idiomas. Es una aplicador que funciona por presión con lo cual el flujo de sellado es continuo permitiendo sellar a una sola persona 4.800 cortes a la hora, o lo que es lo  mismo, un agricultor con este equipo llega a sellar la totalidad de los cortes de poda de cuatro o cinco podadores, es decir unos 38.000 por día”.

El coste del Equipo Filanic es solamente de 495 euros, lo que implica que se convierte en un equipo de amortización rápida. Según el estudio económico realizado por sus creadores, una explotación de nueve hectáreas amortiza el equipo en un año. Y esto ocurre, en palabras de Roberto Sáenz de Urturi  porque “el ahorro es importante ya que reduce a la mitad la labor del pintado y sellado de cortes de poda disminuyendo considerablemente el costo de mano de obra. Este aspecto es clave ya que hay muchas bodegas, viticultores y fruticultores que dejan de hacer esta tarea por el costo de mano de obra y por lo tedioso que supone hacerlo con un cubo y un pincel. De hecho esta aportación de nuestro Equipo Filanic está suponiendo para el mercado una auténtica revolución en el sellado de los cortes de poda”.

Novedad que ya está en las espaldas de trabajadores de diferentes bodegas de primera línea de Rioja y España, pero su repercusión va a ser internacional, de hecho el Equipo Filanic ya está presente en países como Italia, Bélgica y  Portugal y actualmente se encuentran en negociaciones con viticultores de Australia, Méjico, Chile y Argentina.

No obstante Roberto es consciente de que “es un producto novedoso y como no existe en el mercado nada parecido, la respuesta que estamos teniendo es buena pero lenta, aunque confiamos plenamente en él y el que lo adquiere nos devuelve impresiones muy positivas. Por ello tratamos de estar en cuantas ferias existen relacionadas con el mundo del vino o las empresas auxiliares. Desde finales de año pasado y primer mes de este año 2019 ya hemos acudido a las de Eima (Bolonia); Vinitech Sifel (Burdeos) y Agraria 2019 de Valladolid. A finales de febrero estaremos presentes en Zaragoza en Tecnovid 2019, donde además recogeremos el premio de Novedad Técnica Sobresaliente, que nos satisface especialmente porque viene a reconocer la labor realizada internamente durante cuatro años de pruebas y errores, hasta llegar a conseguir nuestro equipo, al igual que premia la genialidad de la idea”.

Obviamente en el aplicador hay que introducir diferentes productos fitosanitarios, sobre los que también esta familia ha venido investigando ya que  “nosotros llevamos muchos años protegiendo los cortes de poda. Tras probar varios mastic, el que mejor nos va es uno en concreto que se llama Podex que es el que compramos para nuestro viñedo al cual le añadimos cobre líquido y en su defecto metiltiofanato o tebuconazol en pequeñas dosis”, concluye Roberto Sáenz de Urturi.