Ponentes de Brain & Wine (en orden de izquierda a derecha) : Ferran Centelles, Josep de Haro Licer, Charles Spence, Daniel low, Barry Smith, Javier Pagès, Qian Janice Wang, Bruno Mesz, Sebastián Tedesco, Christophe Lavelle, Antonio Palacios y David Molina

Más de 250 profesionales del sector enológico se hasn dado cita en Brain & Wine, el primer fórum internacional dedicado a la neurociencia enológica en nuestro país, celebrado el 12 de marzo. Barcelona ha acogido el simposio, impulsado por Codorníu Raventós, que ha contado con la participación de sommeliers e investigadores de renombre que han tratado diferentes aspectos relacionados con el vino, la ciencia y la percepción.

El conocimiento aplicado al vino ha sido el eje central de la jornada, considerada ya todo un éxito en el sector enológico. Ponencias, catas y experimentación se han dado la mano durante 10 horas en las que se han reunido expertos procedentes de diferentes sectores relacionados con el sector del vino y el mundo científico. 

La psicóloga experimental de la Universidad de Oxford, Qian Janice Wan, ha definido la cata como un acto multisensorial. El olfato y el gusto no son los únicos sentidos importantes, sino que el oído, la vista o el tacto también son fundamentales y así lo ha demostrado en un experimento en el que ha teñido un vino blanco para comprobar la percepción de los profesionales presentes en la sala. La investigadora ha sometido a los participantes a una investigación de la cual se conocerán los resultados próximamente en el que se relaciona música y vino porque según sus propias palabras, ‘el sonido, y concretamente la música, interactúan con el vino y lo hacen de forma especial tal y como apuntan diferentes estudios que demuestran que la mayoría de maridajes van asociados a emociones’.

n una línea similar, el psicólogo experimental de la Universidad de Oxford, Charles Spence, ha aportado nuevos datos sobre diferentes investigaciones relacionadas con la cata y la influencia de espacios multisensoriales. ‘Hay 10 veces más investigaciones sobre cómo se produce y se presenta el vino a los consumidores que otras bebidas como el té o la cerveza’, ha apuntado Spence. ‘Es por ese motivo que sabemos más sobre qué papel juega todo que nos rodea cuando degustamos el vino. La luz de la habitación puede tener un papel determinante así como el maridaje que existe entre algunos vinos y diferentes estilos de música’. Conociendo estas relaciones se pueden hacer productos más ‘deseables’. 

Catador profesional vs. inexperto
Durante la jornada también se han desmitificado algunas aproximaciones tradicionales al mundo de la enología. El profesor de la University of London’s School of Advanced Study, Barry Smith, ha remarcado que ‘la cata de un vino requiere de concentración y atención, no se basa solamente en beber’. Sin embargo. ha apuntado que tanto los catadores expertos como los inexpertos pueden llevar a cabo una cata con éxito,  pero la percepción y confianza del primero le permitirán razonar y argumentar lo que percibe. Además según Smith, ‘para los profesionales del vino, el conocimiento de la variedad de uva, el origen, el vińedo e incluso la ańada les genera una serie de hipótesis que les permitirá reafirmar o refutar sus expectativas’.

Experimentos enológicos
Los asistentes han podido participar en diferentes experimentos relacionados con la cata y la percepción. A través de un algoritmo elaborado en base a los tweets que se han ido enviando durante la jornada, los participantes han podido disfrutar de una selección musical elaborada para disfrutar al máximo de los vinos servidos. También se ha comparado como puede cambiar  la percepción que tiene una persona ante una misma copa dependiendo del tacto previo a la degustación.