Texto: Ignacio J. Pascual Pelayo / Ingeniero de Telecomunicaciones / Investigador en Ericsson
Los viticultores del futuro seguirán mirando al cielo, como siempre. Pero lo harán a través de la pantalla de su móvil. Una nueva constelación de satélites equipados con la tecnología 5G permitirá que Internet llegue hasta los rincones más recónditos del planeta, dotando a los agricultores de nuevas herramientas para tomar las medidas más adecuadas en cada fase del cultivo. Esta nueva faceta espacial del 5G abre las puertas de la revolución tecnológica a la agricultura de forma más barata y segura. Así lo ha corroborado el organismo de estandarización de tecnologías móviles celulares (3GPP) al considerar que “la agricultura será uno de sectores en que la revolución del 5G tendrá un impacto más tangible”.
En este segundo verano tan atípico marcado por la pandemia y las olas de calor, hemos sido testigos del resurgir fulgurante del interés por la carrera espacial. Unos cuantos multimillonarios se han convertido en los primeros turistas espaciales y han abierto el apetito de una década innovadora que se espera culmine con la llegada del ser humano a Marte. Más allá del turismo espacial, esta renovada mirada a la bóveda celestial amplía el horizonte de posibilidades tecnológicas en múltiples sectores. Precisamente, nuestra región puede ser una de las más beneficiadas con esa nueva iniciativa que en pocos años pretende incorporar los viñedos a la red mediante satélites equipados con 5G.
En la constante búsqueda de viñedos cada vez más eficientes, muchas bodegas ya disponen de una relación muy estrecha con el espacio y sus satélites, ya sea conscientemente o no. Un gesto tan cotidiano como consultar la predicción del tiempo es posible gracias al uso de satélites. Asimismo, desde hace más de una década existen empresas especializadas en la comercialización de soluciones de teledetección y gestión de terrenos que utilizan imágenes multiespectrales captadas desde el espacio. AGER y su novedoso ‘Penel Agroclima’ es un buen ejemplo de este tipo de empresas en La Rioja. El auge de estos productos en los últimos años se debe a su mayor utilidad gracias al desarrollo de otras tres tecnologías clave: la nube, que abarata los costes de almacenamiento y procesado de datos, el Internet de las Cosas (IoT), que universaliza el empleo de sensores a precios muy competitivos, y la Inteligencia Artificial (AI), que facilita el análisis de series históricas, la predicción y la detección de errores.
Este triplete tecnológico dará un nuevo impulso al desarrollo de la llamada viticultura de precisión donde se individualiza el tratamiento de las vides. Por ejemplo, con la información adecuada es posible averiguar con certeza cuándo y cuánto se ha de regar, fertilizar o utilizar fitosanitarios para obtener los resultados deseados en cada una de las plantas. Algunos productores ya cuentan con estos sistemas de monitorización y gestión de la información, pero como dice el dicho popular, el conocimiento sin acción es inútil. Por ello, la nueva meta se erige en la automatización de la actuación y la toma de decisiones. Sin embargo, el mundo rural se ha visto tradicionalmente limitado por una deficiente o inexistente conexión a Internet, que obliga a la creación de soluciones “offline” con el consiguiente incremento desproporcionado de los costes.
“La agricultura será uno de sectores en que la revolución del 5G tendrá un impacto más tangible”
El 3GPP, organismo de estandarización de tecnologías móviles celulares, ha considerado que la agricultura será uno de sectores en que la revolución del 5G tendrá un impacto más tangible. Con este fin, han propuesto la extensión del 5G para dar cobertura a zonas rurales gracias al uso de satélites. Este organismo se suma a las ambiciones de empresas como Starlink, del polifacético Elon Musk, o Project Kuiper, de su contrincante empresarial Jeff Bezos, para unificar las comunicaciones bajo el paraguas del 5G y asegurar conexiones baratas y seguras. Tradicionalmente, las redes móviles se han diseñado desde una perspectiva terrenal y focalizadas en lugares con alta densidad de población debido a los altos costes de instalación.
En un contexto económico complicado por la caída general de ventas a causa de la pandemia, el mundo vinícola no puede olvidarse de la necesaria inversión en innovación y desarrollo. Tradicionalmente, este sector ha sido uno de los más rezagados en la renovación tecnológica, lo que a su vez le otorga un mayor potencial de crecimiento e innovación. Algo que, ciertamente puede ser muy relevante en nuestro país, ya que cuenta con la mayor superficie vitícola del mundo, con casi un millón de hectáreas, y con entidades tan punteras en la investigación vitivinícola como el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV) ubicado en La Rioja. En un mundo cada vez más globalizado y concienciado con el cambio climático, el maridaje entre el 5G y la viticultura va a jugar un rol esencial en este sector en los próximos años.
Fuentes:
https://www.allaboutcircuits.com/news/space-farm-rf-advancements-fuel-new-5g-applications/
https://dione-project.eu/5g-network-is-coming-to-agriculture/
https://fortune.com/2020/02/28/5g-farming/
https://www.totaltele.com/509631/In-vino-veritas-TIMs-5G-vineyards-and-the-next-steps-for-smart-agriculture