Entrevista de la Agencia EFE a Ignacio Pascual, investigador riojano en Ericsson (Estocolmo) y colaborador de La Prensa del Rioja.
“El despliegue del 5G a las zonas rurales y remotas mediante satélites dotados de esta tecnología, puede suponer una importante apuesta para detener el éxodo rural y llenar la España vacía”, afirma el ingeniero riojano de Telecomunicaciones Ignacio Pascual en una entrevista publicada por la Agencia Efe el pasado sábado 19 de febrero. Ignacio Pascual, colaborador de La Prensa del Rioja, trabaja desde hace cuatro años en Ericsson, “líder en el despliegue del 5G, la quinta generación de redes móviles”. “Junto a otros gigantes de tecnología móvil, el proyecto ha culminado con la primera versión del estándar 5G satelital, que permitirá el despliegue de este tipo de redes en el plazo de dos años”, ha informado a EFE Ignacio Pascual (Logroño, 1993), cuyo trabajo de investigación se centra en habilitar al espacio la tecnología 5G, hasta ahora vinculada a redes terrestres, explica la autora de la entrevista, Pilar Mazo, redactora de EFE en La Rioja.
La adaptación del 5G a los satélites permitirá llevar las telecomunicaciones y todo lo que engloba el mundo digital a zonas rurales o remotas, en las que la digitalización no ha podido entrar porque no hay buena conexión a internet o por el alto precio que supone desplegar las redes actuales, algo en lo que Europa quiere tener un papel protagonista. A este respecto, cree Pascual que la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de las telecomunicaciones y ha creado nuevas modalidades de socialización, ocio y trabajo, que «hace unos años parecían impensables», y que «pueden contribuir a detener el éxodo rural».
Una vez conseguida la adaptación del 5G al ámbito satelital, Ericsson trabaja ya en la tecnología 6G, en cuya investigación también está inmerso Pascual. “Permitirá tomar mejores decisiones en los ámbitos público y privado» y ello «nos conducirá a un futuro más sostenible y mejorar la relación de los recursos». Como ejemplo práctico del alcance que tendrá esta tecnología, permitirá evitar desperdiciar comida, que en Suecia se ha cifrado en un 30 por ciento. «Con el 6G será posible conectar al productor y al consumidor y mejorar la eficiencia de la cadena productiva», recalca este científico, para quien este tipo de cuestiones serán tan normales en el futuro como el hecho de poder realizar actualmente una vídeo llamada entre dos personas a miles de kilómetros de distancia.
Tecnología para mejorar la vida humana
Aunque desde la distancia y siempre involucrado en el ámbito de las telecomunicaciones, cree que «la clave de cualquier transformación tecnológica es la mejora de la vida de las personas». Por ello, considera que «las iniciativas de transformación digital, como Logroño Enópolis, son fundamentales para que la labor puntera de investigación tenga una transferencia real». «Los residentes en el extranjero contamos con una perspectiva internacional y el conocimiento de las futuras tendencias», ha añadido. En cambio, «el talento local, esas personas que ya han regresado o decidieron hacer su camino en su tierra natal, poseen un conocimiento específico inigualable y el acceso a los recursos in situ». Para él, «gracias a la revolución digital, podemos combinar ambas perspectivas e innovar juntos, ayudando a impulsar, así, el desarrollo de nuestras regiones con la tecnología más puntera de la manera más efectiva».
Suecia atrae y retiene talento
El caso de Ignacio Pascual, quien se licenció en la Universidad Pública de Navarra y finalizó el Master en la Universidad KTH de Estocolmo con la doble titulación de Ingeniería Eléctrica y de Telecomunicaciones, es el de tantos graduados españoles que, al finalizar sus estudios universitarios, se plantean continuar su formación en el extranjero. Optó por los países nórdicos porque pujan por atraer y retener talento, gracias a su apuesta en ciencia y tecnología, en colaboración con la iniciativa privada. «Puedo atestiguar -relata- que los graduados españoles tienen grandes posibilidades en el extranjero gracias a nuestra excelente formación y nuestras buenas habilidades sociales». Desde su punto de vista, «el éxodo del talento se suele presentar como un problema», aunque es «algo positivo en el largo plazo», por lo que anima a los graduados indecisos a emprender su camino, ya que «les cambiará la perspectiva y les ampliará horizontes».
La palabra perfecta con la que define la vida en Estocolmo es «tranquilidad» en una ciudad de gran tamaño, con «una gran cantidad de opciones y actividades», pero sin el bullicioso ambiente de ciudades españolas como Barcelona o Madrid. «Ahora, en invierno, -ha relatado- la mayor parte del tiempo se pasa en interiores, ya sea en casa o en los centros comerciales»; mientras que, en verano, «aprovechamos la luz del sol para estar hasta medianoche en la calle, los parques, los lagos o los bosques», incluso si «hace soleado, ese día se termina antes de trabajar». También dice echar de menos «la gastronomía riojana» en un país cuya hostelería «tiene unos precios demasiado altos si se tiene en cuenta la calidad culinaria». De momento, no se plantea regresar a España porque cree que le queda «mucho por aprender», pero no descarta, en un futuro, volver a Logroño, donde la calidad de vida es «insuperable».
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