Juan Carlos Sancha ha obtenido el grado de doctor por la Universidad de La Rioja tras la defensa de su tesis titulada Experiencias innovadoras en la viticultura de la Denominación de Origen Calificada Rioja y por la que ha logrado la calificación de sobresaliente ‘cum laude’.

Desarrollada en el Departamento de Agricultura y Alimentación de la UR, esta tesis ha sido dirigida por Fernando Martínez de Toda y se ha presentado como un compendio de publicaciones.
 
La tesis recoge la actividad investigadora de Juan Carlos Sancha en los últimos años, que se enmarca dentro de la Unidad de Viticultura de la Universidad de La Rioja, sobre diferentes experiencias pioneras la Viticultura.
 
La tesis doctoral de Juan Carlos Sancha está dividida en seis apartados, el primero de los cuales recoge una introducción general en la que se expone una radiografía del sector vitivinícola, primero con los elementos más importantes de la viticultura mundial, española y riojana.
 
El segundo apartado describe las experiencias abordadas en la tesis, en el tercero se hace un resumen global de los resultados; el cuarto se presentan las conclusiones globales; el quinto ofrece la bibliografía; y el sexto, los artículos publicados.
 
En cuanto a las experiencias concretas, en cuanto a la Materia Vegetal, en 1989 se identificó la primera población de vid silvestre de España y en 1999, la primera y única población de vid silvestre de Rioja (en Anguiano).
 
A través de las prospecciones realizadas en el viñedo riojano se han recuperado y preservado más de setenta accesiones de vid, que se corresponden con unas cuarenta variedades distintas y perfectamente identificadas.
 
De alguna de ellas no existen, a día de hoy, referencias de su conocimiento, cultivo o existencia en otras zonas vitícolas del mundo como, por ejemplo, Maturana Blanca. Además, se ha confirmado que en el viñedo viejo riojano existía una importante heterogeneidad genética intervarietal.
 
Todas esas accesiones se han caracterizado e identificado, lo que ha permitido establecer nuevas sinonimias y homonimias, así como aclarar y corregir otras tantas que eran erróneas.
 
Además, se ha demostrado la existencia de tres variedades diferentes con el nombre de ‘Maturana’: Maturana Blanca, Maturana Tinta y Maturana Tinta de Navarrete; y se han establecido dos nuevas sinonimias en relación con estas variedades: Maturana Tinta de Navarrete se corresponde con la variedad francesa Castets y Maturana Tinta se corresponde con la variedad francesa Trousseau.
 
En este ámbito también se han establecido las principales características de una selección de las once variedades más interesantes entre las recuperadas en la DOCa Rioja. Las variedades seleccionadas fueron las siguientes: Mandón, Maturana Blanca, Maturana Tinta, Maturana Tinta de Navarrete, Monastel, Moristel, Tempranillo Blanco, Tempranillo Royo, Tinto Velasco, Turruntés y Vidadillo.
 
Finalmente, se han seleccionado cuatro variedades como más interesantes para su inclusión en la lista de variedades autorizadas de la DOCa Rioja (Maturana Tinta de Navarrete, Maturana Blanca, Tempranillo Blanco y Turruntés), autorizadas en 2007 y 2008 en la DOCa Rioja en la primera ampliación del portafolio varietal.
 
En cuanto a experiencias plurianuales de poda mecánica y poda mínima, las cepas sometidas a poda mecánica o poda mínima son capaces de sobrevivir durante, al menos, veinticinco años en condiciones de secano, igual que las cepas sometidas a poda tradicional.
 
La producción de uva y producción de azúcar, para estos tipos de poda, son superiores a los testigos durante todos los años estudiados. La poda tradicional tiene un efecto claramente depresivo sobre las posibilidades de explotación del medio por la cepa.
 
En condiciones vitícolas caracterizadas por una elevada temperatura en el período de maduración, la poda mínima es una herramienta muy útil para retrasar dicha maduración y hacer que coincida con temperaturas menos extremas y más adecuadas para una maduración más equilibrada, lo que permite obtener vinos con menor grado alcohólico, más color y mayores niveles de acidez.
 
Finalmente, sobre la estimación y mejora de la calidad de la uva, los parámetros clave para la producción de uva de alta calidad son los siguientes: relación suficiente entre superficie foliar expuesta y producción, vigor limitado y exposición adecuada de los racimos.
 
En este sentido, Juan Carlos Sancha establece una propuesta de estimación de la calidad en el viñedo mediante dos parámetros sencillos, objetivos y precisos: la relación entre la superficie foliar expuesta y la producción de uva y la longitud del sarmiento.
 
La reducción de la superficie foliar través de tratamientos de recortes severos, después de cuajado, provocan un retraso importante en la maduración de la uva de las variedades ‘Garnacha’ y Tempranillo’. El envero sufre un retraso de alrededor de 20 días.
 
El retraso en la maduración, producido como consecuencia de un recorte de la vegetación, hace que, para la misma fecha de vendimia, la uva tenga un menor contenido de azúcar y un menor pH.
Para una vendimia con el mismo nivel de sólidos solubles, el tratamiento de recorte de la vegetación permite obtener un mayor contenido en antocianos totales que el testigo.
 
El retraso de la maduración de la uva, como consecuencia de la reducción de superficie foliar, podría servir para restaurar el desacoplamiento entre antocianos y azúcares producido por el calentamiento climático y, en general, por las altas temperaturas durante el período de maduración.