Garbellotto, empresa nacida en 1775 y que es dirigida por su octava generación, siendo una de las empresas familiares más antiguas de Europa, está especializada en la fabricación de barricas, tinas y fudres de cualquier formato, cantidad y especie de madera.
La empresa cuenta con una superficie de 60.000 metros cuadrados, 80 empleados y 5 hectáreas de depósito donde se almacenan 15.000 m3 de roble madurado de forma natural. Miman la madera desde el bosque hasta la empresa y, a través de la maduración natural de las duelas, se aseguran la mejor materia prima para sus variados productos.
Garbellotto ha desarrollado recientemente, en colaboración con la Universidad Italiana de Udine, dos innovaciones importantes para la producción de fudres y barricas.
Garbellotto es capaz de garantizar el aroma de sus productos gracias al sistema Botti & Barriques NIR® mediante el cual se analiza cada duela con infrarrojos (NIR) -como si se tratara de una radiografía- para obtener toda la información. Y además ya dispone del novedoso método de tostado DTS (Digital Tosting System®), procedimiento, controlado digitalmente, que realiza con el método tradicional del fuego, un tostado repetible y constante en toda la superficie, a fin de mejorar la expresión aromática de la madera.
NIR®.- El crecimiento de la madera, como de otro vegetal, depende de las variables micro climáticas como las áreas más o menos húmedas, la composición del suelo, la exposición de la colina… Los criterios de selección utilizados normalmente no son seguros, ya que se basan solo en la región y en la experiencia del productor y no se puede decir que las maderas procedentes de una región determinada tengan más polifenoles que las que crecen en otra región, ya que los orígenes no marcan la diferencia, pero la duela especifica sí.
Digital Toasting System®.- El tostado es el proceso que desarrolla los sabores de la madera catalizando los aromas ya presentes y evolucionándolos positivamente.
Hasta ahora se realizaba alimentando un brasero con trozos de madera de roble donde se colocaba el fudre o la barrica.
Está claro que la madera evoluciona sus aromas de acuerdo con las temperaturas de tostado, que deben estar entre el 170/180/200 grados centígrados dependiendo si se están buscando más o menos aromas de vainilla, regaliz, chocolate o tabaco. Si la temperatura y la exposición interna de las duelas no es homogénea y controlada, son producidos toneles o barriles con aromas indefinidos. Las duelas que reciben menos calor tendrán aromas negativos y amargos, las duelas que toman demasiado calor desarrollaran aromas negativos de grafito. Por esta razón hemos creado y patentado el sistema DTS “tostado digital” donde, gracias a varios sensores, un ordenador puede controlar las llamas y mantener niveles constantes en toda la superficie de la madera. Esto no sólo garantiza sino que mejora el resultado aromático de la madera gracias a la eliminación definitiva, de las “sorpresas”, debido a un sistema de tostado sin control.