El centro tecnológico desarrolla iniciativas enfocadas en mejorar la gestión del agua, promover la biodiversidad y aplicar prácticas agroecológicas para reforzar la resiliencia del viñedo frente al cambio climático

NEIKER ha puesto en marcha tres proyectos europeos para afrontar los efectos del cambio climático en Rioja Alavesa. Ante el aumento de temperaturas, las sequías prolongadas y los cambios en la maduración de la uva, estos proyectos buscan garantizar la sostenibilidad de los viñedos y fortalecer la resiliencia del territorio, protegiendo así la productividad, la calidad y la identidad del vino

Los proyectos e-Rigation, POLITA y VinAE están financiados por las convocatorias INTERREG SUDOE y ERA-NET Agroecology, y suponen una inversión conjunta de más de medio millón de euros. Su objetivo: desarrollar soluciones prácticas e innovadoras que contribuyan a un modelo de viticultura más eficiente, biodiverso y adaptado a las nuevas condiciones agroclimáticas.

Con esta nueva financiación europea, NEIKER refuerza su papel como agente clave en la transformación del sector vitivinícola, combinando ciencia de excelencia con una profunda vocación de transferencia y proximidad”, destaca Olatz Unamunzaga, directora general del centro.

Agua, biodiversidad y suelo: tres ejes de actuación

El primero de los proyectos, e-Rigation, aborda uno de los retos más urgentes: la escasez de agua. Liderado por Gorka Landeras, desarrollará un sistema de estaciones meteorológicas virtuales que permitirán gestionar el riego de forma más precisa, adaptada a cada parcela y cultivo. Esta herramienta también facilitará el ajuste de las aplicaciones fitosanitarias a las condiciones reales del viñedo, reduciendo impactos ambientales.

Por su parte, el proyecto POLITA propone un enfoque agroecológico para el control de plagas. A través de la creación de corredores verdes, se favorecerá la presencia de insectos beneficiosos, como depredadores naturales y polinizadores, que contribuirán al equilibrio del ecosistema. “Buscamos un modelo más estable, donde los cultivos se mantengan en mejores condiciones gracias al papel regulador de la naturaleza”, afirma Ana Díez, investigadora en protección vegetal de NEIKER.

Finalmente, VinAE trabajará en la creación de una red de viñedos piloto en cinco países productores (España, Francia, Italia, Portugal y Turquía), donde se pondrán en marcha técnicas como la implantación de cubiertas vegetales, el uso de bioinóculos microbianos y el trasplante de suelos sanos. “El objetivo es co-crear soluciones junto a los viticultores y adaptar las prácticas a cada realidad local”, señala Lur Epelde, especialista en biodiversidad del suelo.

Rioja Alavesa, laboratorio de viticultura del futuro

La elección de Rioja Alavesa como uno de los territorios de referencia para estos proyectos no es casual. Esta subzona de la DOCa Rioja combina tradición vitícola centenaria con un ecosistema agrícola especialmente sensible a los efectos del cambio climático. NEIKER, con más de 20 años de experiencia en investigación vitivinícola, actúa como nexo entre la ciencia aplicada y el sector, facilitando la transferencia del conocimiento hacia bodegas y productores locales.

Además, estas nuevas iniciativas se suman a otros cinco proyectos europeos en curso en el centro, como SeaWines, Grape-Breed o Vitisad-II, todos ellos orientados a reforzar la sostenibilidad del viñedo desde distintos enfoques.

La actividad de NEIKER forma parte de la estrategia del Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, que apuesta por un modelo agroalimentario más innovador, resiliente y alineado con los objetivos europeos de transición ecológica.