Es una de las primeras bodegas que logra obtener este certificado, al cumplir la normativa que garantiza el Sistema de Prevención de Riesgos para la Salud frente a la Covid-19 en el sector turístico.
Gracias a las medidas y protocolos de protección y seguridad implementadas en la bodega de Haro, Ramón Bilbao ha obtenido el certificado “Safe Tourism”, un sello promovido por el Instituto de Calidad Turística del Ministerio de Turismo (ICTE), que acredita la implantación del Sistema de Prevención de Riesgos para la Salud frente a la COVID-19.
‘Safe Tourism Certified’ quiere transmitir a todo aquel que visite la bodega, el concepto de turismo seguro certificado, recogiendo en el propio sello que se está cumpliendo con diferentes medidas y protocolos para la obtención de este certificado.
La obtención de este certificado por parte de Ramón Bilbao, se ha logrado por la aplicación de un nuevo marco de seguridad que ampara todas las actividades enoturísticas. Ramón Bilbao contempla centros seguros para que el consumidor pueda disfrutar con plena confianza de un recorrido inolvidable, en el que todo el espacio se ajusta a un protocolo basado en las recomendaciones sanitarias oficiales que garantiza la máxima seguridad e higiene.
Estas medidas se traducen en una reducción de aforos en tiendas, visitas y salas de catas, en las que se ha de cumplir la distancia mínima de seguridad; controles de acceso para garantizar el aforo máximo permitido; la implementación de material higienizante en diferentes puntos del centro y servicios; el esfuerzo en labores de limpieza y desinfección diaria con productos virucidas autorizados; la supresión de elementos de contacto comunitario y sustitución por formatos individuales; la formación específica del equipo en medidas higiénico-sanitarias y mecanismos de control para evitar contagio; el fomento del pago por tarjeta y de la utilización de la central de reservas y la señalización de la distancia mínima de seguridad y dirección de recorridos para mantener el espacio mínimo necesario entre visitantes.
Con el fin de garantizar una experiencia segura, se ha realizado un rediseño de las visitas dando más protagonismo a los ambientes diáfanos, amplios y cómodos, además de espacios al aire libre para realizar las diferentes experiencias en un ambiente abierto y ventilado. También se ha apostado por realizar visitas más dinámicas y lograr así reducir el tiempo de la actividad. Por otro lado, el entorno rural, natural y alejado de masificaciones en el que se desarrollan las actividades minimiza cualquier tipo de riesgo. Además, el consumidor puede reservar experiencias privadas para grupos reducidos, sin exponerse al contacto de otros visitantes.