Texto: Antonio Egido
El Centro Temático del Vino Villa-Lucía de Laguardia ha vuelto a dar la campanada y recibir a la primavera 2019, como ellos sólo lo saben hacer: ofreciendo cultura, bien sea a través de la gastronomía, de la enología, de la música o de los talleres para los niños, futuros consumidores de todo lo anterior. Y para ello organizaron el 30 de marzo, y dentro de sus actividades en torno a ComeCultura, la primera edición del Spring Wine Fest, como muy bien tradujo el mismo Félix María de Samaniego –el actor Juanjo Monago–, en la presentación de este evento: Festival de Vinos de Primavera, que no lo vamos a ocultar, nos gusta mucho más.
La familia Lavín-Santamaría o Santamaría-Lavín, “que monta tanto una como otra” volvieron a poner a disposición de los amantes de la cultura del vino, la gastronomía y en general de la cultura con mayúsculas, sus instalaciones, tanto las carpas como el edificio de Villa-Lúcia o su Bodega El Fabulista, para una jornada de encuentro y disfrute.
De esta forma, pasadas las 12.30 horas, se realizó la inauguración oficial de este Festival, con las palabras del ya citado Samaniego que saludó con un “bienvenidos y bien-bebidos a mi finca de recreo”, dando paso al alcalde de Laguardia, Pedro León, quien recordó que esta actividad se encuadra en el programa “de Comecultura que viene realizando Villa-Lucía”, al tiempo de señalar que este Festival “ha sobrepasado ya desde el primer momento las expectativas que había creado”.
Samaniego, recitó magistralmente el poema de su propia creación, “La vieja y el gato”, recogido en su libro de escritos picantes “El jardín de Venus”, antes de dar el paso al presidente de la Diputación Foral de Álava, Ramiro González, quien se fijó en el “paisaje de viñedo que nos rodea” destacando el valor de los vinos de Rioja Alavesa. Recordó las catas que se iban a realizar de los premiados en el concurso de la D. O. Ca. Rioja Alavesa de 2018 “en la que pueden participar cualquier vino de la Denominación” e invitó a sumergirse en el “placer, el saber, la cultura y la buena vida para el disfrute que se mezclan en esta actividad”, al tiempo de apostar “por esta tierra en la que conviven las actividades públicas y las privadas”, y su connivencia la hace excelente.
A partir de este momento se hizo cargo del escenario el saxofonista y pianista riojano Emilio Retortillo que versionó diferentes temas musicales internacionales, dando paso a lo largo de la jornada al swing de Twin Room –formado por Iker Uriarte, Josu Junguitu y Sonia Vera– o la música para bailar del Grupo Imperial –integrado por Izaskun Goizueta, Nerea Nogueira y Reynaldo Caballero– con el que se cerró este primer Festival en torno a la 1.30 de la madrugada del ya domingo, con una breve pausa para reorganizarlo todo, entre las 16.30 y las 20.00 horas.
Las barras gastronómicas ya se habían abierto y se pudo disfrutar de pintxos y raciones en miniatura de Km. 0 y Eusko Label con esta pléyade de bocados: hamburguesita de cerdo de caserío con pan de mantequilla y semillas de amapola; mini pulga de cristal con carrillera de cerdo de caserío al Rioja Alavesa con pimientos rojos asados en casa; bocadillito de pan de tinta relleno de calamares del Cantábrico con alioli; burrito de bacalao con langostinos, guacamole, manzana y huevas de yuzu; latita de pisto casero y boquerón del Cantábrico; mini cremoso de queso al revés con fresaraba en el fondo y crumble crujiente en la corona y tarta casera de tres chocolates. También disponían de gastronomía en miniatura para veganos y para dietas específicas. No obstante, entre todos destacó platito de jamón de cerdo de caserío con Eusko Label (Basatxerri) cortado a cuchillo por los miembros Federación Vasca de Cortadores de Jamón, quienes se encargaron de racionar estos jamones curados de la marca de calidad del País Vasco.
A partir de las 13.15 horas se pudo asistir a la cata de los vinos premiados en el XXV Concurso de Vinos con D. O. Ca. Rioja Alavesa de 2018.
No todo quedó en esto sino que los visitantes pudieron realizar dos actividades pasarelas: las visitas de fábula a la Bodega el Fabulista en el mismo Laguardia o la visita al Museo del Vino de Villa-Lucía y experiencia 4D del corto, y algo más, “En tierra de sueños”.
Para que los papás pudieran disfrutar de estos atractivos, los más pequeños de la casa se reunían para realizar diferentes talleres infantiles gratuitos, organizados por Leyre Lesta de la franquicia de Logroño Cook & Play.
Indicar que para acceder al espacio del Festival del Vino de Primavera, los asistentes tuvieron que adquirir su entrada a un precio de 5 euros por persona que incluía dos Vinfos, las monedas con las que se abonaban las consumiciones en los eventos de Villa-Lucía, tanto de comida como de bebida.
Una experiencia cuyos resultados animan a sus creadores a seguir en este tipo de actividades. Por Villa-Lucía pasaron a lo largo de esta jornada 903 personas adultas y 49 niños, siendo sus procedencias de las Comunidades españolas de: Asturias, Madrid, Valencia, Cataluña, La Rioja, Castilla y León, Castilla–La Mancha, Navarra, Aragón, Cantabria, Extremadura, Andalucía y por supuesto Euskadi, correspondiendo la nacionalidad de extranjeros a América –del Norte y del Sur–, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Suecia, Dinamarca y Australia.
Las catas batieron sus iniciales previsiones, pues las realizaron 45 personas, comentada por la mayoría de las bodegas y coordinada por Mikel Garaizabal.
Y al final 61 profesionales de diferentes áreas trabajaron duramente para cerrar la actividad con el marchamo de “excelente”.