La región, principal destino enoturístico del país en 2022, cuenta con un un motor que crea empleo, conserva el patrimonio, mantiene la población y lucha contra la despoblación
Bajo el paraguas de la Ruta del Vino Rioja Alta se encuentran alrededor de 130 empresas del sector enoturístico, que abarcan alojamientos, restaurantes, bodegas, museos, enotecas, empresas de ocio y turismo activo, transporte, agencias de receptivo, y más, que operan en pequeñas localidades de la zona. Parte de estas empresas se reunieron recientemente con treinta periodistas y expertos en gastronomía y turismo en Madrid para mostrar cómo su actividad es un motor para el sostenimiento, el desarrollo y el equilibrio del territorio en todos sus aspectos: económico, social, medioambiental, patrimonial, cultural, etc.
Durante el debate, se discutieron diversos puntos de vista sobre la sostenibilidad y el estado actual del sector enoturístico como impulsor del desarrollo social y la generación de empleo.
El enólogo, viticultor y profesor de Enología de renombre, Juan Carlos Sancha, enfatizó que «no hay nada más sostenible que un viñedo que vive más de 100 años» y que la sostenibilidad comienza con el respeto a nuestro patrimonio vitícola, incluyendo la recuperación y preservación de nuestras variedades autóctonas minoritarias.
Victoria González, Chief Sustainability Officer en González Byass, subrayó la responsabilidad de cuidar la tierra en la que nacen los viñedos y bodegas, instando a seguir construyendo una ruta más sostenible tanto desde el punto de vista medioambiental como social, para las generaciones presentes y futuras.
Miguel Caño, chef en el Restaurante Nublo de Haro (con una estrella Michelin), resaltó la importancia de usar el sentido común para mantener y gestionar los recursos sin comprometer el futuro.
María José Huertas, sumiller del restaurante Paco Roncero de Madrid, opinó que para ser sostenibles, es fundamental encontrar un equilibrio y establecer normas realistas y de posible cumplimiento.
Tras las intervenciones y las opiniones del público, los asistentes disfrutaron de un menú preparado por El Jardín de Arzábal, lugar del encuentro, maridado con vinos de diversas bodegas de Rioja Alta, incluyendo Bodegas Sancha, Bodegas La Rioja Alta, Bodegas Beronia, Bodegas Ruiz Alfaya y Bodegas Riojanas.
A pesar de que el 85 por ciento de los 77 municipios que componen la Ruta del Vino Rioja Alta tienen menos de 1000 habitantes, el número de enoturistas sigue creciendo. Según datos extraídos del 15º Informe de visitantes a Bodegas y Museos del Vino. Observatorio Turístico Rutas del Vino de España, en 2022, esta ruta fue la segunda más visitada en España, recibiendo un total de 313,974 visitantes. Si se suman las cifras de las tres Rutas del Vino en la Denominación Rioja, alcanzan los 549,737 visitantes, consolidando a la región como el principal destino enoturístico del país por primera vez.
Según explican desde la ruta, estos datos respaldan la idea de que el enoturismo en la Ruta del Vino Rioja Alta desempeña un papel crucial en la creación de empleo, la preservación del patrimonio, el mantenimiento de la población y la lucha contra la despoblación.