Texto y foto: Antonio Egido
La bodega Cooperativa El Arca de Noé de San Asensio ha acogido, los días 25 y 26 de abril, el II Congreso Nacional de Barrios Históricos de Bodegas, fijando en esta edición de 2019 su objetivo en la valorización de la aportación de estos conjuntos urbanos y el beneficio de su recuperación y rehabilitación para los municipios donde están ubicados. Dos jornadas que han vuelto a merecer la atención de unos congresistas que han llegado a las 120 inscripciones, y dado su éxito, invitará a la organización a pensar ya en los temas que abordará en su tercera edición.
En la primera jornada se ofrecieron “cuatro visiones de un todo”, abordando aspectos de la arquitectura, el urbanismo, el patrimonio y el turismo, para cerrar con una charla-debate con los ponentes que ofrecieron cada una de estas visiones. De la arquitectura se encargó Félix Jové, arquitecto, profesor titular de Construcciones Arquitectónicas de la Universidad de Valladolid y miembro fundador del Grupo Tierra, quien apuntó que “hay un déficit de arquitectos que conozcan este tipo de barrios”, es decir trabajar la piedra y la madera pero a la manera tradicional, lo que implicaría una vuelta a los trabajos artesanos, y además “nuevos nichos de trabajo para los jóvenes que quieren vivir en el campo”, lo que puede, a su vez, suponer una forma de fijar la población en los medios rurales. Calificó estos barrios de “espacios irrepetibles” y de “catedrales” si bien estableció las diferencias que hay entre las excavadas bajo las casas del municipio y las de los barrios periféricos. Félix Jové se fijó en la importancia que tiene la legislación y se detuvo en la parte cultural de las bodegas “por lo que lo primero que debemos hacer es documentarlas, seguidamente protegerlas y finalmente convertirlas en una oportunidad de negocio con fijación de población en el medio rural”. Indicó que si bien las bodegas parecen que son todas iguales, son realmente diferentes “porque las han hecho los artesanos, es decir dentro de la homogeneidad encontramos la heterogeneidad”.
El arquitecto, vitivinicultor y enólogo Javier Arizcuren se fijó en el urbanismo para hablarnos del “Caso Ollauri”, una iniciativa privada que ha tenido que luchar con las normas urbanísticas y especialmente se detuvo en la norma europea que “incluye en su texto la palabra “flexibilidad”, lo que permite no cerrar todas las bodegas”, para seguidamente referirse a las estrategias de intervención en esta localidad, que ha tenido cuatro diferentes pasos: “rehabilitación, reconstrucción, adicción y finalmente conexión”, desarrollando cada uno de ellos.
Pablo Alonso, arqueólogo especializado en patrimonio cultural e investigador del Instituto de las Ciencias del Patrimonio del CSIC, nos dijo que la palabra patrimonio puede dar motivo a la confusión, indicando que “no hay una definición de esta palabra” por lo que fue aportando ideas como “el patrimonio es bueno porque sí y hay que conservarlo”, “el patrimonio tiene distintos valores para distintos actores sociales”, o “el patrimonio lo hacemos valioso las personas”. Y seguidamente se dedicó a relacionarlo con el vino, indicando que hay que valorizar los Barrios de Bodegas, hay que recuperar el patrimonio físico de los utensilios, debemos estar atentos a la pérdida del patrimonio microbiológico del mundo del vino, y aconsejó soluciones a la pérdida del mundo del vino como forma de consumo, dejándolas fijadas en: “valorizar el legado que hemos heredado, apostar por los vinos del terroir y nuevos viticultores con mayor precio”, para concluir que debemos potenciar el “vino como legado vivo y no como producto de consumo”.
Finalmente Julia López, gerente de Turismo Cerrato S. L., y Miguel Portillo, gerente de ADRI Cerrato presentaron lo que se viene haciendo cara al turismo en el Cerrato palentino y las consecuencias que han tenido, entre ellas, la de revitalizar los pueblos o servirse del turismo como herramienta de “poner en valor lo que tenemos”, apostando por todo lo que significa el patrimonio intangible que aportan estos Barrios de Bodegas.
En la charla-debate con los cinco protagonistas de las anteriores ponencias se citó y apostó por “lo auténtico”, “nuevas experiencias”, “las costumbres”, “el encuentro con la administración a través de las personas que trabajan en ella”, “la asociación para poder seguir apostando por estos Barrios”, “que hay que contar historias sobre el vino y no sus características organolécticas” o que hay que “conseguir aunar personas para conseguir unos objetivos”. La necesidad de documentar, de dar a conocer, de adaptar la legislación a la realidad de los Barrios de Bodegas, de poner en valor el patrimonio existente y conseguir que se sigan utilizando las bodegas fueron algunas de las conclusiones de la primera parte de la jornada del II Congreso Nacional de Barrios Históricos de Bodegas.
La tarde se completó con visita al Barrio de las Bodegas de Rodezno, siendo atendidos los congresistas por Javier Arizcuren y Noemí Manzanos, y las visitas al barrio de los Bodegas de Haro y finalmente a Bodegas CVNE, dirigidas por José Ignacio Junguitu.
La jornada del 26 de abril
La segunda sesión se inició con la exposición de 4 casos prácticos sobre los ‘Orígenes diferentes, interés comunes: cuatro modelos de bodegas históricas en diferentes zonas vitivinícolas’, que comenzó con la exposición de Leandro Sánchez, representante de QARK que hiló una detalla ponencia sobre los calados de Samaniego y siguió con un caso muy práctico, el de Nuria Serrador, de Bodegas Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre, quien desarrolló el trabajo en enoturismo realizado en su bodega con excelentes resultados.
Juan Manuel Casares, presidente de la D. O. Ribeiro y director de la Estación de Vitivinicultura y Enología de Galicia habló de este vino y su Denominación además del papel que ha venido cumpliendo a lo largo de la historia sin, para este periodista, ceñirse al título de su ponencia” ‘Aldeas de Ribeiro: arquitectura rural y singularidad’, salvo en algunas de las imágenes que nos presentó así como en el vídeo, prácticamente de inauguración que define la ruta del Ribeiro como ‘El camino del vino’.
Todo lo contrario a lo que hizo Juan Manuel Casares, quien desgranó todas y cada una de las acciones que estaban realizando enoturísticamente en el Barrio de Bodegas de Dueñas (Palencia) a través de la Asociación ABCD, “creada por 5 personas y que cuenta ya con 30 socios”, para cerrar con la ponencia de Eva Parga Dans referida a ‘Guanchinches de Tenerife: un patrimonio vivo’, desarrollado por esta investigadora del Grupo de Estudios Territoriales del departamento de Sociología y Ciencias de la Comunicación de la Universidad de La Coruña, que atrajo la atención de los congresistas. Los guanchinches, donde se mezclan los vinos de cosecha propia con platos de cocina tradicional, son un ejemplo del que se pueden sacar muchas conclusiones. Eva Parga expuso que se “trata de un modelo de negocio exitoso y competitivo con consumo de alimentos de kilómetro 0”, que tiene un reconocimiento de marca, unos requisitos legales, un valor para la alimentación de los consumidores y un impacto socio-económico avalado por la venta media del litro que es de más de 6 euros con un beneficio de 3,78 € por litro y un aportación al PIB de la isla del 17, 33 %. No obstante, también comentó que los problemas que se ciernen sobre esta forma de turismo, son los propios del fraude; la llegada de uvas o vinos que no son de la isla por la cantidad de vino que se acaba consumiendo; una publicidad, en ocasiones, engañosa y abordar definitivamente lo que significa, en su complejidad, todo lo que comprende la fórmula “patrimonio guanchinche”.
El Congreso concluyó con una visita al Barrio de las Bodegas de San Asensio y visita a la Bodega Lecea donde se disfrutó de un almuerzo tradicional.
Volvemos al principio
Los 120 asistentes al congreso recibieron la bienvenida por parte del alcalde de San Asensio, Juan Francisco Blanco; de la presidenta de la Ruta del Vino Rioja Alta, Begoña Jiménez; de Luis Alberto Lecea, propietario de Bodegas Lecea, alma mater de este Congreso que le definió como el de la consolidación, al tiempo que lanzaba una pregunta que esperaba que consiguiera respuestas en las dos jornadas, ¿qué se puede hacer con los Barrios de Bodegas?; y finalmente de la consejera de Desarrollo Económico, Leonor González, en representación del Gobierno de La Rioja, que afirmó que los Barrios de Bodegas “aúnan patrimonio, tradición y son, sin duda, potenciales puntos de interés turístico para nuestros visitantes”. Por ello, recordó que el Ejecutivo riojano colabora desde el año 2016 con el Colegio de Arquitectos de La Rioja para la realización de estudios de recomendaciones técnicas para las actuaciones en los Barrios de Bodegas de diferentes municipios de La Rioja. Y especificó que hasta el momento se han llevado a cabo estudios en una veintena de pueblos y “este año 2019 está previsto que se sumen otros seis” entre los que se incluye San Asensio.
González Menorca señaló que es necesario asegurar una protección preventiva para las bodegas con más de 100 años de antigüedad, máxime desde que en 2015 el paisaje cultural del Vino y el Viñedo de La Rioja fue declarado como Bien de Interés Cultural (BIC), destacando que los Barrios de Bodegas suponen un “modelo de crecimiento ligado al territorio, al medio, a la agricultura y al modo de vida de los pueblos, formando parte del paisaje rural y urbano de La Rioja. De ahí, la importancia que tienen en el ámbito cultural, patrimonial y etnográfico”.
El encuentro está organizado por la Ruta del Vino Rioja Alta, Bodegas Lecea y el Ayuntamiento de San Asensio y cuenta también con la colaboración del Colegio de Arquitectos de La Rioja (COAR) y Rioja Turismo.
Y las conclusiones del creador de este, ya, Congreso
Luis Alberto Lecea comentó a La Prensa del Rioja, una vez finalizado este II Congreso que: “El año pasado fue el primero y las cosas no dejan de ser complicadas por su puesta a punto aunque le resultado fue excepcional, por la asistencia de gente, las ponencias impresionantes y un tema de comunicación muy interesante, pero fue el primer año en que empezamos a crear conciencia y crear grupos de conocimiento y grupos de trabajo. Este año, en colaboración con las Rutas del Vino, ha habido un tema muy importante de colaboración, la organización ha sido mucho más potente, el tema de comunicación se ha multiplicado y ah resultado un congreso mucho más estructurado y de hecho ya lo denominamos Congreso. Las ponencias han sido perfectas, ni mejor ni peor que el año pasado, la asistencia igual, porque muchas veces se va a algo porque es su primera cita, pero nos hemos encontrado que en esta segunda edición se han repetido las expectativas y las ponencias maravillosas, abriendo un poco más los conceptos del año pasado de bodega en barrio viejo a historia y mundo del vino, e incluso este año nos hemos volcado en la persona que está trabajando con el vino, con ejemplos muy bonitos. Se ha ampliado el concepto a nuevas vías de trabajo y espero que el año que viene se repita pues sobra mucho material. Creo que hemos conseguido en este segundo año la madurez, hemos conocido a nueva gente, y lo que espero desde aquí es que salga un buen grupo de trabajo que durante el año tenga contactos y que esto se siga manteniendo en el tiempo porque no debe depender de la iniciativa personal de nadie, ni de una organización que apueste por él, sino de un grupo de gente que apueste realmente por la continuidad”.