Según José Ramón Jiménez Berger, El Educador en Vinos, los enoturistas que vienen a conocer Rioja se van impresionados de nuestro nivel de instalaciones, vinos y la calidad de vida
Texto: Mirian Terroba
redaccion@laprensadelrioja.com
Aunque con su empresa El Educador en Vinos lleva 13 años, en realidad José Ramón Jiménez Berger lleva más de 20 años en el sector del enoturismo. acercando el vino a cualquier amante de este mundo, a través de cursos, actividades turísticas y catas adaptadas a las necesidades de particulares o empresas.
Actualmente recibe, planifica y guía a una variada clientela, compuesta por “turistas españoles con curiosidad en conocer el mundo de la cata y el maridaje, turistas españoles que viajan conociendo regiones vitivinícolas, turistas extranjeros amantes del vino que viajan buscando destinos enoturísticos, clientes de bodegas (turistas o invitados) y clientes y personal de empresas no relacionadas con el sector que vienen a La Rioja por motivos de trabajo”.
Respecto a la evolución perfil del enoturista a lo largo de su trayectoria, Jiménez Berger puntualiza que “en realidad se han ido añadiendo nuevos sectores. Empecé con clientes de bodegas y ahora tengo más clientes directos que buscan mis servicios. Es remarcable el cambio de edad de los turistas, ya que ha bajado de la media de 40 años de cuando empecé a una importante bajada a los 30”.
De estos enoturistas que atiende, un 30% son extranjeros. “Es más variado el tipo de enoturista nacional que el extranjero. Los que vienen de fuera pueden ser invitados por empresas o enoturistas exigentes que quieren actividades en privado para ellos. No miran el precio de una actividad privada para dos personas”.
Los enoturistas que vienen a conocer Rioja “esperan encontrar una región de vino mundialmente conocida y se van impresionados de nuestro nivel de instalaciones, vinos y nuestra calidad de vida. Además de irse con la sensación de haber estado en una región preparada para este tipo de turismo, se van encantados con el carácter de la gente y su capacidad de acogida. La gastronomía es uno de los puntos más importantes que se busca”.
Las tendencias y gustos en el consumo de vino están cambiando y El Educador en Vinos lo percibe en las vistas que atiende. “Lo más sorprendente es el cambio de consumo entre la gente más joven. Vienen con aplicaciones como ‘Vivino’ descargadas en el móvil, te preguntan por elaboraciones diferentes, influencia del cambio climático, pero al mismo tiempo están muy abiertos a probar vinos premium, vinos clásicos o vinos de carácter más ‘tipo bar’. Son bastante más curiosos que los clientes de más edad que, puede que se hayan quedado estancados en el Rioja clásico”.
En Rioja se han producido cambios para dar valor a la diversidad, potenciando el vino blanco o rosado, por ejemplo, y con la incorporación de nuevas figuras como Vino de Pueblo, Viñedos Singulares o Espumosos de Rioja, pero “la verdad es que la mayoría de mis clientes no conoce esta nueva diversidad, o han oído algo pero no están muy al corriente de las características de estos cambios. Lo que sí es cierto es que son muy receptivos a descubrirla y a querer entenderla y, sobre todo, a cómo les puede influir a ellos a la hora de la compra en sus lugares de origen. La pregunta del millón es si, por entrar en este tipo de clasificación nueva, les va a afectar en el precio y, sobre todo, si ese precio va a ser coherente con la calidad”.
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