Máster de Enoturismo de la Universidad de La Rioja

ENTREVISTA:
Eduardo Rodríguez Osés, director del Máster de Enoturismo de la Universidad de La Rioja

La Universidad de La Rioja ha iniciado 2024 con la primera edición del Máster en Enoturismo como gran novedad. Eduardo Rodríguez Osés es el director de una especialización que comienza con una veintena de alumnos que, además de España, proceden de latitudes tan variadas como Reino Unido, Brasil, Chile, México o China. Rodríguez Osés, director general de Cultura y Turismo de La Rioja entre 2015 y 2019, analiza el estado de salud del enoturismo en Rioja y las posibilidades estratégicas del sector.

 

¿Qué aporta el máster tanto a los profesionales del sector como a aquellas personas que quieren formar parte de él?
El máster está orientado hacia la cualificación profesional. Pensamos en aquellos jóvenes que quieren dar sus primeros pasos, siendo conscientes de que probablemente se van a encontrar dentro del grupo con profesionales que tienen muchísima experiencia dentro del enoturismo. En este caso, el máster sirve para recualificarse o mejorar. El máster les permite hacer un punto de inflexión, conocer experiencias y reformularse en el sector. 

– Podemos pensar que por ser Rioja sabemos todo o casi todo en el sector. ¿Esto ayuda o puede ser una dificultad a la hora de lanzar un máster de enoturismo?
La marca Rioja es importantísima y buena parte de todo aquello con lo que contamos es interesante para el máster. Tenemos muchísimas bodegas en Rioja, grandes, pequeñas, familiares, innovadoras… Pero tenemos mucho que aprender. Tenemos que ser conscientes de que hay países que juegan con ventaja porque ya mueven grandes flujos turísticos en enoturismo. Pero podemos ser diferenciales: la propia naturaleza de lo que son las tradiciones de la tierra, cuando vamos a un mundo global en el que todo es casi igual, es una ventaja.

– Desde hace unos cuatro años hablamos de liderazgo de Rioja en enoturismo. ¿Nos estamos precipitando con esta afirmación?
Tenemos que defender ese liderazgo con cierta alegría y además con positivismo. Pero me gustaría hablar con datos mucho más objetivos. Necesitamos estadísticas de enoturismo. Por ejemplo, nos basamos en datos de Acevin, con encuestas con una población muy reducida, en la que los datos de Rioja los encontramos en tres comunidades autónomas diferentes en lugar de en una Denominación. Me gustaría que las estadísticas no se centraran exclusivamente en los números, y que hablaran de calidad y de identidad.
Nuestra región tiene una posición: tiene marca, nombre, recursos. 

”Necesitamos datos objetivos,
más encuestas, para conocer
el estado del enoturismo en Rioja”

– ¿Cómo son los departamentos de enoturismo en las bodegas de Rioja?
Los departamentos de enoturismo son enormemente complicados. Hay muchísima rotación en el personal. El departamento de enoturismo suele ser el ‘patito feo’ de la bodega. Queremos ponerlo en marcha y que sea rentable en dos días y eso no funciona así. Los departamentos de enoturismo tienen algo que considero maravilloso: clientes a los que pueden fidelizar y que se pueden llevar la mejor imagen de su empresa durante una hora y cuarto, una hora y media o dos horas. En muy pocos productos se tiene a una persona durante dos horas realizando una experiencia. Pero nos queda mucho por hacer, porque no podemos estar contando en todas las bodegas lo que es la fermentación, por ejemplo. Debemos hacer una visita lo más personalizada posible e incluso hacerla divertida, trabajar con inteligencia emocional.

– ¿En qué se diferencia el máster de enoturismo de la UR de otras propuestas similares?
El máster ya no es exclusivamente un máster. Se están haciendo muchas actividades con el Plan de Transformación gracias a los fondos europeos, a través del proyecto Enorregión. Si me ciño al máster, creo que hemos conseguido una buena combinación entre lo que se hace online y lo que se hace presencial. Por otro lado, están las relaciones profesionales.

Me atrevería a decir que los alumnos de esta primera edición van a ser colegas y formar parte de una red profesional de por vida. Tenemos un perfil multidisciplinar con distintos niveles de experiencia. Contamos con periodistas, psicólogos, ingenieros…, y esto nos da mucha riqueza. También tenemos un cuadro excelente de profesores. Por otro lado, el precio es un precio muy razonable. Todos esos elementos son importantes y además es enormemente flexible porque tenemos tal cantidad de acuerdos internacionales y tal flexibilidad para las prácticas que cada uno de los alumnos va a hacer sus prácticas en la bodega que desee y en el país donde reside. Y después hay otro aspecto: el alumno va a tener un trabajo fin de máster dirigido, dirigido por profesionales o por profesores, que puede ser aplicable en la empresa privada.

– ¿Cuál es el perfil ideal para llevar ese departamento de enoturismo? ¿Cómo se trabaja desde el máster?
En primer lugar, hay que tener pasión por esta actividad. Después, saber escuchar y tener empatía con los clientes: que cada actividad sea algo nuevo. En tercer lugar, saber manejar la comunicación. Luego ya entramos en la preparación técnica y en trabajar la gestión y la planificación. Por otro lado, si tu carrera no ha sido de enología, tienes que conocer ciertos elementos de viticultura y enología. También trabajamos la parte de patrimonio natural, y en este caso también cultural, porque cada vez las experiencias son mucho más ricas. Los idiomas los damos por hecho en el profesional. Actualmente, en Rioja el 70% de las visitas se hace en español, con lo que hay un porcentaje que crece que se hace en otro idioma.

– ¿Hay demanda laboral en el sector enoturístico?
Sí, las bodegas lo demandan y además, aquellas que tienen un proyecto y visión a largo plazo, cuidan a sus profesionales. El enoturismo va unido a la marca de una bodega y sabes que tienes que cuidar ese departamento. Hablamos de reputación y fidelización de clientes y eso son ventas. 

– ¿Tienen que estar todas las bodegas en enoturismo?
Tienen que estar aquellos que realmente desean y están convencidos de trabajar en esa línea. Las cosas no se pueden hacer a medias tintas. Para mí, para aquel que quiere trabajar en enoturismo, tiene que ser el ADN de su proyecto. No se puede externalizar. En la actualidad, tenemos poco más de 100 bodegas haciendo enoturismo y un universo de unas 200 personas trabajando en el sector.

– ¿Qué diferencia hay entre un director de turismo y un investigador y profesor que es director de un máster universitario de enoturismo?
Desde una posición política, puedes tener que medir más lo que expresas. En la universidad, la conversación va por otro camino. En cuanto al enoturismo, cuando estoy con compañeros de marketing, por ejemplo hablamos de los tiempos de atención de los que dispone el vino. Muchos productos disponen del tiempo de un vídeo o unos segundos en redes. En cambio, con el enoturismo las experiencias son de más de dos horas, y además con gastronomía, así que ahí tenemos un potencial enorme para explotar.

”El enoturismo en Rioja
está en su mejor momento,
pero eso no quita para que podamos
hacer muchísimas más cosas”

– ¿Sabemos leer en Rioja al nuevo consumidor del mercado del vino?
Hay experiencias enoturísticas y visitas en Rioja que son completísimas. Las puede estar haciendo perfectamente una familia con niños o un grupo de personas de alto poder adquisitivo que están en una despedida de soltero. Merece la pena generar un debate sobre cómo son nuestros consumidores actualmente, cómo lo van a ser con una visión a medio y a largo plazo, y cómo podemos hibridar experiencias o tener otros elementos. No digo que haya que darle a todos los palos. Normalmente cada una de esas experiencias puede ir a un sitio y podemos mezclarlo también con deporte, tratamientos de salud, tratamientos de piel… Tenemos que abrir los brazos a los nuevos visitantes.

– ¿Se ha evolucionado de manera muy rápida en enoturismo en La Rioja?
Se están haciendo cosas muy creativas y hay una muy buena combinación con gastronomía. Hay posibilidades asequibles, premium, para todas las economías. Además hay pueblos que están muy vivos lo que les permite combinar propuestas variadas en un mismo territorio. También me atrevería decir que tenemos una comunidad enormemente interesante para hacer otras cosas. Debemos pensar que a los visitantes les puede interesar combinar vino con otro tipo de turismo y eso se puede hacer en La Rioja. Tenemos dinosaurios, aguas termales, patrimonio, hacer deporte, paisaje, viajar en globo…

– Burdeos señala que una de las claves del éxito de su modelo es la colaboración público privada, y la idea que tienen todos, de que son un equipo, de que van conjuntamente. ¿Tenemos que trabajar en Rioja este concepto de equipo en enoturismo?
Considero que hay que trabajarlo de un poco a mucho. Pongo un ejemplo, en Burdeos tienen un City Pass. Tienes 40 ó 50 actividades muy buenas para todos los públicos. Aquí deberíamos contar con un Rioja Pass. Un turista no tiene todo el tiempo del mundo y, cuando la propuesta está estructurada y combinada con desplazamientos en una misma tarjeta, le facilitas mucho la visita. En cualquier caso, creo que ahora mismo en enoturismo en Rioja estamos en el mejor momento, pero eso no quita para que podamos hacer muchísimas más cosas.

– ¿Es necesaria una Dirección o Subdirección general de Enoturismo en el Gobierno regional? ¿Cuál debe ser el papel del Gobierno de La Rioja en este sector?
No creo que sea necesaria esa Dirección General de Enoturismo. Desde la Dirección General de Turismo se puede impulsar el enoturismo, pero tienes que ir de la mano de las otras dos comunidades autónomas de la Denominación de Origen. En cuanto a la participación, la aportación del sector público tiene que ir en la línea de hacer campañas de promoción y hacer marca. También debe ayudar a hacer estructuración en la oferta, diseñar estrategia, hacer paquetes, mejorar en las infraestructuras o trabajar con touroperadores

Entrevista publicada en el nº246 de La Prensa del Rioja. DESCARGAR PDF

 

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