El Best Of Club Bilbao-Rioja se ha reunido en Bodegas Baigorri para conocer cómo pueden la hiperpersonalización, los avatares multilenguaje y los gemelos digitales crear valor en las experiencias turísticas
“La inteligencia artificial ha llegado a nosotros y es primordial aceptarla como una herramienta más de trabajo. La generación de datos de nuestros clientes desarrollando experiencias personalizadas es de vital importancia para predecir su comportamiento y desarrollar la creatividad en la toma de decisiones de nuestro negocio. Las bodegas tenemos que adaptarnos para no quedarnos al margen de las necesidades de nuestra sociedad”. Con estas palabras, Simón Arina, director técnico y enólogo de Bodegas Baigorri recibió como anfitrión a los responsables de enoturismo de las empresas premiadas con un Best Of Wine Tourism que ofrecen los mejores servicios de atención al turista del vino en Álava, Bizkaia y La Rioja que el Best Of Club -iniciativa del Comité Bilbao-Rioja de la Red Mundial de Grandes Capitales del Vino- ha reunido en su bodega para hablar sobre Inteligencia Artificial aplicada al enoturismo.
El especialista en inteligencia artificial y COO de Dive.Tech Juan Pedro Churruca aseguró que “vivimos en una etapa de cambio y transformación a todos los niveles donde personas y organizaciones se enfrentan a un desafío tecnológico continuo. La tecnología y su adopción evolucionan a diferentes velocidades, creando una brecha cada vez mayor entre las posibilidades tecnológicas y su traducción a la realidad”.
En este contexto, explicó, “la inteligencia artificial ya está transformando la industria y se espera que redefina nuestra forma de trabajar, acelerando la oportunidad de reinventarse. La IA ofrece infinidad de casos de uso a las empresas en general, y a las que ofrecen servicios de enoturismo en particular, para crear valor en el análisis de comportamiento de clientes, proyecciones, chatbots e hiperpersonalización de experiencias”.
El enoturismo ofrece experiencias, y estas pueden ser mejor diseñadas por la inteligencia artificial generativa. “Aunque debemos tener en cuenta que las IA son sistemas de aprendizaje que hay que saber entrenar; si no, no funciona”. Para realizar este entrenamiento y reentrenamiento continuo, ha explicado, “se precisan científicos de datos y la creación de nuevos empleos que serán de mayor calidad que los actuales, teniendo en cuenta además que entre un 40 y un 60% de estos últimos se verán impactados por la IA”.
Amplias posibilidades
Las bodegas y otras empresas de enoturismo pueden beneficiarse de “un amplísimo rango de soluciones de IA: creación de contenidos, gemelos digitales, conversacional ‘travel planning’ y generación de avatares multilenguaje como asistentes virtuales de soporte, atención al cliente y de elección de itinerarios de enoturismo y experiencias, por mencionar sólo algunas”.
El experto señaló que, a las conocidas aplicaciones de creación de contenidos para webs y redes sociales, las IA aplicadas al enoturismo pueden utilizarse para la documentación de productos, creando descripciones personalizadas de vinos, sugerencias de maridaje y visitas relacionadas con ellos y el paisaje del viñedo y la cultura del vino.
Así, la IA es capaz de generar etiquetas personalizadas, así como materiales didácticos para sommeliers, guías de enoturismo y aficionados al vino, facilitando el aprendizaje sobre cata, maridaje y procesos de vinificación. Las bodegas pueden desarrollar campañas publicitarias dirigidas a segmentos de público muy concretos y generar historias de marca más convincentes y cercanas a su propia historia, visión y a los intereses de sus clientes.
Gracias a la IA es posible ofrecer itinerarios personalizados para los visitantes, basándose en sus preferencias y experiencias previas, “proporcionando así una experiencia de enoturismo única y memorable”, explica Juan Pedro Churruca.
Asistentes y entrenadores de cata
El especialista de Dive.Tech ha explicado cómo funciona la hiperpersonalización en enoturismo. Su objetivo podría ser, como ejemplo, la creación de un asistente virtual capaz de aprender de las interacciones/conversaciones con el usuario a través de su app móvil, aprendiendo paulatinamente sus gustos, con la intención de que las recomendaciones se ajusten cada vez más a sus preferencias.
Otra aplicación destacada es la creación de avatares multilenguaje orientados a la asistencia conversacional a los turistas durante su estancia y en cualquier idioma. Se podrían utilizar para ofrecer información, generar itinerarios, previsión meteorológica o replanificación de las actividades diarias de la ruta enoturística previamente seleccionada por el usuario.
Por su parte, un gemelo digital facilitará recorridos virtuales estancia por estancia en cada bodega, alojamiento o en cada viñedo, con recomendaciones ajustadas directamente a nuestros gustos y expectativas. Asimismo, inteligencia artificial y gamificación, combinadas, abren posibilidades a la creación de entrenadores para la cata de vinos, ayudando a los usuarios a mejorar sus conocimientos y técnica, incentivando el disfrute de los vinos y el territorio donde se elaboran.
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