Un viaje entre bodegas, viñedos, cultura y gastronomía para compartir en San Valentín
Catas, actividades en viñedos, visitas premium, spas y la posibilidad de pasar la noche en una bodega son solo algunas de las experiencias que podrás disfrutar durante tu escapada romántica a Rioja. Si quieres sorprender a tu pareja en San Valentín, toma nota de todo lo que podréis descubrir.
– Vivir experiencias en bodegas ¿Qué tal sobrevolar en globo el mar de viñedos? Recorrerlo en bici o disfrutar de un picnic en un guardaviñas es también una opción excelente ¿O mejor conectar con uno mismo con una sesión de yoga y spa en una bodega? ¿Y qué tal dormir en una bodega? De arquitecturas contemporáneas, centenarias, familiares rodeadas de viñedos o montañas, flanqueadas por un río, con calados históricos de atractivos singulares, las auténticas catedrales del vino son capaces de sorprender en Rioja con experiencias enoturísticas únicas, capaces de combinar vino, gastronomía, arte, cultura, aprendizaje y diversión.
Más de 200 bodegas que son auténticas joyas despliegan diversos planes tentadores como catas de vino y maridajes, sesiones de spa, visitas a museos o experiencias educativas en torno a la vitivinicultura, entre otras muchas opciones para poder disfrutar de una experiencia enoturística única.
Ideales para disfrutar en una escapada en pareja son los hoteles y spas situados en la bodega, que ofrecen una estancia perfecta para conjugar entorno rural y alojamiento con encanto e inmersión en el mundo del vino.
– Recorrer pueblos vitivinícolas. En Rioja descubrirás encantadores pueblos vitivinícolas impregnados de historia y un atractivo especial. Varios de estos lugares están catalogados entre los Pueblos Más Bonitos de España, como Briones, Sajazarra o Laguardia, y también entre los Pueblos Mágicos de España, como Elciego y Cuzcurrita del Río Tirón.
Otros municipios como Laguardia, Samaniego, Haro, Briones, Briñas, Sajazarra, Cuzcurrita, San Vicente de la Sonsierra, Aldeanueva de Ebro, Alfaro, Arnedo, Calahorra, Quel, Elciego, Labastida, Nájera, Viana, Mendavia… invitan a adentrarse en sus trazados medievales, con calles alargadas y angostas, plazas y callejas que invitan a perderse, y déjate llevar por su ambiente animado y acogedor. Recorre su rico patrimonio, desde construcciones medievales, como castillos, torres o murallas, hasta palacios, iglesias e incluso restos arqueológicos como dólmenes o lagares rupestres.
– Impregnarse de historia en un entorno singular. Seas amante del vino o no, visitar la Denominación de Origen Rioja permite sumergirse en una cultura vitivinícola ancestral en entornos singulares y paisajes increíbles. Atravesada por el Camino de Santiago, Rioja ofrece una rica historia, con tesoros históricos que transportan a los visitantes a épocas pasadas. La Ruta de los Monasterios, con Yuso y Suso a la cabeza – Cuna del Castellano y Patrimonio de la Humanidad-; catedrales (Calahorra, Santo Domingo de la Calzada, Logroño) castillos y leyendas. Aprovecha la oportunidad de explorar pintorescos pueblos vitivinícolas que encierran un encanto especial. Algunos de ellos han sido reconocidos entre los Pueblos Más Bonitos de España, destacando Briones, Sajazarra, y Laguardia.
– Saborear los bocados más deliciosos. Tradición y vanguardia evidencia de la riqueza culinaria de la región. La Rioja es reconocida por calidad de los productos de la tierra y por una cocina que despierta el apetito, por ejemplo, con platos típicos como caparrones, patatas a la riojana y chuletillas al sarmiento, y otros más vanguardistas y de alta cocina que han llevado a la ser la región con el mayor número de estrellas Michelin por habitante.
Lo descubrirás en restaurantes en cualquier rincón de la región con experiencias de kilómetro cero, en establecimientos de renombre, en la cocina local, o en animados bares de pinchos en cualquier municipio o en las famosas zonas de tapeo como Laurel y San Juan en Logroño, la Herradura en Haro, la Plaza el Raso en Calahorra o la Plaza del Quiosco en Ezcaray.