ENTREVISTA: Iñigo Nagore, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de La Rioja
Con motivo de la presencia del Gobierno de La Rioja en la edición 2016 de Alimentaria -que cuenta con la participación en su stand de 32 empresas: Intervin, 23 –individual 16; agrupado, 7-; Intercarn, 4; Expoconser, 3; Interlact, 1 y Restaurama, 1- repasamos con el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de La Rioja, Iñigo Nagore, la situación de un sector del que se encuentra al frente desde hace 9 años.
Texto: Antonio Egido
Es consciente de que lleva 9 años de consejero?
– No… si lo fuera… aunque la verdad es que me gusta mucho serlo.
– ¿Está fuerte?
– Sí, si no lo estuviera, no seguiría. Estoy con mucha ilusión por hacer cosas por el sector agrario y agroalimentario y porque tengo un nuevo equipo que conformar tras la salida de dos directores generales de la parte agraria lo que supone que cuento con gente joven, que tiene muchas ganas de trabajar y empuje, para hacer cosas eficaces para el sector.
Son las dos primeras preguntas a las que responde Íñigo Nagore Ferrer (Pamplona, 1963), un ingeniero agrónomo que desde 1991 a 2007 fue director general: primero de Agricultura, Ganadería y Montes del Gobierno de Navarra (1991-1995) y luego en La Rioja, de Investigación y Desarrollo Rural (1995-1999) de Desarrollo Rural (1999-2007), hasta que subió un peldaño más en su carrera política para convertirse en consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, o en sus diferentes cambios de nombres, hasta la actualidad.
– No obstante, ésta es una legislatura diferente…
– Hemos notado muchos cambios y la verdad que ésta es una legislatura completamente diferente porque hemos pasado de tener mayoría absoluta a tenerlo que pactar prácticamente todo y en ese sentido el diálogo ha sido muy importante. También el estilo del nuevo presidente que no tiene nada que ver con el del anterior, pues le gusta poner todo en común y hablamos mucho de todos los temas, quizás motivado también por el nuevo escenario político que tenemos ahora mismo. Sí, la forma de proceder es diferente. Antes era mucho más sencillo todo.
Le recuerdo al actual consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente que sus objetivos para cerrar como correspondía su anterior legislatura era conseguir que la Denominación de Origen Calificada Rioja fuera figura jurídica para asumir el rol de control que no tenía y dejar diseñada la política de desarrollo rural de los próximos años, a lo que nos responde que “gracias a Dios, lo primero está conseguido El Consejo Regulador ya tiene la figura jurídica de corporación de Derecho Público por lo cual puede solucionar muchos de los problemas jurídicos que tenía, sobre todo con el tema de expedientes sancionadores ya que al final el Ministerio hizo caso de las peticiones que hacíamos desde Rioja, y sobre la Ley de Desarrollo Rural tenemos ya diseñado, aprobado y puesto en marcha el nuevo programa de desarrollo rural que tiene una serie de medidas dirigidas al sector agrario y agroalimentario que ahora mismo se encuentran en plena ejecución, aunque todavía falta poner en marcha alguna medida novedosa como, por ejemplo, todo lo relacionado con la innovación en el sector agrario. Pero no nos hemos parado, terminamos unos proyectos y tenemos nuevos retos por delante como, por ejemplo, lo que tiene que ver con un nuevo marco legislativo sobre el sector agrario y agroalimentario, una nueva Ley Agraria que sea el marco de referencia en el que se desenvuelva el sector en La Rioja y que tiene que abarcar muchos ámbitos como el de las infraestructuras agrarias, el modelo de explotación agraria, el modelo de incentivos al sector o todo lo relacionado con la interlocución con el sector o la sanidad vegetal… una Ley que sirva de referencia al desarrollo del futuro del sector, que ponga las bases de lo que queremos para el sector agrario riojano, es decir, que sea competitivo e innovador. Queremos que esté aprobada en esta legislatura por lo que ya celebramos reuniones sectoriales para debatir y profundizar en cada uno de los temas y a partir de ahí empezar a elaborar el borrador que se presentará en un futuro en el Parlamento”.
De la PAC y la CE
Le recordamos que al final, la PAC no gusta a casi nadie, a lo que Íñigo Nagore indica que “a mí tampoco me gusta cómo ha quedado la PAC y en ese sentido soy un poco crítico porque se ha perdido una oportunidad, aunque yo creo que siempre hay tiempo para recomponerla. Se tomó una decisión que era que todo continuara más o menos igual, de manera que se ha articulado un sistema enormemente complicado y que es muy difícil de entender, de manera que todavía nos están comunicando los derechos de pago que tiene cada agricultor y ganadero, que se hará a partir de abril, pero que es un sistema muy complicado. Al final no hemos conseguido que las ayudas fueran dirigidas a aquellos que trabajan y se dedican a la agricultura, pero esto no ha ocurrido porque el Ministerio no haya querido sino porque la Comisión no lo ha recogido. La ventaja, por señalar algo positivo, es que la nueva PAC está ya funcionando, los agricultores y los ganaderos están cobrando las ayudas, y vamos a ver qué depara la revisión que se va a hacer a partir de 2018”. Y le pedimos que nos valore el último movimiento de la Comisión Europea (CE) que ha echado atrás la Ley de Defensa de la Calidad de la Viña y del Vino con la que el Parlamento riojano, por unanimidad, quiso brindar a la región de las plantaciones de vino de mesa, lo que en principio parece darnos un palo, aunque el consejero no es de la misma opinión: “yo no lo considero un palo, porque al final tenemos un marco regulatorio que regula al sector vitivinícola y que deja una puerta abierta a que se puedan hacer replantaciones de vino de mesa con el compromiso por escrito de no comercializarlo como Denominación de Origen, y hablamos de replantaciones. Nosotros habíamos aprobado una Ley en el Parlamento a la que la Comisión le parece que contraviene este reglamento y lo que estamos haciendo es negociar una solución, una adaptación de esa Ley que si bien cumpla la normativa europea, intente evitar la tentación que pueden tener algunos de hacer replantaciones para vino de mesa y eso lo podemos hacer, en primer lugar, estableciendo unos controles exhaustivos; en segundo lugar, actuando en el momento que se detecte cualquier incumplimiento al compromiso adquirido, declarando automáticamente el viñedo ilegal con obligación de arrancarlo y en tercer lugar que se establezca una tasa que cubra esos gastos extras que vamos a tener que soportar por controlar el destino de esa producción de vino de mesa. No obstante una cosa es el riesgo que existe y la alarma que se crea con esta posible vía de entrada y otra muy diferente, la realidad. Y la realidad nos dice que, en general, los viticultores son sensatos y no hay prácticamente ninguno a los que se les ocurra hacer este tipo de cosas. ¿Qué hay que tener prevista una fórmula para evitar que todo esto se produzca?, pues sí. Pero eso lo evitamos con esa Ley de Defensa de la Calidad y con esta modificación de la Ley, pero es más la alarma que el problema real. Por todo ello no creo que haya sido un varapalo de la Comisión Europea”.
Un pormenorizado repaso al sector agrario y agroalimentario
Es complicado evaluar el momento en que se encuentra el sector agrario y agroalimentario de La Rioja, pues como el mismo consejero afirma “está como siempre, es decir, con luces y sombras. En su conjunto el sector agrario está con problemas por las incertidumbres que se ciernen sobre él, pero si pones la lupa sobre cada uno de ellos, hay sectores que van muy bien y otros no. En su conjunto van razonablemente bien, si te fijas en la renta agraria de La Rioja que ha venido creciendo de forma ininterrumpida en los últimos 5 años, pero claro, es el dato global. Si entras a fijarte en los datos particulares, te das cuenta que la renta agraria aquí está muy influida por el sector vitivinícola, por lo que si va bien, la renta da bien, pero eso esconde otras realidades que no van tan bien, como es el sector de los cereales, que ahora mismo ha bajado mucho, al ser un sector que se mueve por la especulación mundial, o determinadas actividades ganaderas. En este momento el porcino, las hortalizas o las frutas lo están pasando mal, por diferentes razones, frente a la viña, el de los frutos secos o el olivo que van bien”.
Bien-mal, arriba-abajo, más-menos, son palabras que nos sirven para dar un repaso a las diferentes Indicaciones Geográficas Protegidas de La Rioja, que comenzamos con el champiñón, el aceite, la pera y la manzana de Alhama, que para Íñigo Nagore, “en el caso del champiñón sigue bien aunque los industriales tienen el reto de orientar la producción hacia el fresco, que es el que da mayor valor añadido; el aceite de La Rioja sigue funcionando muy bien; la pera con Denominación se remunera en un mercado que cada día busca más y de la manzana de Alhama, tengo que comentar que tiene una calidad excepcional y lo que se está buscando es la incorporación de nuevos agricultores para que se involucren para comercializar la marca. El problema es que tiene solo un operador ahora mismo, pero está resultando muy bien”.
Seguimos con los pimientos, la coliflor y los espárragos, que en palabras del consejero reciben estos análisis: “del pimiento diría que bien pero no crece la Denominación, falta masa crítica y por ello no termina de despegar como quisiéramos. La coliflor es un producto que se estaba empezando a recuperar pero el último año ha sido dramático por la falta de frío que ha desembocado en una acumulación de la producción y al final el precio se ha hundido. Eso ha hecho que los pasos que se estaban dando para recuperar la Denominación Geográfica se haya ralentizado. Pero la coliflor de Calahorra tiene una calidad que está reconocida por el mercado y ese es un hecho objetivo. En cuanto a los espárragos se estaban empezando a recuperar un poco debido especialmente a la labor que se estaba haciendo para, a través de una cooperativa, comercializar el espárrago fresco, que es donde vemos que puede tener más futuro”.
Avanzamos con otras Denominaciones, proponiendo al consejero que nos comente el momento actual del queso camerano, la alubia de Anguiano, la nuez de Pedroso y el chorizo. Sobre el primero –nos indica– tengo que decir que va muy bien, pues todo lo que se produce, se vende. La alubia de Anguiano está creciendo. Se trata de un producto con el que se han hecho las cosas bien, se ha cuidado la marca, y poco a poco se va expandiendo su cultivo, que es justamente lo que hay que hacer con una marca. Es lo mismo que está ocurriendo con la nuez de Pedroso, que va extendiendo su ámbito de producción por pueblos del Najerilla y otras zonas y en ese sentido está despegando poco a poco. Y la Denominación del chorizo está un poco parada pero hay operadores que se están interesando por ella y espero que en un futuro inmediato despegue definitivamente y tenga presencia en los mercados, aunque necesita una ampliación de los productores. Yo le auguro un buen futuro”. Dejamos a un lado las relacionadas con la carne ya que las marcas colectivas, en estos casos, no funcionan y terminamos con el pan de Denominación sobre el que Íñigo Nagore apostilla que “está funcionando realmente bien porque los ciudadanos han redescubierto el pan de La Rioja, es decir el pan sobado, que está atrayendo la atención de muchos lugares de nuestra geografía”.
El artículo completo está publicado en el nº 215 de La Prensa del Rioja