Martínez Somalo, DOCa Rioja y el Bar Blanco y Negro han sido galardonados por más de un siglo de tradición, innovación y excelencia culinaria, en reconocimiento a su trayectoria, continuidad y aportación a la gastronomía riojana

La Academia Riojana de Gastronomía, que reivindica el papel de la cocina de La Rioja  como motor cultural, social y económico, celebró el pasado 15 de octubre en el Centro de la Cultura del Rioja la IV edición de sus premios, una cita que reunió a los principales referentes de la gastronomía, la hostelería y el vino de la Comunidad. La gala, conducida por el periodista José Ribagorda, rindió homenaje a la excelencia culinaria y vitivinícola de la región, poniendo en valor el talento, la dedicación y el tiempo como garantía de calidad e identidad.

El acto contó con la participación del presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán de Miguel; el alcalde de Logroño, Conrado Escobar; y el presidente de la Academia Riojana de Gastronomía, Pedro Barrio. Más de 150 profesionales del sector asistieron a una velada que concluyó con una degustación de pinchos tradicionales riojanos reinterpretados por el restaurante ARSA.

El tiempo como garantía de excelencia

El denominador común de los premiados este año es el tiempo: los tres superan el siglo de existencia, simbolizando la constancia, la tradición y la búsqueda permanente de la calidad frente a los desafíos de la modernidad.

Martínez Somalo, empresa de embutidos y jamones de Baños de Río Tobía, ha sabido conjugar tradición e innovación a lo largo de seis generaciones. Su directora, Elena Martínez Garnica, destacó la capacidad de la firma para adaptarse sin perder la esencia artesanal que la define, convirtiendo su nombre en sinónimo de sabor y excelencia. El galardón fue entregado por el presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán.

La DOCa Rioja, referente indiscutible de la viticultura internacional, representa la fuerza de un vino que ha llevado la identidad riojana al mundo. Raquel Pérez Cuevas, presidenta del Consejo Regulador, recordó que esta denominación nació para distinguir una tierra única y que, gracias al esfuerzo de miles de viticultores a lo largo de más de un siglo, La Rioja se ha consolidado entre los más altos estándares de calidad. El premio fue entregado por Conrado Escobar, alcalde del Ayuntamiento de Logroño, y Alberto Canals, responsable de Relaciones Institucionales de la UNIR.

El Bar Blanco y Negro, emblema de la calle Laurel, fue homenajeado por su historia centenaria al servicio de la tradición y la cultura del pincho. Sus propietarios, Andrés Fernández y Marian Mendoza, reivindicaron la gastronomía como punto de encuentro, alegría y modo de vida. Recibieron el galardón de manos de José Ramón Aragón, director territorial de Caja Rural de Navarra, y el presidente de la Academia, Pedro Barrio.

La gastronomía como identidad y motor de desarrollo

La gala contó con la colaboración y el respaldo de instituciones y entidades clave que apoyan la excelencia gastronómica y vitivinícola de la región, entre ellas el Gobierno de La Rioja, el Ayuntamiento de Logroño, Caja Rural de Navarra y la UNIR, cuya presencia y compromiso hicieron posible una velada donde tradición, innovación y cultura se dieron la mano para celebrar la riqueza de la gastronomía riojana.

Durante su intervención, el presidente de la Academia Riojana de Gastronomía, Pedro Barrio, destacó que los tres premiados comparten un mismo valor: el respeto por su historia y su compromiso con la calidad. “Ha sido una mágica coincidencia que todos superen el siglo de vida. Nos recuerda que el tiempo es un gran compañero de viaje de la calidad que representan”, afirmó.

El presidente de la Academia subrayó además el papel de la gastronomía como motor de desarrollo económico, cultural y social, y recordó los objetivos de la institución:“Queremos promocionar La Rioja a través de su gastronomía, realzar nuestros productos y productores, proyectar hacia fuera una imagen de calidad y trasladar hacia dentro un mensaje de autoexigencia que nos impulse a seguir mejorando”.

El Premio de la Academia Riojana de Gastronomía está representado por la escultura “Gestos”, obra del artista riojano José Antonio Olarte. Cada trofeo, pieza única realizada en hierro forjado sobre base de madera, lleva grabado el logotipo de la Academia y la inscripción: “En reconocimiento a su aportación a la gastronomía riojana.”

Con estos galardones, la Academia Riojana de Gastronomía reafirma su compromiso con la promoción de la excelencia culinaria y vitivinícola, celebrando la historia, la innovación y la identidad que hacen de La Rioja un referente de sabor, tradición y cultura en el mundo.