El mundo del vino a sorbos
El vino sirve para acompañar las buenas noticias del año, o en algunos casos para hacernos mejor llevaderas las malas. Vean si no algunos ejemplos con el vino como protagonista de informaciones, digamos curiosas, que nos servirán para despedir, prácticamente este año 2014, que ganas tenemos ya de que pase.…
Texto: Antonio Egido
En el ‘diariodenavarra.com’ nos sorprende el titular “Un lotero celebra con una botella de vino de hace 14 años su primer premio importante”, leyendo en el cuerpo de la información que “El lotero de la administración 36 de L’Hospitalet de Llobregat, en la rambla Just Oliveras, ha repartido este lunes 60 series del segundo premio del Sorteo Extraordinario de Navidad, y lo ha celebrado descorchando una botella de vino que compró hace 14 años y que guardaba para el día en que diera un premio importante.
Según ha explicado a los medios el lotero, Manuel Guirao, la adquirió al abrir su administración hace 14 años –es la más joven de la ciudad–, y este es el primer premio de la lotería de Navidad que entrega.
Ha vendido 60 series, de las que unas 20 han ido a parar a un bar de Gavà (Barcelona), mientras que el resto se ha repartido por ventanilla a varios clientes, entre ellos algunos habituales.
Guirao ha asegurado que se siente «muy raro» y no acaba de creer que haya entregado el premio, por lo que ha dicho que necesitará unos días para acabar de asimilarlo”.
Solamente nos faltaba un detalle, saber que vino era el descorchado para esta ocasión y al mismo tiempo, que nos indicaran las sensaciones que producía en la boca de los que alegres agraciados con ese número de la lotería, aunque seguramente todos hubieran dicho que se trataba de un vino excepcional.
Y es que las sensaciones al degustar el vino tienen mucho que ver con el momento de llevarlo, o no, a la boca. Por ejemplo, trasladándonos al año 2010, a Chile y en concreto a la mina en la que acabaron atrapados 33 mineros, recordamos con “eldiariovadco.com” que “el psicólogo Alberto Iturra, responsable del equipo de apoyo psicológico a los 33 mineros atrapados en una mina en el norte de Chile, se muestra contrario a enviarles empanadas y vino el próximo 18 de septiembre para celebrar las fiestas del bicentenario.
«No podemos arriesgarnos a una indigestión abajo, porque de nuevo perderíamos peso, de nuevo habría deshidratación y de nuevo tendríamos problemas infecciosos que no es saludable», dijo a los periodistas. Sobre la posibilidad de ofrecerles vino, el psicólogo se opuso «terminantemente» porque no sabe en qué condiciones se encuentran y porque si algunos mineros no bebe otros podrían acaparar su ración con resultados poco controlables. «¿Si se concentra el alcohol en tres o cuatro personas? ¿Cómo nos hacemos cargo de eso?», se preguntó el galeno.
Los 33 mineros cumplieron ayer domingo un mes de encierro a 700 metros de profundidad en la mina San José, donde fueron localizados vivos tras 17 días de incertidumbre”.
Hoy esta información se puede encuadrar en lo puramente anecdótico, pero hay que ver como hilan los psicólogos argentinos, afamados, por cierto, en su país.
Y terminamos haciéndonos eco del consejo que leemos en ‘crhoy.cpm’ donde con el sugestivo título de “Un vino puede cambiar su celebración de fin de año, sepa cómo escoger el mejor” nos dicen que: “Según el sommelier de Delika by Gourmet Imports, Andrés Mazuera, debe analizar primero cómo son sus invitados.
Por ejemplo, si se trata de un principiante, es mejor elegir un vino con uvas más suaves, más fructuoso como un Apothic, un Canyon Road Merlot o The Naked Grape Pinot noir o pinot Grigio.
Esto lo hace más fácil de degustar, incluso de tomarlo solo.
Si se trata de un paladar más experto, elija un vino pasado por madera, de reserva, o incluso con denominación de origen. En este caso, podemos mencionar cabernet Sauvignon Reservas Chocalan.
El vino espumante tiene un significado de celebración, por eso es una buena opción para hacer el brindis en diferentes momentos.
“A la gente le encanta que el corcho suene en el destape aunque no sea parte de la ética y protocolo. En el mercado hay una amplia gama”, señaló.
El vino espumante puede usarse para dar la bienvenida, servirse con aperitivos y acompañar perfectamente los mariscos crudos o cocidos, ensaladas a base de mariscos y pescados hervidos, verduras, pastas y arroz con salsas delicadas.
Los vinos rosados pueden ser un delicioso coctel de bienvenida o combinarse muy bien con la comida picante, ensaladas, arroces e incluso acompañar un postre.
Cuando se tiene al frente un cerdo o carnes, donde hay sabores fuertes, se recomienda un vino tinto”.
Pero tampoco nos volvamos locos, en este fin de año de 2014, como siempre le decimos, disfrute del vino que más le gusta a usted y sobre todo, lo haga en buena compañía. Feliz fin de año 2014.