Bajo el título de Vino y Estilo de Vida, FIVIN y la OIVE han reunido a 14 expertos para explicar con rigor científico la relación entre el vino y alimentación en la Dieta Mediterránea.
Ante el aumento de informaciones contradictorias sobre los efectos del consumo moderado de vino y su relación con la salud, la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición, FIVIN y la Organización Interprofesional del Vino de España, OIVE, han reunido en una serie de entrevistas las opiniones de expertos de reconocido prestigio para explicar con rigor científico la relación entre el vino y un estilo de vida saludable.
El objetivo de esta iniciativa, surgida con motivo de la celebración del congreso internacional Lifestyle, Diet, Wine and Health 2023, es comunicar cómo el estilo de vida es un factor determinante en la salud de las personas e incluye varios factores como el ejercicio físico, la duración y calidad del sueño, el entorno y el patrón de alimentación, entre otros. En este sentido, el consumo moderado de vino es parte de ese patrón de alimentación dentro de una dieta tan saludable como la Dieta Mediterránea.
Mladen Boban, jefe del departamento de Farmacología Básica y Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Split asegura que “el estilo de vida mediterráneo no lo imagino sin una copa de vino en la comida. La dieta mediterránea es promover la moderación en todos los aspectos. Es lo que más necesitamos como civilización”.
Curtis Ellison, profesor de Medicina Emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y cofundador del Foro Científico Internacional sobre la Investigación del Alcohol, afirma que “la idea de que el consumo moderado de vino puede ser beneficioso es relativamente nueva. Algunos científicos no lo han asimilado. Cuando oyen alcohol, piensan en abuso”.
Por su parte, Randi Foraker, directora del Center for Population Health Informatics (CPHI) y profesora de Medicina en la Division of General Medical Sciences de la Universidad de Washington en San Luis recalca que “desde la Asociación Estadounidense del Corazón recomendamos, a los que opten por beber, que las mujeres tomen una copa al día y los hombres dos copas al día”.
Ursula Fradera, dietista-nutricionista de la Deutsche Weinakademie (DWA) y lexperta de la Comisión de ‘Seguridad y Salud’ de la OIV asegura que “hemos visto que las personas que consumen vino en las comidas, de forma moderada, tienen un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes”.
David Vauzour, Catedrático asociado de Nutrición Molecular en la Facultad de Medicina de Norwich, Universidad de East Anglia, Reino Unido asegura que “para llegar a un envejecimiento saludable lo más importante es el estilo de vida que llevemos. Una dieta equilibrada, ejercicio y calidad del sueño”.
Greg Drescher, asesor de The Culinary Institute of America (CIA), ha participado en la creación de programas como Menús del Cambio, Cocinas Sanas o Vidas Sanas y lideró la colaboración que desarrolló la Pirámide de la Dieta Mediterránea. Defiende que “la dieta mediterránea es muy diversa. Los que estamos interesados en la salud pública y la sostenibilidad queremos que llegue a los restaurantes”.
Giovanni de Gaetano, doctor en Medicina por la Universidad Católica de Roma, asegura que “el vino no es solo alcohol porque también tiene una serie de sustancias beneficiosas para nuestro organismo, principalmente los llamados polifenoles”.
A Nicolai Worm, doctor en Ciencias de la Nutrición por la Universidad de Giessen y consultor científico de varias instituciones, le sorprende “cuantos estudios supuestamente científicos no contemplan otros factores como el patrón de consumo, la actividad física o los componentes de la dieta”.
La directora del Centro de Investigación en Epidemiología y Medicina Preventiva – EPIMED, Licia Iacoviello, asegura que “las noticias falsas son un problema para nuestra sociedad, especialmente para la ciencia y en la comunicación del vino. Es muy importante el diálogo entre periodista y científico, por eso es fundamental tratar con expertos en la materia”.
Creina S. Stockley, consultora independiente y profesora adjunta en la Escuela de Agricultura, Alimentación y Vino de la Universidad de Adelaida, defiende que “existe una evidencia científica muy clara que demuestra que el consumo moderado de vino tiene beneficios para la salud».
Según Ramón Estruch, Consultor Senior del Departamento de Medicina Interna del Hospital Clínic en Barcelona y Catedrático de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, director Científico de la Fundación Dieta Mediterránea, Presidente del Congreso Lifestyle, Diet, Wine & Health y presidente de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN) “el vino debe consumirse de forma moderada y en una alimentación saludable”.
Josep Masip, cardiólogo e intensivista, actualmente consultor en la Dirección de Investigación del ‘Consorci Sanitari Integral’ en Barcelona y presidente del Comité Científico de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), recalca que “los últimos estudios recogen datos de todo el mundo con patrones muy distintos, de ahí la controversia. El vino se bebe de forma diferente, con moderación y dentro de la dieta mediterránea”.
Rosa María Lamuela, profesora Titular del Departamento de Nutrición, Bromatología y Gastronomía de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona, defiende que “un 25% de los beneficios que se le atribuye a la dieta mediterránea es debido al consumo moderado de vino”.
Por último, Emilio Ros, Investigador Emérito del Institut de Investigacions Biomèdiques August Pi Sunyer (IDIBAPS), Barcelona, asegura que “en el caso de la función cerebral hay investigaciones experimentales que sugieren que los componentes del vino son neuroprotectores”.
FIVIN recuerda que, aunque numerosos estudios han demostrado los beneficios para la salud del consumo moderado de vino, la mayoría de los investigadores advierten que ello no es suficiente motivo para que alguien que no bebe comience a hacerlo por motivos de salud. De hecho, la recomendación general de los científicos suele ser preventiva advirtiendo que los beneficios para la salud del vino en un estudio en particular, no garantiza que los no bebedores o abstemios deban comenzar a disfrutar de una copa al día para mejorar su salud. Cualquier estudio sobre el vino y la salud no reemplaza el consejo médico de un profesional. Las personas, independientemente de si padecen cualquier enfermedad, deben consultar con su médico antes de tomar decisiones sobre el consumo de alcohol por su salud