Mujeres en el vino
En la revista La Prensa del Rioja hemos dedicado en varias ocasiones reportajes sobre las mujeres en el mundo del vino.

El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido

Esta semana hemos puesto nuestra mirada en “la parte femenina del mundo del vino”, solicitando a nuestro buscador que nos aporte resultados a esa solicitud seleccionado las informaciones que han sido fechadas en este mismo año.

El primer enlace para que nos situemos en el asunto, es de ‘winetourbooking.com’ donde se plantean la pregunta “¿Qué lugar tienen las mujeres en el mundo del vino?” a la que responden que “desde siempre, el mundo del vino se asoció con el género masculino. Sin embargo, las mujeres están cada vez más presentes en este sector.

A menudo olvidada o difuminada, la historia de las mujeres en el mundo del vino existe sin lugar a dudas. La primera sumiller fue encontrada en la Antigüedad y los frescos egipcios permitieron constatar que las mujeres tenían un papel muy importante en el proceso de elaboración del vino. La viticultura fue, y queda siempre, percibida como un trabajo físico; entonces demasiado difícil para las mujeres.

Fueron prohibidas en las bodegas de vinos y debieron limitarse a hacer tareas minuciosas y penosas. Desgraciadamente, no hay mucha documentación sobre la historia de las viticultoras entonces no se puede aprender más sobre el tema. Algunas mujeres como Alexandrine Pommery y Barbe-Nicole Clicquot son famosas por su llegada en el mundo del vino. Su historia no habrá podido ser escrita sin la muerte de sus maridos desconocidos.

 ¿Evoluciona el número de mujeres en el vino?

Hoy en día, las cosas han evolucionado y cada vez más mujeres se dirigen hacia la enología y la viticultura. El número de mujeres en el mundo vitícola sigue aumentando; puede ser gracias a una herencia familiar o una pasión. Hoy, un tercio de los enólogos y un cuarto de los sumilleres son mujeres. Se ve también una equidad entre los estudiantes de sexo masculino y femenino inscritos en enología.

Por otra parte, la emergencia del marketing y del enoturismo permitió ampliar los tipos de actividades vinculadas al vino; entonces se necesita la creación de nuevos perfiles en los cuales mujeres pueden identificarse. Aunque el sector sigue siendo difícil de acceso, se feminiza poco a poco.

¿Las mujeres pueden cambiar el sector del vino?

Además, las mujeres cambian las cosas y los códigos probando nuevas técnicas de vinificación o nuevas variedades de uvas. El objetivo común es hacer el vino más accesible para todos. Las mujeres son muy activas en las redes sociales porque saben que el digital es una herramienta indispensable para conquistar y fidelizar los clientes actuales.

Por consecuencia, este dinamismo no es solamente representativo del sexo femenino, es el resultado de la evolución de las nuevas tecnologías y las maneras de pensar. Pero, las mujeres generan ideas y acciones positivas, es por lo cual se crean asociaciones para apoyarlas en sus proyectos profesionales o sus pasiones”.

En ‘nuevecuatrouno.com’ Leyre Díez nos acerca a la figura de Pilar Fernández que afirma: “Hay mujeres que trabajan muchísimo y siguen a la retaguardia a la hora de ver reconocido su esfuerzo. Esa visibilización, al menos en mi generación, no es tan exagerada y creo que, hoy por hoy, sigue siendo difícil”. Así define la bodeguera Pilar Fernández la situación en la que conviven mujeres y vino. “Las mujeres seguimos representando una figura un poco encubierta en el sector del vino, sobre todo en los pequeños pueblos donde todavía hay gente mayor con una mente más tradicional”, añade.

Lo cierto es que cada vez se oyen más nombres de mujeres enólogas o gerentes de bodegas que apuestan por un producto diferenciador, una “evidencia de cómo la presencia femenina en este mundo aporta muchísimo”, según destaca Fernández por su experiencia en la Bodega Fernández Eguíluz en Ábalos que dirige junto a su hermano Carlos.

“Más allá de todo el trabajo que hacemos, aportamos creatividad, sentimiento y, en mi caso, la parte romántica de recuperar y mimar el terreno y las viñas de mis abuelos como forma de homenajearles a través de los vinos”, apunta. Ella “juega” con esa historia que aporta valor al producto a través de una “visión mucho más amplia de las cosas, con una gran apertura mental para ver que el mercado busca cosas diferentes”.

Y ahí es donde entra la figura femenina. “Es necesario que nosotras cambiemos el chip y nos creamos nuestro trabajo, porque si nosotras no lo hacemos, difícilmente vamos a conseguir transmitirlo y encontrar ese reconocimiento fuera”, recalca. Una tarea en la que Fernández “poco a poco” va trabajando con esfuerzo y pasión: “Cojo mi maleta de vinos y me voy a Alicante, a Almería o donde sea a presentarlos y es ahora cuando empiezo a encontrarme a gente que detrás de los vinos me ve a mí, no a la bodega, lo que demuestra que algo estoy haciendo bien como mujer que hace el trabajo por su cuenta”.

Y finalmente nos quedamos en ‘elcorreodelvino.com’ donde leemos con no poca satisfacción que “Vino y Mujer 2020 reconocerá el papel de la mujer en el mundo del vino, en un Concurso multi-sede y con un jurado íntegramente femenino.

Miles de vinos elaborados por mujeres o bodegas con amplia presencia femenina, de una treintena de países diferentes, han formado parte de Vino y Mujer en ediciones anteriores. En su XIII edición, el Primer Concurso Internacional de vino dedicado a la MUJER apuesta fuertemente por la internacionalización

En 2020 se celebrará la XIII edición de los Premios Internacionales Vino y Mujer, el Concurso Oficial organizado por Alamesa Wine & Beer Action Marketing donde ellas toman la palabra. El certamen tendrá lugar a lo largo del mes de Octubre, y continuará luciendo su vitola de ‘pionero’, siendo un año más el único Concurso del mundo que se centra en reconocer el importante papel de la mujer en el sector del vino.

Como consecuencia de las medidas sanitarias recomendadas en todo el mundo, la Organización del Concurso propone una iniciativa innovadora: celebrar el Concurso en distintos continentes en un formato multi-sede, con diferentes países alrededor del mundo albergando las sesiones de cata para los vinos de su ámbito geográfico, reduciendo de esta manera el tránsito de mercancías y personas. Las catas correspondientes a los vinos de Europa tendrán lugar en Madrid, y a lo largo de las próximas semanas se anunciarán nuevas sedes en las que ya se está trabajando, de cara a extender el Concurso a América y Asia

El papel de la mujer es cada vez más importante en el sector vinícola en general y en la toma de decisiones a la hora de comprar el vino en particular. Los Premios Vino y Mujer buscan tanto resaltar este hecho como romper con falsos mitos y clichés muy arraigados en la cultura popular. Por ejemplo, está ampliamente extendida en el sector la creencia de que las mujeres optan por consumir vinos blancos y rosados, preferentemente dulces y de baja graduación. Sin embargo, en base a los resultados de ediciones anteriores de este Concurso, se puede concluir que esta afirmación no puede ser más desacertada. A la mujer le gusta el vino, disfruta y aprecia por igual cualquier variedad, sabe lo que quiere encontrar en el producto y busca la mejor calidad en todas sus vertientes. Por ello, los Premios Vino y Mujer suponen una magnífica oportunidad para las bodegas, que pueden acercar sus mejores vinos al público femenino, demostrando que se encuentran a la altura de sus exigencias

Una de las peculiaridades que distingue a este Concurso y le hace ser único en el mundo en su categoría es la composición de su Jurado. Estará integrado únicamente por mujeres, todas ellas profesionales del sector del vino y expertas en análisis sensorial, incluyendo comercializadoras, enólogas, sumilleres, prescriptoras, formadoras y periodistas especializadas”.

Vamos a buscar esta semana, en homenaje a las mujeres del vino, el degustar y disfrutar de un vino elaborado con manos femeninas.

 

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