El programa “El Rioja y los 5 sentidos” ha tenido el acierto de descargar al vino de toda la literatura que algunos quieren darle –lo que tampoco está mal, ni criticamos– pero que seguramente les separa de los futuros consumidores habitual. Por ello se ha fijado en la “Parafernalia del vino” para, en una carpa situada en la plaza Primero de Mayo, hacer válido lo que la R.A.E. dice de esta palabra: mostrar el “conjunto de usos habituales en determinados actos o ceremonias, y de objetos que en ellos se emplean”.
Texto: Antonio Egido
De estas forma, lo que muchas veces hacemos como denso mundo del vino, se convierte en una visita que dura entre los cuarenta y cinco minutos y la hora, en un paseo por un supermercado –primer espacio– en donde se nos informa de lo que vemos de una botella de vino, es decir las etiquetas, las añadas, los tipos de botellas…
El segundo espacio lo protagoniza un vídeo en torno a los 4 minutos donde nos cuentan minuciosamente lo que tenemos que hacer cuando esa botella está en nuestra casa, con el objetivo de que tengamos en cuenta normas tan sencillas como la temperatura, la evolución del vino, la guarda de las botellas, la influencia de la luz, el sol y la humedad, o su almacenamiento.
El siguiente paso es servir el vino, para lo que se han preparado unas mesas que podemos observar en cualquier restaurante pero que en vez de plato, encontramos una pantalla donde se nos ofrecen imágenes que nos enseñan la mejor forma de servir el vino y disfrutar de esta bebida.
El último espacio pone a prueba la vista, el olfato y el oído del consumidor pues allí se puede descubrir o ubicar los colores que pueden tener los distintos tipos de vino, los olores –tanto agradables como los conocidos como defectos del vino– y algunos sonidos en torno al vino como son el brindis, el descorche o la vendimia.
Una cita pues para el consumidor que desea acercarse al mundo del vino sin cortapisas y por ello sin miedos, que hasta el 15 de septiembre, en horarios de 12.00 a 15.00 y de 18.00 a 21.00 h, se puede visitar en la carpa de la plaza Primero de Mayo. Se realiza en grupos de 15 personas con guías. La entrada es libre y si no puede acceder en el mismo momento de llegar, puede apuntarse para hacer el recorrido en otro momento del día.