Fotos: Fernando Caballero / Reproimagen

Con la primera presidenta de su historia y un nuevo director general con amplia experiencia técnica, el Consejo Regulador afronta los desafíos con una visión moderna, cohesionada y valiente

Texto: Mirian Terroba
redaccion@laprensadelrioja.com

 

La DOCa Rioja afronta una nueva etapa bajo el liderazgo de Raquel Pérez Cuevas, primera mujer en la presidencia del Consejo Regulador en más de un siglo de historia, y de Pablo Franco, que asume la dirección general tras una larga trayectoria como director técnico. Juntos encabezan un órgano que no solo vela por las normas de calidad, sino que articula consensos, fija reglas y lidera la evolución de la denominación más reconocida de España. En un contexto de caída de consumo, tensiones en la cadena de valor y cambios en las tendencias de mercado, el Consejo Regulador se reafirma como garante de la cohesión entre viticultores y bodegas, y como motor de un modelo colectivo de éxito que busca seguir creciendo y adaptándose a los retos del futuro.

 

Asumir el liderazgo de un organismo con más de cien años de historia exige equilibrio entre respeto al legado y capacidad de innovación. Para Raquel Pérez Cuevas, esa responsabilidad es también un compromiso personal con la cohesión del sector y el futuro de Rioja. «Presidir el Consejo es un honor y una gran responsabilidad; no lo consideraría una carga. En momentos de dificultad, es fundamental unir fuerzas, dar lo mejor de nosotros y poner la denominación por encima de los intereses individuales, pensando en su legado y futuro. Los cambios requieren esfuerzo, pero el compromiso y la dedicación del equipo del Consejo son evidentes: trabajan con pasión todos los días, más allá de lo que se ve desde fuera, y eso es admirable«.

Herencia, formación y visión de futuro confluyen en la figura de Raquel Pérez Cuevas. Representa la continuidad de una familia con cuatro generaciones dedicadas al vino, pero también una forma moderna de entender el liderazgo en el sector. Nacida en Quel, en la Rioja Oriental, combina el conocimiento técnico y empresarial con un profundo respeto por el territorio y sus gentes. Su trayectoria refleja la evolución de una nueva generación de responsables que, sin renunciar al legado recibido, apuestan por la innovación, la profesionalización y la proyección internacional de Rioja.

Raquel Pérez Cuevas
“Pese a que la situación es delicada,
no podemos limitarnos a quejarnos:
si lo hiciéramos, dentro de dos años
estaría aún peor. Lo que venga,
lo afrontaremos con capacidad y determinación”

Como presidenta del Consejo Regulador, mantener la cohesión del sector y asegurar que cada viticultor y bodega se sienta representado es un reto constante. Subraya que «hemos definido ideas directrices: no abordar 50 temas, sino quizá 10, pero abordarlos bien. Uno de ellos es la cercanía a la región: acercar el Consejo a sus inscritos y lograr que cada inscrito conozca realmente esta casa y lo que se hace en ella. A veces esto no sucede por dejadez de los inscritos o por falta de comunicación, pero acercar el Consejo a sus miembros es una de nuestras líneas estratégicas«.

Pablo Franco completa esta visión señalando que el Consejo debe acercarse al sector. Añade que ahora trabajan desde la experiencia de campo, saliendo a la calle para entender los mercados de primera mano, y que la visión internacional de todo el equipo aporta una perspectiva empresarial que acompaña y refuerza el liderazgo de Raquel. «Ella aporta mucha energía y nervio, y eso nos lo ha transmitido. Ha insistido en que ‘hay que sacar el Consejo a la calle'».

Pablo Franco Sarría
“No se puede parar: hay que seguir empujando,
junto al viticultor, a la bodega, a los pequeños elaboradores
que están creciendo y a los grandes que se están reinventando.
Tenemos un momento brillante para seguir construyendo”

Pablo Franco Sarría ha asumido la dirección general del Consejo Regulador tras una trayectoria de más de dos décadas en el sector vitivinícola. Desde su incorporación al Consejo en 2017 como director del Órgano de Control, ha consolidado una visión integral del sector que combina el conocimiento técnico, la gestión y la innovación, valores que ahora aplica al frente de la denominación. “Creo que me han elegido pensando en que la denominación de origen pivote sobre el producto y sobre las personas, más que sobre la necesidad administrativa o jurídica, que ya está ordenada. Quizá la visión que se busca es que la denominación se base en viña, vino y gente”.

El nuevo director General entiende que hay que cambiar desde dentro y realizar acciones que realmente generen movimiento y provoquen impacto, siempre hacia la evolución. «Si seguimos haciendo lo mismo, interpretando todo de la misma manera, no se genera el impulso necesario; esto es como un barco muy grande: cuando la inercia baja, hay que dar otro empujón para recuperar velocidad”.

Raquel también destaca la importancia de escuchar al sector. «Antes de asumir la presidencia, me reuní con todas las asociaciones sentadas en esta mesa. Ahora también nos reuniremos con las asociaciones que no están aquí. Primero queremos escuchar y comprender las inquietudes reales de cada uno, no las que presuponemos. Algunas asociaciones, incluso de esta mesa, me sorprendieron; pensábamos que estábamos más distantes de lo que en realidad estamos. Esta escucha nos permite, junto con las personas con las que nos sentamos en la mesa, tomar decisiones que consideremos las mejores para la denominación y luego trasladarlas a la acción. Pablo se encarga de llevar estas decisiones al día a día del trabajo en el Consejo. Sí, hay muchos intereses variados, pero la diversidad es precisamente la grandeza de esta denominación. Y el consenso que logramos, del 75%, considero que es positivo.«

Raquel Pérez Cuevas
“En momentos de dificultad,
es fundamental unir fuerzas,
dar lo mejor de nosotros
y poner la denominación
por encima de los intereses individuales”

Además de acercar el Consejo al sector, es fundamental transmitir las oportunidades internacionales y los logros del Consejo. Raquel recuerda que «Canadá está creciendo un 25%, y a veces nadie lo menciona. Nos olvidamos de resaltar también lo positivo: este crecimiento se debe a que Rioja supo ver la oportunidad frente a los aranceles y actuó rápidamente. Estuvimos entre los primeros, y de no haberlo hecho, no habría sucedido. Esto merece un reconocimiento al equipo de marketing y comunicación».

Sobre Estados Unidos, añade que «pese a que la situación es más delicada, no se trata de un mercado de un solo día. Es nuestro tercer mercado en volumen y el segundo en valor, muy por encima de los demás, y con gran potencial a futuro. Tuvimos aranceles también, los sorteamos adecuadamente y, aunque la situación actual es más complicada, no podemos limitarnos a quejarnos: si lo hiciéramos, dentro de dos años estaría aún peor. Sabemos que es difícil, pero hay que afrontar el reto y hacerlo lo mejor posible. Lo que venga, lo afrontaremos con capacidad y determinación».

Pablo Franco Sarría
«Catamos miles de vinos cada año
y de cada uno aprendemos algo nuevo.
Rioja nunca se llega a conocer del todo;
cada día te sorprende, te enseña
y te invita a seguir aprendiendo,
compartiendo y viviéndola»

Raquel Pérez Cuevas, nacida en Quel y cuarta generación de una familia dedicada al vino, combina la herencia familiar con un enfoque moderno de liderazgo. Su trayectoria une conocimiento técnico y empresarial, respeto por el territorio y sus gentes, y una apuesta por la innovación, la profesionalización y la proyección internacional de Rioja.

Innovación y valentía

En un sector tradicional, tomar decisiones estratégicas requiere coraje y visión. Pablo recuerda que «este año el Pleno tuvo que tomar una decisión de control que no se había adoptado desde los años 80 -reducción y fijación de rendimientos en vendimia por municipios -. Fue una decisión muy clara, y el Pleno brindó un apoyo enorme, lo que permitió implementar medidas de gran envergadura e importancia para proteger y garantizar la gestión desde el origen. Lo digo porque se requirió mucha valentía: aquí se ha actuado con coraje y con conocimiento de la situación y los riesgos. Creo que sorprenderá ver muchas de las decisiones que se adopten, todas orientadas a unir a viticultores y bodegas con el Consejo Regulador. El Consejo no es un ente lejano; es su casa, pero necesitamos acercarnos y que ellos también nos escuchen«.

Pablo reflexiona además sobre cómo las crisis abren oportunidades. «Dicen que de las crisis surgen las oportunidades, ¿no? Ayer mismo una mujer del sector, con mucha experiencia y prestigio, nos dijo que había que tomar una decisión arriesgada, tan grande como la que se tomó en su día con el embotellado en origen. Una decisión que rompa con lo establecido. Decía que había que asumir riesgos, pensar en grande, no en pequeño. Y te hace reflexionar: quizá a veces estamos demasiado pendientes de la imagen o de lo inmediato, cuando realmente lo que mueve a Rioja son los grandes golpes de efecto, como aquel lo fue en su momento. Y si repasas la historia, te das cuenta de que los grandes avances siempre nacen de decisiones valientes».

Pablo Franco Sarría ha asumido la dirección general del Consejo Regulador tras una trayectoria de más de dos décadas en el sector vitivinícola. Desde su incorporación al Consejo en 2017 como director del Órgano de Control, ha consolidado una visión integral del sector que combina el conocimiento técnico, la gestión y la innovación, valores que ahora aplica al frente de la denominación.

Identidad y diversidad

La identidad de Rioja se basa en la combinación de tradición, tipicidad y capacidad de adaptación. Pablo destaca que «este es un momento para reflexionar, sí, pero también para no detenerse. Aquí no se puede parar: hay que seguir empujando. Empujar junto al viticultor, a la bodega, a los pequeños elaboradores que están creciendo y a los grandes que se están reinventando. Tenemos un momento brillante para seguir construyendo. Hoy la percepción de Rioja, tanto en España como a nivel internacional, ha cambiado de forma muy positiva. Y no, no hay miedo. Hay respeto, pero sobre todo ilusión: ilusión por crear, por ayudar, por impulsar. Y no estamos solos: somos 14.000 viticultores y 730 bodegas, con los mejores vinos de nuestra historia. Con eso, solo se puede avanzar«.

Se refiere también a la riqueza de los estilos y la tipicidad: “Rioja vive un momento apasionante. Los vinos de edad, en especial los rosados con crianza, despiertan un entusiasmo creciente entre sumilleres y aficionados, mientras que los blancos consolidan la imagen de valor de la región recordando una historia que empezó con vinos dulces y semidulces. Nuestra verdadera identidad está en los vinos finos, en esa tradición de lucha contra el tiempo que ha hecho de Rioja un referente mundial. Hoy esa herencia se enriquece con la diversidad varietal y la expresión del origen. Lo clásico y lo nuevo conviven: los vinos tradicionales son piezas de culto, y las nuevas generaciones aportan una energía renovada. Esa dualidad entre legado e innovación es, precisamente, lo que hace única a Rioja”.

Raquel añade que «la imagen que dimos en Canadá fue extraordinaria: la gente estaba encantada. Se percibía una renovación, una evolución, pero sin perder nunca la calidad ni el nombre de Rioja. Las nuevas tendencias fueron muy bien recibidas, especialmente los blancos. También me gustaría mencionar la clasificación Crianza, Reserva y Gran Reserva: fue una decisión muy acertada en su momento, pero no se protegió adecuadamente y terminó siendo copiada, no solo en España, sino también en otros países. Con la diversidad actual y las nuevas menciones, tenemos la oportunidad de reflexionar y reforzar esa diferenciación que siempre nos ha caracterizado».

Pablo agrega que «podemos seguir diferenciando más, aquí no nos vamos a aburrir: cada día descubrimos algo nuevo. Hace poco, por ejemplo, gestionamos el tema del vino de pueblo, que en su momento generó mucha inquietud. El concepto de vino de municipio, la relación con la bodega, la ubicación… A veces cuesta entenderlo porque se tiende a pensar de forma muy rígida, sin mirar la historia. Pero si recuerdas la figura del cosechero de Rioja, su viña y su bodega estaban siempre ligadas al lugar. Esa era la esencia del vino de pueblo. Hoy contamos con más conocimiento, más medios y trazabilidad, lo que nos permite valorar el origen de otra manera y evolucionar. Por eso ahora existen menciones como ‘vino de viñedo en…’ o ‘bodega fundada en…’, que refuerzan el valor del lugar dentro de la palabra Rioja”.

Reconoce el director General que “catamos miles de vinos cada año y de cada uno aprendemos algo nuevo. Rioja nunca se llega a conocer del todo; cada día te sorprende, te enseña y te invita a seguir aprendiendo, compartiendo y viviéndola. Para mí, eso es un reto para todo el sector porque, aunque tengamos un conocimiento amplio, Rioja siempre tiene algo más que ofrecer».

Algunos estilos de vino requieren flexibilidad sin comprometer la identidad. La presidenta del Consejo recuerda que «en el concepto tradicional, bajar el grado alcohólico era impensable. Pero hoy hay una tendencia clara hacia vinos con menos alcohol, siempre que mantengan la calidad, y eso es algo positivo. Hay bodegas muy bien posicionadas, que están haciendo vinos maravillosos en esa línea».

Pablo completa la idea señalando que «el grado alcohólico no debería ser un parámetro central. Rioja está trabajando con una visión más amplia: pensando en los parajes, en su historia, en la tradición y en el arraigo con el territorio. El vino es, al final, la consecuencia de una manera de pensar, de poner en valor y de expresar un territorio. Si tiene 11,5 o 14 grados, es simplemente el resultado de ese trabajo. La identidad no se puede perder nunca. Una cosa es ajustar el grado, y otra muy distinta perder la esencia. El vino de Rioja tiene que seguir siendo consecuencia de su historia, su territorio y su manera de entender la vida”. Señala que el pliego de condiciones de Rioja se ha abierto precisamente para permitir esa exploración: “se amplió un grado y medio de margen para poder experimentar con vendimias más tempranas. Ese es el camino, y esa es la filosofía que Rioja quiere transmitir”.

Raquel Pérez y Pablo Franco con el equipo de La Prensa del Rioja. Foto: Fernando Caballero / Reproimagen.

 

Raquel Pérez Cuevas
“La clasificación Crianza, Reserva y Gran Reserva
fue acertada, pero no se protegió y
ha sido copiada. Con la diversidad actual
y las nuevas menciones, tenemos la oportunidad
de fortalecer la diferenciación
que siempre nos ha caracterizado”

Innovación tecnológica para tomar decisiones

El Consejo Regulador impulsa la digitalización y el uso de inteligencia artificial para anticipar riesgos, optimizar la gestión y fortalecer la sostenibilidad del sector. La tecnología y la innovación pueden ayudar al Consejo a predecir situaciones, como lo que ocurrió este año en la fijación de rendimientos en vendimia, y a tomar decisiones para solventar posibles crisis.

Pablo subraya que DataDoc “nos permite conocer la evolución del tempranillo y los efectos del cambio climático. Hemos podido analizar cómo ha evolucionado el viñedo, cuáles son los factores clave y explorar la capacidad de predecir el futuro. Contamos con más de 25 años de información digitalizada, uno de los pocos conjuntos de datos a esta escala que permite desarrollar proyectos de innovación basados en inteligencia artificial«.

Además, recuerda que los datos manejados con la IA “permiten al viticultor identificar zonas con alta producción, zonas que requieren ajustes o zonas a potenciar, y acceder a esta información desde su móvil. No se trata de fiscalizar, sino de compartir conocimiento para que el viticultor pueda tomar decisiones informadas. En este ejercicio hemos alcanzado un 94% de precisión, enfocado en tempranillo, que representa el 80% de nuestros viñedos. Todo empezó con los cuadernos de apuntes de los viticultores, que permitieron construir la base de datos que hoy se utiliza para proyectos innovadores de predicción y gestión vitícola«.

Pablo Franco Sarría
«El vino de Rioja tiene que seguir
siendo consecuencia de su historia,
su territorio y su manera de entender la vida»

El valor real del proyecto está en los datos y en su validación con los técnicos. “Este proyecto no es para fiscalizar; es para recopilar información y ponerla a disposición del viticultor, para que pueda tomar decisiones informadas. El viticultor puede ver un mapa de producción de su viña, identificar zonas con alta producción, zonas que requieren ajustes o zonas a potenciar, y acceder a esa información desde su móvil. Habrá una app que les permitirá disponer de toda la información del Consejo Regulador”.

Pablo Franco añade que «creo que sería muy interesante aplicar inteligencia artificial al análisis sensorial. Hay proyectos que, combinando varios factores, identifican patrones en los vinos, y eso es relevante. Requiere usar producto y una serie de inputs específicos, pero estoy seguro de que también se aplicará aquí».

La ambición como guía

El futuro de Rioja se dibuja con la mirada puesta en la evolución, pero sin perder la raíz que la ha hecho grande. Encara una etapa de ajustes, decisiones valientes y nuevos impulsos en la que la innovación, la sostenibilidad y la cohesión del sector serán claves. Raquel proyecta una Denominación que siga creciendo, innovando y manteniendo su esencia: «Creo que Rioja tiene que estar al nivel de las mejores DO del mundo. No conozco otra zona vitivinícola como Rioja que tenga la diversidad de estilos, municipios, viñedos centenarios, …

Para Pablo, hoy Rioja “tiene muchos frentes abiertos, pero seguimos siendo viticultores, seguimos dando valor a nuestro origen. La palabra ambición tiene que ser la que nos dirija. Nos tenemos que creer de verdad que somos buenos y que podemos llegar. Tenemos que creer y confiar en que estamos en un gran territorio«.

*Publicado en el nº 253 de La Prensa del Rioja
La Prensa del Rioja – 253