El mundo del vino a sorbos

Uno, de los diferentes objetivos de esta sección semanal, es acercar el mundo del vino a los no iniciados en el mismo y por ello a los posibles consumidores de futuro, teniendo en cuenta siempre que este es un tema al que se accede desde la cata y por ello cuanto más catemos mejor sabremos cuáles son los vinos que más nos gustan y por ello, cuáles son los que más nos satisfacen.

Texto: Antonio Egido

Hoy vamos a preguntarle al buscador que nos dé resultados que respondan a la frase “consejos para iniciarnos en el vino” y de los aproximadamente 83.700 que se nos ofrecen, nos quedamos con los dos mejor situados y que son complementarios.

El primero viene en ‘cocinayvino.net’ y como reza en su titular nos ofrece “10 sugerencias para quienes se inician en el mundo del vino”, ofrecidas por Luis Miguel Delfino, representante de Caracas Wine Festival. Estas son las siguientes: 

“1. Iniciar probando vinos jóvenes: Estos vinos resultan mucho más frescos y para un primer acercamiento, son ideales. En el caso de las uvas blancas destaca por su frescor la uva chardonnay y en cuanto a la uva tinta, se pueden considerar los vinos elaborados a base de la uva carménère o de uva merlot.

2. Probar vinos de diferentes países: Una vez que se haya determinado cuál es el tipo de uva que nos deleita, aprovechar, en lo posible, de probar los vinos que se elaboran a partir de ella. Y cuando se tenga preferencia por algún país, investigar las regiones de elaboración. 

3. Investigar, leer, preguntar: Cuando nuestro paladar se haya decantado y haya manifestado su complicidad con un tipo de uva, entonces sí: comenzamos a investigar todo sobre ella. Su origen, regiones de producción, casa o bodega que la trabaja, saber todo sobre ella. 

4. Ser atrevido: Paulatinamente, aventurarse y conocer otros vinos hechos a base de esa uva que nos gusta. Catar algunos con más cuerpo.

5. Incorporar la comida para hacer armonías sencillas: Esto hará que tengamos una percepción diferente del vino, pues al combinarlo veremos cómo se complementa. Al respecto, Delfino sugiere quesos frescos, canapés muy ligeros y chips informales.

6. Iniciarse sin temor en el mundo de las catas: Participar en algunas y percibir el vino como un producto amigable. “Cuando se llegue a este punto, ya se sabrá de manera sensorial cómo es esa uva que nos gusta, ya se conocerá un poco más, gracias a la investigación de las bodegas, y  entonces la aproximación a la cata será mucho más placentera; la aproximación a lo técnico no debe verse como algo complejo, sino como algo que enriquecerá la experiencia y que la hará 360 grados”.

7. Compartir el vino: No tener miedo al incorporar el vino a las reuniones, al contrario, hacerlo con confianza. Para esas primeras reuniones, se puede probar con vinos que estén alrededor de los 80 bolívares, por lo general son jóvenes y apelan a un amplio rango de paladares.

8. Al momento de servirlo: Tener presente que los vinos jóvenes se sirven a una temperatura que ronde los 8 o 10 grados para los blancos y los tintos entre 12 y 14 grados. La copa que se recomienda es una sencilla de vidrio o cristal, que sea cómoda de manejar, no debe ser tan grande.

9. Cuidar la atmósfera y detalles: Pensar con qué tipo de música se quiere acompañar, planificarlo antes. El ritmo al momento de consumir el vino también es importante. Hacerlo de forma pausada, y para prolongar la noche, lo que se recomienda a beber agua entre cada copa de vino. Recordar que el vino no es una bebida para calmar la sed.

10. Conocer un viñedo: Organizar un viaje con destino a alguna bodega o a alguna región vinícola complementará nuestra relación con el producto, gracias a los paisajes y a que se tendrá la oportunidad de apreciar la forma de producción.

En ‘actualidadgastronomica.es’ reducen a la mitad los consejos y nos los ofrecen como “Cinco consejos para bebedores principiantes de vino”, que son los siguientes: “1) Elegir una copa adecuada: La copa de tinto tiene que ser de cristal transparente, sin dibujos, redonda y con forma cónica en la parte superior para que se pueda sumergir la nariz y disfrutar de su aroma… Solo debe llenarse un tercio de la copa para poder mover el contenido y apreciar color y aroma después de agitarlo suavemente.

2) La temperatura adecuada: El vino tinto debe consumirse entre 16 y 18 grados centímetros para que conserve todos sus matices. Con más calor los alcoholes se evaporan y afloran los aromas más fuertes y menos agradables. Eso sí, los tintos jóvenes se deben tomar algo más frescos, entre los 12 y 15 grados para resaltar su frescura y matices florales. Para mantener la temperatura ideal coge la copa por el tallo y nunca abrazándola porque se calienta.

3) Un buen maridaje: Los vinos jóvenes, con los que se suele empezar a beber este producto, van bien con comidas ligeras no muy condimentadas, por ejemplo unos quesos tiernos y cremosos o una carne suave o blanca. También casan bien con pescados como el rape o el atún y son perfectos con un plato de espagueti con salsa boloñesa.

4) La edad del vino: El vino no es necesariamente más bueno cuanto más viejo ya que, por ejemplo, en el caso de los tintos jóvenes tienen un periodo de consumo óptimo y pierden su frescura y se oxidan con el tiempo.

5) Efectos saludables: El vino contiene alcohol, que no deja de ser un tóxico para el organismo, pero en la cantidad adecuada y consumido con moderación puede tener ciertos beneficios”.

Y sobre todo hay que quitarse de encima todos los miedos. Además de no dudar cuando un vino no nos guste para seguir buscando los que a nosotros nos parecen más sabrosos, aunque eso sí, estando totalmente abiertos a las nuevas experiencias. Y bienvenidos a los nuevos consumidores a un mundo apasionante.