El consumo moderado de vino aporta aspectos beneficiosos para la salud, especialmente para prevenir algunas enfermedades crónicas como son las cardiovasculares o la obesidad
Una alimentación rica en polifenoles es un valor añadido para la protección de la salud y la prevención de enfermedades crónicas. Los últimos estudios científicos internacionales publicados demuestran, una vez más, las propiedades antioxidantes y antinflamatorias de esta sustancia que se encuentran en diversos alimentos de origen vegetal, entre ellos, la uva, según explica la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN). En este sentido, el consumo moderado de vino, por su alto contenido en polifenoles, aporta beneficios para la salud.
Con motivo del Día Mundial de la Salud, proclamado en el año 1948 por la Organización Mundial de la Salud – OMS con el objetivo de crear consciencia sobre las enfermedades mortales mundiales y crear hábitos saludables en las personas, la Fundación destaca que el vino como alimento en el marco de una dieta sana y saludable, como es la Dieta Mediterránea, aporta beneficios para la salud.
El vino es el responsable del 25% de los efectos saludables de la dieta mediterránea. En este sentido, el estudio PREDIMED (PREvención con DIeta MEDiterránea) señala que una mayor adherencia a esta dieta se asocia con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares.
El consumo de polifenoles, a través de los alimentos que los contienen, puede ser un mecanismo potencial para la prevención de alteraciones cardiovasculares y metabólicas asociadas con la obesidad, por lo que, los polifenoles presentes en el vino contribuyen a proteger contra enfermedades cardiovasculares, ya que su capacidad antioxidante aumenta el colesterol saludable para el corazón y mantienen el sistema inmune fuerte.
En palabras del Dr. Fernando Cabrera, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga y Miembro de la Red FIVIN, “como cardiólogo debo reconocer que, con la evidencia actual, debemos transmitir no solo tranquilidad a quienes disfrutan del consumo adecuado de vino tinto, sino informarles que es un complemento en la alimentación que parece aportar beneficios a nivel cardiovascular, diabetes, obesidad y probablemente sobre otras patologías. Todo ello, sin dar de lado a la responsabilidad médica de desaconsejar el uso nocivo del alcohol, y tampoco promover su consumo en personas abstemias»
Un reciente estudio del Instituto de la Salud de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), publicado en enero de este año, sugiere que consumir de forma moderado vino en comparación con tomar otras bebidas alcohólicas minimiza el riesgo de mortalidad o de sufrir enfermedades cardiovasculares graves (1).
Esta investigación se basa en la recopilación de datos sobre los hábitos de consumo de 309.123 británicos sanos y bebedores habituales durante un período de cuatro años y monitorizando su salud durante una media de nueve años.
Este año también se han publicado dos revisiones de investigadores japoneses de la Universidad de Shizouka que aportan nuevas reseñas sobre los efectos positivos de los polifenoles.
El resveratrol, polifenol que se encuentra en la uva, tiene un efecto antioxidante y antinflamatorio, por lo que el consumo moderado de vino también aporta un efecto positivo en el control de la obesidad. Este estudio japonés indica que el resveratrol podría regularizar la producción de grasas e interaccionar positivamente con la capacidad de defensa antioxidante (2).
La segunda revisión hace referencia a los efectos beneficiosos del consumo moderado de vino con relación a enfermedades neurodegenerativas, en especial, a sus efectos beneficiosos frente la demencia y la enfermedad del Alzheimer (3).
Es importante incidir que, aunque numerosos estudios demuestran los beneficios para la salud del consumo moderado de vino, la mayoría de los investigadores advierte que ello no es suficiente motivo para que alguien que no bebe comience a hacerlo por motivos de salud. De hecho, la recomendación general de los científicos suele ser preventiva advirtiendo que los beneficios para la salud del vino en un estudio en particular, no garantiza que los no bebedores o abstemios deban comenzar a disfrutar de una copa al día para mejorar su salud. Cualquier estudio sobre el vino y la salud no reemplaza el consejo médico de un profesional, que deben consultar con su médico antes de tomar decisiones sobre el consumo de alcohol por su salud.
Referencias Científicas:
- (1). Association between patterns of alcohol consumption (beverage type, frequency and consumption with food) and risk of adverse health outcomes: a prospective cohort study.
Jani BD, McQueenie R, Nicholl BI, Field R, Hanlon P, Gallacher KI, Mair FS, Lewsey J.
BMC Med. 2021 Jan 12;19(1):8. doi: 10.1186/s12916-020-01878-2. - (2). The Beneficial Effects of Principal Polyphenols from Green Tea, Coffee, Wine, and Curry on Obesity
- Ohishi T, Fukutomi R, Shoji Y, Goto S, Isemura M.
Molecules. 2021 Jan 16;26(2):453. doi: 10.3390/molecules26020453. - (3). Beneficial Effects of Epigallocatechin-3-O-Gallate, Chlorogenic Acid, Resveratrol, and Curcumin on Neurodegenerative Diseases.
Fukutomi R, Ohishi T, Koyama Y, Pervin M, Nakamura Y, Isemura M.
Molecules. 2021 Jan 14;26(2):415. doi: 10.3390/molecules26020415.
Estas y otras referencias se pueden encontrar en la base de datos científica sobre vino y salud de FIVIN www.lacienciadelvino.com