El mundo del vino a sorbos
Texto: Antonio Egido
En estas semanas tendríamos que haber estado disfrutando de las diferentes fiestas de la vendimia que se celebraban por toda España. No obstante, la maldita pandemia ha llevado, con criterio juicioso de autoridades y organizadores, tal y como está todo, a suspenderlas por la COVID-19. Repasemos en unos minutos la situación actual de las NO celebraciones.
Y como seguro que a algunos se nos habrá olvidado incluso el origen de estas fiestas tan populares, vamos a recordar de dónde surgieron las mismas cuya explicación la encontramos en ‘icalendario.net’ donde leemos que: “La vendimia es una fiesta pagana que hunde sus orígenes en el culto griego a Dionisos, divinidad de la fecundidad, la vegetación y la producción vinícola.
La mitología cuenta que el primer hombre que cultivó la vid fue Icario, un rey griego al que instruyó en sus artes el mismo dios, llamado Baco por los romanos.
En tiempos de Homero, los viticultores griegos de renombre, agasajaban cada año a los pueblos cercanos en las fiestas de la vendimia; esto les daba poder y prestigio en la región.
Posiblemente con técnicas importadas de Egipto, los griegos difundieron la vitivinicultura por todo el Mediterráneo europeo, llevando con ello a sus colonias de la Península itálica, Francia e Hispania, sus tradiciones, entre ellas la celebración de la vendimia.
Además, a través del teatro los griegos y romanos extendieron su pasión y cultura vinícola por todo el mar mediterráneo.
Celebración
En tiempo de vendimia, España es una fiesta.
Desde mediados de agosto hasta bien entrado octubre, casi todas las regiones de España se vuelcan en la vendimia; agricultura, economía y folklore se dan la mano en las celebraciones que la acompañan.
Llega el momento de la recolecta. Pocas cosas hay más hermosas que contemplar campos y campos de viñas con frutos madurados lentamente al calor del sol. Pocos ritos hay tan gratificantes como como el de pisar la uva. Es tiempo de fiesta, es tiempo de celebrar y agradecer lo que la tierra nos ofrece tras arduos meses de trabajo, de celo, de mimo para poder degustar estos exquisitos caldos. España es un país de vinos, y el mundo del vino es un mundo mágico”.
Y seguimos en nuestro buscador pues algunas zonas vinícolas españolas, querían celebrar dichas fiestas, pero se han quedado en eso, en un querer, como leemos en ‘blogriojaalavesa.eus’ unas emocionadas palabras por lo que no va a ser: “Como en un mal sueño del que uno quiere despertar, llamé a la sede de la Cuadrilla y allí me indicaron que nada se había decidido aún.
Entonces me puse en contacto con la alcaldesa de Lanciego -donde este año se iba a celebrar la Fiesta- y me contestó lo mismo, si bien me contó que en febrero de este año el pueblo ya había puesto en marcha los preparativos en medio de una gran ilusión.
Tan enamorados estamos de la Fiesta de la Vendimia que nos preguntamos cómo vamos a poder vivir sin ella… “Pues como has vivido estos meses de pandemia sin abrazos, sin la cercanía de tu Amatxu, sin poder despedir como es debido a los amigos queridos que se fueron para no volver jamás…”.
Sí, pero…
Cómo vamos a vivir sin la bulla del río de gente que a primera hora de la mañana se abraza a la Fiesta y al pueblo decorado como nunca antes lo estuvo, sin las danzas ensayadas, sin los trajes recién planchados de los dantzaris, sin la Danza del Vino, sin los gaiteros del Elciego, sin el ramillete de pueblos que descorchan el patrimonio vitícola de sus bodegas…
¿Qué hacer sin esa Fiesta sembrada sobre el horizonte? Sin la emoción de los txikis con sus canastitas de racimos de uva y el cartel del pueblo que representan, sin la canción del pregón. Sin el primer mosto endulzando el alma, sin el grupo de fotógrafos y cámaras retratando a las autoridades que brindan al unísono sobre la tarima.
Habrá que decirlo, porque amamos profundamente esta Fiesta, que echaremos de menos el recorrido puesto a puesto con nuestra copa de vino por bandera…
Qué decir de los reencuentros, las risas, los piropos y las conversaciones que plantaríamos en las calles de Lanciego.
Ese día se quedará sin el alboroto y la música de calle, sin los coros cantores que vienen del norte de Euskadi, sin los miles de rostros de un sinfín de lugares representado mil colores de convivencia donde ya no cabe nadie más…
¿Dónde quedará el latido poderoso de una Fiesta que se alegra con la cosecha de 2020?, mientras en los campos ya se estaría vendimiando, el 13 de septiembre, los racimos de uva que los sabios de Rioja Alavesa transformarán en los vinos para saber vivir como es debido.
Era una decisión esperada, sensata, adoptada por unanimidad en la Cuadrilla de Rioja Alavesa por el Comité Organizador de la Fiesta de la Vendimia, una decisión que tiene en cuenta la “nueva normalidad” en la que vamos a entrar tras la desescalada de la pandemia global”.
No obstante, en algunas localidades se ha optado por una fiesta alternativa, como es el caso de Jumilla, que nos ofrece ‘laopiniondemurcia.es’, “Tras la cancelación de la Fiesta de la Vendimia de este año, por motivos relativos a la crisis sanitaria, el Ayuntamiento de Jumilla ha decidido poner al alcance de sus vecinos y de todos aquellos que decidan visitar el municipio este mes de agosto un programa de actos y eventos bajo el lema ‘Verano seguro’.
Las actividades, que se desarrollarán en su mayoría en el Paseo Poeta Lorenzo Guardiola, aunque también se llevarán a cabo en localizaciones como el jardín del Rey Don Pedro o el jardín de La Glorieta, aunarán proyecciones de cine, espectáculos musicales y artísticos, y distintos actos relacionados con la cultura jumillana”.
En fin, habrá que disfrutar de la fiesta de la vendimia pero en casa, recordando buenos momentos del pasado y disfrutando de una copa con vino de calidad, a la espera de los primeros frutos de la vendimia del año 2020, que ya estamos deseando degustar.
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