El mundo del vino a sorbos

Le hemos solicitado a nuestro buscador que nos ponga en el inicio del camino que quiere emprender el neófito al mundo del vino, para que llegue si no a ser un experto, sí a que pierda el respeto a todas las cortapisas que nos encontramos para acercarnos a un producto que es mucho más que una bebida.

Texto: Antonio Egido

 

Así nos encontramos en ‘guiapenin.com’ con todo aquello que nos impide entrar con paso firme en los secretos de la cata, que no son tantos, pues al final solo se trata de probar, degustar y comparar, pues; “Como casi todo en la vida, iniciarse en este ámbito requiere una dosis importante de interés, curiosidad y un poco de aprendizaje, pero como desde siempre hemos sostenido en Guía Peñín, la cata se ejercita a base de práctica, por lo que una vez que se esquivan las primeras “piedras” del camino, el resto del recorrido se hace mucho más llano. Algunos de los obstáculos más habituales para quien intenta aprender sobre vino se podrían resumir en los siguientes puntos:

1. No sabe por dónde empezar. Sabe que un vino le gusta cuando lo prueba pero no suele fijarse en detalles como la añada o las variedades de uva. Como mucho, conoce 2 o 3 zonas de producción y unas cuantas bodegas que podría contar con una mano. Lo primero que debe hacer es tratar de identificar qué estilo de vino es el que realmente le gusta: blanco, tinto o rosado; joven o con crianza; qué variedades de uva le suelen agradar más, etc. Por el momento no busca convertirse en un experto, sino sólo encontrar qué tipología de vino es la que más le gusta para poder disfrutar más de él y a partir de ahí empezar a probar cosas nuevas. 2. Demasiadas zonas de producción y multitud de marcas. Le abruma la gran cantidad de países productores que existen, denominaciones de origen, marcas (…). 3. Falta de formación. Hoy en día Internet es una fuente inagotable de información y de formación, pero como ya sabrá, no todo lo que se puede encontrar es de calidad (…). 4. Terminología complicada. Palabras como terroir, coupage, cru, tanino, sulfitos, que tanto se usan en el ámbito vinícola, no se suelen utilizar en el lenguaje coloquial y pueden “intimidar” a los no iniciados. En el mercado puede encontrar muchos diccionarios del vino y multitud de páginas web con glosarios sobre el mundo del vino que le ayudarán a que todos esos términos le resulten familiares en poco tiempo. 5. Miedo a parecer ignorante. Como decíamos al principio, no tiene que aspirar a ser un experto, por lo que no debe sentirse inferior ante quienes presumen de ser grandes entendidos en vino. Los blogs y foros sobre vino, así como las redes sociales, son lugares donde puede encontrar a gente que le puede aconsejar o responder a sus dudas, pero también a otros que, como usted, están aprendiendo. 6. El mito de que todo lo bueno es caro. Afortunadamente, hoy en día es posible encontrar muy buenos vinos a excelentes precios y en España tenemos muchas muestras de ello (…). 7. Problemas para distinguir los matices. Es uno de los comentarios más habituales cuando se leen las notas de cata de un vino: “¿De dónde saca el catador el aroma a fruta madura, café o hierbas de monte?”. Un ejercicio muy útil para aprender a identificar esos matices es olerlos por separado. Se pueden preparar de forma casera pequeños recipientes con algunos de los aromas más habituales: un poco de café molido, hierba recién cortada, ciruelas rojas maduras, tabaco… A la hora de catar, ha de tener en cuenta que esos aromas suelen ser muy sutiles y que aprenderá a identificarlos poco a poco con la práctica”.

En ‘turismodevino.com’, nos encontramos con un artículo titulado “Cosas importantes sobre el vino” donde leemos: “El vino es un producto natural: La fermentación es un proceso que tiene mucho de poesía y de magia… el azúcar natural del fruto se transforma en alcohol y así nace el vino. Si quieres puedes también mirar algunos aspectos sobre la historia del vino.

Hay muchos ‘vinos’ en el vino: Cualquier paladar puede notar diferencias muy notables entre diferentes tipos de vino, en función de la variedad de uva, el clima donde se cultivó, el saber hacer de la bodega, etc.

Maridar vino y comida: Combinar bien el vino con la comida es todo un arte, pero eso no debe echarnos atrás. Lo mejor es aprenderlo con la práctica. La idea es que los sabores del vino y la comida se refuercen, en lugar de ‘contrarrestarse’.

Catar un vino: No hace falta ser un experto para catar un vino, es suficiente con aguzar nuestros sentidos para captar mejor sus características, y tratar de describírnoslas a nosotros mismos (con nuestras propias palabras si hace falta). Poco a poco iremos distinguiendo más y más cosas. Breve guía de cata de vino.

Escoger el mejor vino: No siempre el vino más caro es mejor. Comprar un vino caro nos asegura cierta calidad, pero no siempre es la mejor opción. Depende mucho de nuestros gustos y de la situación en que lo vayamos a consumir. Por eso es importante cultivar nuestro propio criterio a la hora de valorar un vino (…).

4 elementos que impactan en la calidad del vino:

La tierra: El suelo aporta características específicas al vino.

El clima: Cuanto más cálido, más potente será el vino, y tendrá más cuerpo y más alcohol. Y cuanto más frío, más ácido y refrescante.

El varietal o tipo de uva: La variedad de uva es fundamental a la hora de determinar el carácter de un vino. Para entender mejor el mundo del vino es necesario pensar también en términos de varietal. Guía de varietales.

La elaboración: Una vez obtenida la uva, el saber hacer del enólogo es determinante para obtener un vino de calidad: la temperatura de fermentación, el proceso de filtrado y clarificación, la posible mezcla de varietales, el tipo de barrica utilizada para la crianza, etc.

Crianza y evolución del vino: 

En la barrica de roble el vino obtiene taninos y aromas de la madera, que le dan mayor complejidad. Además, la madera tiene pequeños poros que dejan pasar oxígeno, con lo que el vino también va envejeciendo. Sólo los vinos con mayor estructura y concentración pueden aguantar periodos largos de crianza. 

En la botella, el vino se redondea y perfecciona. Después de unos 5 o 10 años en botella (en función del vino) el vino llega a su mayor grado de calidad, luego la calidad del vino empieza a decaer lentamente”.

Y a partir de aquí todo es probar y probar diferentes tipos de vino, incluso diría que probarlos todos para poder ir descubriendo las diferencias de uno y otro aunque siempre con moderación pues probar, catar vino, no tiene el mismo significado que beber vinos.