IN MEMORIAM
El vino esta triste y yo también. Hace unas semanas nos ha dejado Ernesto Arbulu, profesor de enología en Laguardia. Excelente profesor, enseñó a varias generaciones de enólogos a cuidar la viña y a transformar su preciado don en excelentes vinos. Pionero y visionario en sus enseñanzas, muchas de las cosas que nos enseñó sonaban a herejía en aquel momento, pero se fueron imponiendo pocos años después.
Texto: Jabier Marquínez, enólogo de Bodegas Castillo de Sajazarra.
Pero su mayor enseñanza no fue enológica, lo más importante es que nos enseñó a amar al vino, a respetarlo, a disfrutarlo como regalo divino que es. Desde Noe hasta Pasteur, pasando por la Última Cena, la filoxera o la dieta mediterránea. Sus ojos brillaban de una forma especial cada vez que nos contaba alguna anécdota del vino, con diferencia la mejor asignatura posible, aunque fuera de temario.
Educado y respetuoso, sabio y humilde a la vez, sencillo y noble, buena persona. Además de profesor fue para nosotros consejero y guía, cómplice y amigo, psicólogo y hasta padre. El mundo del vino y Rioja en particular debe mucho a este gran hombre, nuestro MAESTRO. Descanse en paz.