A los beneficios cardiovasculares, Ramón Estruch, presidente de FIVIN, añade que una copa al día reduce la incidencia de cáncer de mama
Texto: Mirian Terroba
redaccion@laprensadelrioja.com
Ramón Estruch, presidente de FIVIN (Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición) ha presentado en la sede del Consejo Regulador de la DOCa Rioja las conclusiones del Congreso Internacional Lifestyle, Diet, Wine and Health, celebrado en Toledo a finales de 2023, acerca de los beneficios para la salud del consumo moderado de vino según la evidencia científica y de acuerdo con reconocidos expertos en nutrición y medicina.
Estruch, una de las figuras más respetadas en la investigación sobre la dieta mediterránea, explicó su perspectiva sobre cómo el consumo moderado de vino – entre 10 y 15 gramos de alcohol- puede integrarse de manera saludable y equilibrada en un estilo de vida beneficioso para el bienestar. “El vino es un pilar fundamental de la dieta mediterránea. Se considera que un 20% de los efectos beneficiosos que la dieta mediterránea es debido al consumo moderado de vino, pero sí que aquí hay que poner unas notas. El vino tiene que consumirse con moderación y dentro de un patrón de alimentación saludable”.
En el congreso de Toledo mas de 30 investigadores internacionales avalaron con sus estudios un patrón dietético y social que se ha denominado ‘el estilo de vida mediterráneo’. Se puso de manifiesto que “lo que hemos aprendido desde hace años es que realmente no consumes el vino solo. El vino se consume con una comida y se consume en el contexto. Entonces, lo que más se valora actualmente sería el estilo de vida, que incluiría alimentación, actividad física y bienestar social o psicosocial”.
‘Curva en J’
El presidente de FIVIN recordó que estudios científicos corroboran la existencia de la denominada ‘Curva en J’, que establece una relación entre el consumo moderado de vino y una disminución del riesgo de mortalidad. Esta relación sugiere que quienes disfrutan del vino con moderación tienen una esperanza de vida mayor que aquellos que se abstienen de su consumo o que lo hacen en exceso, un hallazgo de considerable importancia científica.
A nivel cardiovascular, “es muy fuerte la evidencia de que realmente el consumo moderado de alcohol y de vino, que además otros compuestos bióticos, que son los polifenones, tiene ese efecto protector a nivel cardiovascular”. En lo que al cáncer respecta, “hemos podido ver que el vino consumido dentro de la dieta mediterránea, de forma moderada en las mujeres, reduce la incidencia de cáncer de mama. Pero el vino fuera de la dieta mediterránea, es decir, con un patrón de alimentación no mediterráneo o solo, aumenta su incidencia, por lo tanto, el contexto en el consumo de vino y cáncer es fundamental”.
En este sentido recuerda que “cuando se ha analizado el efecto de la dieta mediterránea y cáncer, se ha visto que la dieta mediterránea protege del cáncer de mama y cuando se ha analizado dentro de los componentes de la dieta mediterránea, el alcohol, que sería el vino, sería el que tiene un efecto más protector”. El vino tiene alcohol, que en exceso es cancerígeno, pero tiene los poliferones, que son compuestos bioactivos que protegen contra enfermedades gracias a un efecto antiinflamatorio, evitan enfermedades degenerativas, el infarto y también la protección sobre el cáncer.
Lo importante es acompañarlo de una alimentación saludable “y mejor en la cena. Dos tercios de los infartos de miocardio se producen por la noche, cuando la coagulación el ritmo circadiano es diferente. El vino tiene un efecto que se llama fibrinólisis de disolución de los coágulos. Si tú tomas el vino con la la probabilidad de infarto nocturno es menor, aunque estos estudios son pocos para sacar recomendaciones globales”.
Comunicación veraz y responsable
El propósito del encuentro celebrado en el Consejo Regulador era ofrecer una visión rigurosa equilibrada y fundamentada en la ciencia acerca del binomio vino y salud, en un contexto marcado por el auge de las campañas y movimientos antialcohol que, si bien persiguen un objetivo preventivo, no siempre distinguen entre las bebidas alcohólicas y sus efectos diferenciados en la salud cuando se consumen de forma moderada.
Desde FIVIN y el Consejo Regulador de la DOCa Rioja recuerdan que el vino como producto está amparado por la Ley 24/2003 de la Viña y del Vino, que considera al vino como alimento natural y que ha de fomentar además su promoción por parte de la Administración, informando de los beneficios del vino como alimento dentro de la dieta mediterránea en el marco de la Unión Europea.
Según Ezquerro, presidente del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, “como primera Denominación de Origen de vino de España, que acapara más del 27% de la cuota en volumen de vino de calidad comercializado en España nos parece tremendamente injusto no solo para nosotros, sino también para el consumidor que se difunda información poco precisa de las verdaderas implicaciones del consumo moderado de vino en la salud”.
La Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición – FIVIN es una entidad sin ánimo lucro dedicada a la investigación de los efectos del consumo moderado de vino sobre la salud y su principal misión es comunicar a la comunidad médica todos aquellos estudios, que estudien los efectos del vino y sus componentes en la salud. FIVIN dispone de un comité científico independiente que analiza todos los estudios relevantes que se archivan en la web (lacienciadelvino.com) y publica dossiers informativos de forma periódica.
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