El mundo del vino a sorbos

Cercanas las fechas de Semana Santa que este año 2016 caen en el mes de marzo, entre 24 y el 28, pero que algunos han querido y podido aprovecharlas entre el lunes 21 y el domingo 27, le hemos pedido a nuestro buscador que  nos ilumine sobre las posibilidades que nos ofrece estas jornadas para acercarnos al mundo del vino. 

Texto: Antonio Egido

 

En ´gastroactitud.com´nos encontramos con el reportaje “Procesiones del vino: enoturismo en Semana santa” que ofrece este texto; “Para disfrutar la Semana Santa con todos los sentidos, proponemos seis destinos enoturísticos próximos las ciudades donde esta festividad se vive con la mayor pasión”, que nos mete en interesantes propuestas… “Amén de su relevancia religiosa, la Semana Santa tiene en España muchas otras connotaciones: son días de celebración, en los que las manifestaciones de fe y el fervor místico conviven con el arte, la música y el colorido particular que aporta la tradición, lo que da lugar a ritos y festejos singulares, distintos en cada pueblo y región del país. 

Como estas fechas suelen ser también días de descanso laboral, desde Gastroactitud.com sugerimos aprovechar la Semana Santa para conocer más y mejor el mundo del vino, alternando la contemplación del trasiego de penitentes, vírgenes y capirotes con actividades enoturísticas. Después de todo, además de ser una bebida inspiradora, que enriquece el disfrute gastronómico y se comparte con alegría, el vino también tiene un fuerte significado para la religión católica, como representación simbólica de la sangre de Cristo.

Lo cual viene a ser una excusa perfecta para apuntarse a alguna de las escapadas enoturísticas que aquí sugerimos, sin alejarse más de la cuenta de los escenarios donde la pasión devota se expresa de manera más elocuente: Sevilla, Málaga, Toledo, Cáceres, Valladolid y Zamora. 

Nota del autor: no están todos los que son, pero sí todos los que están (hay otras ciudades y pueblos que vale la pena visitar en Semana Santa, con celebraciones tan interesantes como las de los destinos que aquí seleccionamos)”.

Y a partir de ese punto, hacen un recorrido por dichas ciudades para recomendarnos visitas a bodegas y los atractivos de las mismas. 

Un producto puro de esta semana es la limonada de vino que en ´es.wikipedia.org´ nos definen así: “La limonada, limonada de vino o limonada de Semana Santa es una bebida tradicional realizada a partir de vino, limones, azúcar y canela (a veces, fruta, pasas o higos). Se bebía en cualquier acontecimiento festivo, aunque en la actualidad es tradicional servirla en Semana Santa.

Algunas voces apuntan a que el origen de la limonada está en la provincia de León, dónde se utiliza la expresión «matar judíos» que significa tomarse limonadas, y con el paso del tiempo se habría extendido a Castilla. Sin embargo es difícil establecer el origen de la misma ya que se encuentra muy arraigada en otras provincias como Ávila, Segovia, Soria, Madrid, Guadalajara, Toledo… En León se denomina limonada leonesa”. Y la composición de esta bebida es la siguiente: “Vino, limones, fruta, azúcar, canela y el «toque» final del barman. El tiempo de reposo, que en un sitio fresco es de 3 días removiendo cada 24 horas, varía según la receta, llegando hasta los 8 días”. 

Y seguimos con la gastronomía para quedarnos con las típicas torrijas de vino, postre típico de estas fechas pero que algunos restaurantes las mantienen ya durante todo el año. En ´directoalpaladar.com´ nos ayudan a elaborarlas siguiendo estos pasos: “En este caso las he elaborado con Pedro Ximénez pero lo tradicional es hacerlas con vino tinto de la casa, la única diferencia es que el tono de la torrija variará un poco.

Si utilizáis vino normal, ajustad la cantidad de azúcar para que no resulten excesivamente dulces ni sosas, y por supuesto tal como ya os comenté en las torrijas de crema, si en vez de pan para torrijas, usáis pan duro, tenéis que dejarlas más tiempo a remojo en el vino, para que la miga y la corteza se reblandezcan lo suficiente. 

Ingredientes para 12 torrijas

Pan para torrijas, 150 ml de vino Pedro Ximénez o vino tinto normal, 25 gr de azúcar, 100 ml de agua, 1 cáscara de limón, 1 ramita de canela, 1 huevo M, aceite de girasol.

Cómo hacer torrijas de vino tinto

Calentamos en un cazo el vino tinto junto al agua, el azúcar, las cáscara de limón y la ramita de canela. Dejamos que hierva durante dos o tres minutos para que el alcohol se evapore y tapamos dejando que infusione durante un rato hasta que esté casi frío.

En una sartén honda calentamos abundante aceite de girasol. Cortamos 12 rebanadas de pan de unos dos centímetros de grosor y las remojamos en el vino durante unos segundos, escurrimos un poco y las rebozados en el huevo batido antes de freírlas por ambos lados. Las colocamos sobre papel absorbente para sacar el exceso de grasa. 

Hacemos lo mismo con el resto de las rebanadas y tapamos con papel de plata si queremos conservarlas tibias hasta el momento de servir. Podemos hacer un almíbar ligero de miel, con partes iguales de miel y agua dejando que hierva o rebozarlas en azúcar, aunque para este tipo me resultan muy dulces.

Tiempo de elaboración | 1 hora Dificultad | Baja

Degustación

Las torrijas de vino tinto se pueden tomar tal cual o bien servidas en cuenco o plato hondo mojadas en el vino especiado de remojar las torrijas antes de freírlas. También podemos hacer un almíbar ligero de miel, que combina muy bien con este tipo o si no, como las clásicas, pasadas por azúcar y canela”. 

Tres propuestas muy diferentes son las que les hemos acercado en esta semana tan especial para unos y otros en la que el vino tiene protagonismo especial, bien sea en su vertiente más religiosa –el pan y el vino en la Biblia– o en su vertiente más turística: aprovechar unos días festivos para seguir aprendiendo de este mundo tan atractivo como impresionante. En cualquiera de los casos. Feliz Semana Santa.