El mundo del vino a sorbos
No podíamos fallar. Conocidos los triunfadores de la edición 2014 de los Oscar hoy hemos decidido indagar en la red aquellas páginas que nos relaciona las palabras ‘el vino en el cine’, que son, según el buscador, 1.480.000.000 resultados de los cuales, como siempre, nos vamos aquedar con las primeras páginas, es decir, aquellas que son más seguidas.
En ‘vinogusto.com/blog/es’ bajo el título “El camino del vino” nos dicen que “Como ya hemos hablado en otras ocasiones, el vino está presente en todos los ámbitos y el cine no iba a ser menos. La película ‘Entre Copas’ hizo las delicias de los amantes del vino y luego siguieron otras, más o menos afortunadas, en la que casi siempre el vino se presenta como algo exclusivo, un mundo demasiado refinado para la mayoría. Quizás es por el cine por donde se debería empezar a enseñar que el vino no es cuestión de poses, pero esa es otra reflexión.
Ahora os presentamos otra película con formato de documental. Se trata de ‘El Camino del Vino’, producida por Cactus Cine y dirigida por Sebastián y Nicolás Carreras. El protagonista es el sumiller Charlie Arturaola que hace de sí mismo. En la película acude a Argentina para participar como catador en el prestigioso Master Food & Wine.
Allí se encontrará inmerso en una vorágine que le hará perder todo lo que daba por seguro y deberá recomenzar con la ayuda de otros expertos de mundo del vino como Michel Rolland, Lahcene Boutouba o Andreas Larsson, que también hacen de sí mismos. Arturaola recorrerá la región argentina de Mendoza, sus bodegas y sus paisajes con la esperanza de volver a ser él mismo. Enológicamente hablando, claro”.
En ‘elgrancatador.imujer.com’ hallamos el artículo “El vino en el cine” donde nos indican que “Probablemente, si pensamos en una asociación entre vino y cine, lo primero que nos viene a la cabeza, desde el punto de vista del consumidor (de lo uno y lo otro), es el estar disfrutando de una buena película en nuestro hogar acompañado de una copa de vino; aunque para alguien más cinéfilo puede ser también recordar la conocida pasión por el vino del renombrado director cinematográfico Francis Ford Coppola, o incluso que esta relación ya fue abordada por un escritor español en el libro El Cine del Vino, algo mucho menos probable, de todos modos.
Pero evidentemente la ficción ha incurrido en infinidad de tópicos a lo largo de la historia del cine, y el mundo del vino no es una excepción (si bien es menos frecuente que otras bebidas como el whisky), así que en esta ocasión veremos cómo se ha abordado en algunos films el consumo, elaboración o uso de esta bebida.
Un Buen Año (A good year)
Esta es una agradable comedia romántica del año 2006, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Rusell Crowe y Marion Cotillard. El protagonista es un ocupado, exitoso y poco ético corredor de la bolsa de Londres, algo que en un principio podría ser difícil de relacionar con lo apacible y tranquilo que tenemos asociado al disfrute de un buen vino. Pero ya desde el inicio vemos, a manera de flashback, que en su infancia el protagonista pasaba los veranos en el viñedo de su tío, en la región de Provenza al sur de Francia. Cuando su tío muere, él es el único heredero del viñedo y del château que allí había y deberá viajar al lugar. Como cabe esperar, esto le cambiará su vida, incluyendo -evidentemente- el enamorarse.
El resto de la trama incluye a una camarera, un dedicado vinicultor y una joven amante de los vinos del condado de Napa que dice ser hija no reconocida del dueño del viñedo, siendo una posible legítima heredera. En el guion, se incluyen también muchas discusiones acerca del vino y las diferentes filosofías de producirlo”.
Y en una tercera página, en concreto ‘vinocontiempo.com’ donde además de citar las dos películas antes recordadas nos hablan de alguna película más donde el vino ocupa su importante cuota de pantalla: “Como no podía faltar Italia y La Toscana (una debilidad, lo confesamos), ‘Bajo el sol de La Toscana’ es una de las mejores promociones turísticas y enoturísticas que le han podido hacer a esta preciosa comarca vitivinícola. Si todavía no han ido, querrán ir (una recomendación, vayan por su cuenta y piérdanse por carreteras secundarias). Al margen del argumento, que puede gustar más o menos, merece la pena verla solo por los paisajes y los rincones que nos muestra”.
Y una más: “En la campiña francesa nos quedamos en Frenh Kiss, con un apasionado por los vinos, el excéntrico personaje interpretado por Kevin Kline, y una historia de amor por medio. Para no perderse las reflexiones de Kline sobre el vino, como “No estás equivocada. El vino es como las personas. El vino toma todas las influencias de la vida y las absorbe para adquirir personalidad”, le dice a Meg Ryan”.
En fin, éste ha sido un artículo de cine, en el que, como cada semana, no ha faltado el vino. Que ustedes lo mezclen bien.