El mundo del vino a sorbos

Esta semana le hemos pedido a nuestro buscador que nos diga cuál es, para la red, el mejor vino del mundo y lo cierto es que, después de mucho intentarlo no nos quedamos con uno solo sino con varias marcas de diferentes bodegas, por lo que tendremos que hablar no ya del mejor vino del mundo sino de los mejores vinos del mundo.

Texto: Antonio Egido

Y el primer enlace que nos encontramos es con el blog de gastronomía de rtve ‘blog.rtve.es/gastronomia’ que con el título, precisamente, de ‘el mejor vino del mundo’ nos indica que “No es un título absoluto ni tampoco el resultado de un concurso. Es el vino más destacado del mundo por su relación calidad precio según Robert Parker. Sin duda una opinión aunque no la de cualquiera.

¿Quién es Parker? Nada menos que un señor que se dedica a catar para una revista que no admite publicidad. Quienes hagan lo mismo, que levanten la mano. Y entre quienes la levanten – que no serán muchos – se hallarán los únicos que puedan disputarle el puesto. En realidad más que puesto una simple muletilla, esa que se utiliza casi siempre para referirse a él en los medios no especializados: “El catador más influyente del mundo”. Algo que, por cierto, es una verdad incontestable.

¿Y ese tinto? Absurdo sorprenderse. Que España sigue siendo el paraíso de los grandes vinos a precio ridículo es algo sabido por cuantos se asoman a ese maravilloso mundo sin demasiados prejuicios. Un fino como Tío Pepe o una manzanilla como Solear (siempre recién embotellados) son obras de arte que se venden a unos seis euros. Lo mismo puede decirse de olorosos como Río Viejo y de un puñado de  tintos de denominaciones como Campo de Borja (donde está Bodegas Borsao), Navarra, Yecla, Jumilla o Cigales entre otras muchas. 

El vino señalado por Parker, Borsao Selección 2011, merece mucho respeto. Tiene el intenso recuerdo frutal de la garnacha y su goloso paso de boca pero nada en su diseño lo acerca a la frecuente intrascendencia con que se dibujan los tintos jóvenes. En definitiva, un pedazo de vino largo y serio a menos de cuatro euros. Y, además, fácil de beber”, aunque se trata de una crónica firmada en 2012.

Buscamos más entradas y en el segundo puesto está la de  ‘guiagastronomika.diariovasco.com/noticias’ de 2013, donde se indica que “El mejor vino del mundo es vasco” afirmando en su texto que “El mejor vino del mundo, al menos teniendo en cuenta su relación calidad-precio, existe y, además, es vasco. Y es que según la prestigiosa revista americana Wine Advocate, dirigida por el gurú estadounidense Robert Parker, el vino Luis Cañas Crianza 2009 es el mejor del mundo teniendo en cuenta ese baremo.

A este crianza le otorgaron 92 puntos Parker el pasado mes de julio. De hecho, cinco vinos de esta bodega de Villabuena de Álava superan la mítica barrera de los 90 puntos.

Este crianza 2009, con D. O. Rioja tiene un precio que ronda los 8 euros, lo que le ha servido para recibir la consideración de ser el mejor vino del mundo en relación calidad-precio”. Como vemos vuelve a aparecer el gurú del vino Robert Parker.

Y como tercer entrada está la de ‘turismodevino.com’ en donde tras una larga introducción acaban afirmando que “No podemos decir cuáles son los vinos mejores del mundo, pero sí al menos aproximarnos a la idea de qué vinos son los más caros. Estos vinos que vamos a comentar tienen probabilidad de encontrarse entre los mejores vinos del mundo (hay sin duda y por fortuna, muchos más de los de esta lista). ¿El problema de estos vinos? Seguramente nunca podamos llegar a saber si son tan buenos dado que su precio es, digamos, inalcanzable. Mostramos una serie de vinos que alcanzaron precios elevadísimos en subastas. Son casos excepcionales, de marcas de gran prestigio que producen, seguramente, algunos de los mejores vinos del mundo.

Chateau Lafite 1787: Se trata de una botella que alcanzó el disparatado precio de 160.000 dólares en Christie’s en Londres en 1985. El vino fue adquirido para la colección Forbes. La botella lleva las iniciales de Thomas Jefferson grabado en el vidrio. Éste es una vino de Burdeos, del Medoc, Premier Cru classé en la clasificación que ha regido los destinos de los precios de los vinos de Burdeos desde que se estableció en 1855.

Château Mouton Rothschild 1945: Jeroboam. Un vino de presunta enorme calidad, muy buscado por inversores y amantes del vino, que alcanzó en Christie’s el precio de 114.614 dólares en 1997. Similar al caso anterior, un Premier Cru Classé.

Chateau d Yquem 1784: Yquem es la marca de vinos dulces más reconocida y prestigiosa del mundo. La bodega está situada en la zona de Sauternes en Burdeos. Esta botella, que también incluye un grabado con las iniciales de Thomas Jefferson, alcanzó Se vendió en Christie’s en 1986 por una suma asombrosa de 56.588 dólares.

Massandra Sherry: Ahora es el turno de un vino dulce de la bodega Massandra. Massandra es el nombre de una bodega con enorme historia. Situada en Crimea (parte de la actual Ucrania) se trata de una bodega que embotellaba vino para los zares, que lo consumirían en sus permanencias en su residencia de verano en la zona (Sympheropol sigue siendo un destino turístico de primer orden para Ucranianos o rusos) Esta bodega almacenaba vinos de elaboración en bodegas cercanas o vinos de importación. Se especula sobre las botellas que pueden estar bajo sus muros, pudiendo su cifra ser cercana al millón de unidades. En los vinos locales, se especializaron en los vinos dulces, de estilo Jerez. Con el desmantelamiento de la antigua URSS se comenzaron a subastar algunos de los vinos allí almacenados. En 2001, un vino vendido en Sotheby’s de Londres alcanzó la cifra 43.500 dólares.

Domaine de la Romanée-Conti: En el quinto lugar de esta lista se encuentra un vino francés que no es, sin embargo, de Burdeos. La región de Burdeos se diferencia de Borgoña en muchas cosas. La primera son las uvas: si en Burdeos se usan Merlot, Cabernet Sauvignon o Sauvignon Blanc, en Borgoña son la pinot noir para tintos y la Chardonnay para blancos las uvas elegidas. En segundo lugar el tamaño de los viñedos, que son mucho más pequeños en Borgoña. Las botellas son también distintas, y cada zona ha dado nombre a un tipo de botella (la borgoñona es más ancha que la bordelesa, que es la más común en los vinos españoles). Romanée-conti es posiblemente la marca con precios más alto de Borgoña. En 1996 en Sotheby’s 8 botellas de esta propiedad alcanzaron el «simbólico” precio de 224,900 dólares”.

Como bien dicen, vinos que seguramente nunca probaremos por lo que nuestro paladar no podrá degustarlos, pero no está nada mal, cuando salga el tema, poder citar algunos de los vinos aquí recordados.