Amaia Soto (@thewaywewinenow) considera que la diversidad de Rioja abre oportunidades para atraer nuevos públicos y anima a las bodegas a contar su historia de manera auténtica y fresca para llegar a las nuevas generaciones
Texto: Mirian Terroba
redaccion@laprensadelrioja.com
Con el objetivo de hacer el sector más accesible, educativo y entretenido, ha logrado conectar con un público más amplio y diverso que sólo en Instagram supera los 31.000 seguidores. Aunque afirma que llegó al mundo del vino por casualidad, Amaia Soto lleva más de 15 años en el sector, especializándose en marketing, ventas y gestión comercial en mercados como Colombia, China y España. Su experiencia internacional le ha permitido comprender cómo se percibe el vino en distintas culturas, identificar barreras de consumo y detectar oportunidades para acercarlo a nuevos públicos. Su incursión en este mundo fue casi casual, impulsada por su deseo de especializarse en un sector con identidad propia y su fascinación por productos con fuerte arraigo en la tierra, como el café y el vino. Así, empezó a estudiar, a leer y a formarse a través de los cursos del WSET y quedó atrapada en el mundo del vino.
Con la pandemia se le presentaron nuevas oportunidades y decidió fundar The Way We Wine Now (@thewaywewinenow), un proyecto que combina creatividad, comunicación y marketing para hacer el vino más accesible y atractivo. A través de esta iniciativa, Amaia Soto ayuda a las bodegas a diferenciarse en un mercado competitivo, rompiendo con el lenguaje técnico y exclusivo para conectar con los consumidores de forma más cercana y auténtica.
P – Eres la creadora de ‘The Way We Wine Now’, un proyecto personal donde combinas creatividad, amor por el vino y entusiasmo. ¿Qué te inspiró a lanzar esta iniciativa y cuál es su objetivo principal?
R – ‘The Way We Wine Now’ nació de la necesidad de hablar del vino de una manera más fresca, actual y sin barreras. Durante años, el sector ha estado envuelto en un lenguaje demasiado técnico o exclusivo, lo que ha alejado a muchos consumidores. Mi objetivo con este proyecto es acercar el vino a más gente, sin perder de vista que el vino es cultura y dándole el valor que merece, pero rompiendo mitos, educando de forma entretenida y ayudando a las bodegas a contar su historia de manera auténtica.
P – ¿Qué características destacarías de los vinos de Rioja que los hacen únicos en comparación con otras denominaciones de origen en España?
R – Rioja combina tradición, calidad y diversidad de una manera única. Su capacidad para equilibrar herencia e innovación ha permitido que sus vinos evolucionen sin perder identidad. La diversidad geográfica y climática de la región da lugar a una impresionante variedad de estilos.
En los últimos años, la región ha dado un paso adelante en la revalorización de su viñedo a través de un modelo que distingue entre Vinos de Región, Zona, Pueblo y Viñedo Singular. Este sistema resalta además la riqueza de 12 subzonas diferenciadas, cada una con características únicas que aportan matices distintivos a los vinos.
Todo esto permite una diversidad estilística extraordinaria, con tintos tradicionales criados en barrica y expresiones más frescas, centradas en la pureza del terroir. Rioja ha sabido mantener su prestigio y adaptarse a nuevas tendencias sin perder su esencia, algo que pocas denominaciones han logrado con tanto éxito.
P – En tu opinión, ¿cómo ha evolucionado la percepción y popularidad de los vinos de Rioja tanto a nivel nacional como internacional en los últimos años?
R – Rioja siempre ha sido sinónimo de calidad y consistencia, pero en los últimos años ha experimentado un giro interesante. Antes se la identificaba principalmente con tintos clásicos de largas crianzas, pero ahora la diversidad de estilos es mucho mayor, con blancos y rosados de gran nivel ganando protagonismo. Desde una perspectiva internacional, sigue siendo la gran referencia de nuestro país y, en muchos casos, la única región que los consumidores son capaces de nombrar.
“Los blancos y rosados de Rioja
están viviendo un momento clave,
pero hay que seguir apostando
por los tintos clásicos
porque las modas son cíclicas”
P – ¿Podrías recomendar algún vino o bodega de Rioja (o varias) que consideres imprescindible para los amantes del vino?
R – Hay muchas, pero si tuviera que destacar algunas bodegas para visitar, recomendaría Vivanco, Muga y Ramón Bilbao, que ofrecen experiencias muy completas para quienes quieren adentrarse en la historia y la cultura del vino en Rioja.
En cuanto a vinos, para un estilo clásico pero refinado, los tintos de Martínez Lacuesta son una gran elección. Si buscamos una garnacha, destacaría la de Fincas de Azabache, apuesta segura. Para una opción con una excelente relación calidad-precio, La Rellanilla de Viña Salceda. Y si hablamos de vinos con personalidad, de Alonso & Pedrajo me encanta el Suañé Reserva Rosado y su Maturana Blanca (La Pequeñita), dos vinos que reflejan la versatilidad de la región.
Un sector en transformación
P – Rioja es conocida por sus vinos tintos, pero también elabora blancos y rosados. ¿Cómo valoras la diversidad de estilos en esta denominación y qué oportunidades ves para los vinos menos tradicionales de la zona?
R – Los blancos y rosados de Rioja están viviendo un momento clave. Durante años, los blancos han estado eclipsados por la fama de los tintos, pero hoy destacan elaboraciones espectaculares que van ganado protagonismo, especialmente con variedades autóctonas como la Viura y el Tempranillo Blanco. Los rosados también han evolucionado, alejándose de estilos más convencionales y explorando perfiles más gastronómicos. Esto abre una gran oportunidad para una Rioja más diversa, capaz de atraer nuevos públicos y ampliar su reconocimiento más allá de los tintos de toda la vida. Dicho esto, los tintos clásicos a mí me siguen encantado y es un estilo por el que creo que se tiene que seguir apostando porque ya sabemos que las modas son cíclicas.
P – ¿Qué tendencias actuales en el mundo del vino crees que están marcando el futuro del sector, especialmente en regiones tradicionales como Rioja?
R – El sector del vino está en plena transformación, y Rioja no es la excepción.
Se valora más la diversidad del viñedo, con un enfoque en la zonificación y la autenticidad. Crece la demanda de vinos con menor intervención y menos influencia de la madera. La viticultura ecológica y sostenible es una necesidad, mientras que Rioja redescubre variedades autóctonas y nuevos estilos. La premiumización impulsa un consumo más selecto, donde la calidad y la historia del producto pesan más. Las nuevas generaciones están más dispuestas a pagar más por una botella, pero dan más importancia a aspectos como el concepto, el packaging o la personalidad del proyecto.
Además, la digitalización y las redes sociales están redefiniendo la relación entre bodegas y consumidores, fomentando transparencia y experiencias personalizadas. Este cambio obliga al sector a adaptarse a nuevas generaciones que buscan más transparencia, accesibilidad y experiencias en torno al vino.
“Las redes sociales
permiten que nuevos consumidores
se acerquen al vino sin miedo”
Equilibrio entre lo educativo y lo entretenido
P – Como comunicadora en plataformas como Instagram, ¿cómo ves el papel de las redes sociales en la difusión de la cultura del vino y en la educación de nuevos consumidores?
R – Fundamental. Las redes sociales han democratizado el acceso al conocimiento y lo han amplificado. En el caso del vino, permiten que nuevos consumidores se acerquen sin miedo. Antes, la información estaba restringida a revistas especializadas y círculos cerrados, pero hoy cualquier persona puede descubrir un vino a través de un reel o en TikTok. El gran reto es encontrar el equilibrio entre lo educativo y lo entretenido, logrando que el contenido conecte sin resultar intimidante.
P – ¿Qué papel crees que jugamos actualmente la prensa especializada del sector?
R – La prensa especializada sigue siendo clave, pero ha tenido que evolucionar. Ya no es la única voz autorizada, ya que las redes sociales han dado espacio a otros prescriptores, pero sigue siendo fundamental para aportar profundidad y análisis al sector. En cierto modo, la prensa es el influencer de los influencers, aunque reconozco que no es una palabra que me entusiasme. Su mayor reto es conectar con una audiencia más joven y digitalizada sin perder el rigor y la credibilidad que la caracteriza.
P – Para aquellos que se inician en el mundo del vino, ¿qué consejos les darías para apreciar y entender mejor los vinos, especialmente los de regiones como Rioja?
R – Lo más importante es probar. Aprender algunas nociones básicas siempre ayuda, porque cuanto más sabemos de algo, más herramientas tenemos para disfrutarlo. Un buen ejercicio es analizar por qué te gusta un vino: cuando encuentres varios que te gusten, intenta identificar qué tienen en común para entender mejor tus preferencias.
No tengas miedo de pedir recomendaciones, pero intenta dar alguna referencia de otros vinos o estilos que hayas disfrutado para que puedan aconsejarte mejor. En el caso de Rioja, hay una enorme diversidad de estilos, así que merece la pena explorar más allá de los nombres más conocidos.
Y, sobre todo, quítale la seriedad. El vino está para disfrutarlo.