El mundo de vino a sorbos

El mundo del vino, como otros muchos, se enfrenta cada día a nuevos desafíos y retos, pero esta semana le hemos querido pedir a nuestro buscador los desafíos  de Internet para descubrir si son iguales o no a los que los viticultores se enfrentan cada día. 

Texto: Antonio Egido

 

El primero de ellos o al menos, el que aparece como primer enlace se refiere a los vinos de terroirs en la web ‘ams-sumilleresmadrid.com’ donde leemos que “El concepto de terroir es uno de los factores esenciales en la explicación de la calidad y la personalidad de los grandes vinos. Éste concepto es esencial en la viticultura, como demuestra su estudio por los monjes en la Edad Media, su búsqueda por los grandes productores modernos y argumento de marketing en la comercialización y valorización de los vinos. Esta especie de «documento de identidad» de la tradición y del folklore desempeña un papel de certificado de calidad en cada botella y la explicación posible del milagro que uno degusta.

La guía de Hachette de los vinos de Francia define el concepto de terroir del vino como “un ecosistema resultado de la asociación, en un lugar dado, de un tipo de tierra, una topografía, un suelo, un clima, una planta (acción de la raíz y tipo de vid) y de la persona.” 

Es significativo considerar al hombre, porque los elementos humanos, históricos y comerciales escribieron la historia del terroir. 

Por ejemplo, la existencia del puerto de Burdeos y de su fuerte actividad comercial con Inglaterra y los países escandinavos alentaron en el siglo XVII, a los vitivinicultores del área a mejorar la calidad de su producción, a buscar los mejores suelos y el mejor tipo de vides, además de a mejorar las técnicas de vinificación, conservación y acondicionamiento.

Es esta combinación de factores las que conducirán al vino a convertirse en la expresión de un terroir. 

El mejor ejemplo de identidad del terroir está en Borgoña, Francia. De hecho, los suelos de Borgoña comenzaron a explotarse, seguirse y estudiarse por los monjes Cistercianos antes del final del primer milenio de nuestra era. Como su ración de vino fue limitada a una “hemine” (un tercio de litro) por día, buscaron los medios de intentar crear un máximo del placer con esta cantidad de vino. Así comenzaron a seguir las mejores condiciones de los terroirs que explotaban más atentamente, a elegir las mejores vides y a mejorar sus técnicas de elaboración del vino. Se conocen registros escritos de seguimiento de parcelas de viñas desde el año 965 de nuestra era”. 

El segundo enlace que nos encontramos viene firmado por F. Romo, A. Sáez y A. San Martín en ‘duna.cl’ y se fija en los diez desafíos a los que se enfrenta el mundo del vino en Chile, lo que nos puede dar ideas para las bodegas de este lado del Atlántico: 1.- Competir con altos precios de la energía

Es un inconveniente transversal y del cual la industria del vino no se escapa. El alto precio de la energía llegó para quedarse, aumentando considerablemente los costos de esta actividad. “Hemos notado un alza en el valor de la energía desde hace unos tres años, por eso elaboramos un plan de ahorro con el fin de optimizar nuestros procesos. Acá debemos tener claro que esto nos afecta como a cualquier industria”, dice Marco Antonio de Martino, gerente comercial de Viña De Martino. Según estimaciones del sector, el uso de energía representa cerca de un 20% de los costos totales de producción, los cuales aumentan considerablemente en el proceso de vendimia. “En esa etapa se hace más intensivo el uso de energía. En cuanto a las soluciones, nosotros descartamos irnos a otros países, por ejemplo, ya que creemos que las condiciones de nuestra tierra para la producción son irreemplazables”, destaca de Martino. 

2.- Cómo producir con una escasa mano de obra.

Es un problema en aumento. Se estima que el déficit de mano de obra agrícola  ha aumentado más de un 30% en los últimos dos años.  Sin embargo, es en la viticultura donde este problema se acentúa aún más, debido a la especialización que deben adquirir los trabajadores de las viñas premium de nuestro país. “Es muy complicado para nosotros que producimos vinos de calidad, ya que los procesos manuales son cada vez más importantes. Además, hay mucho tiempo invertido en capacitación y enseñar las técnicas que utilizamos”, explica Marco Antonio de Martino. ¿La solución?  Según la industria, la salida para enfrentar esta compleja situación pasa por abrir las fronteras a trabajadores extranjeros y elevar el uso de tecnologías. “Muchas viñas creen que éstas serían las soluciones para el déficit, es inevitable que en la industria se opte por procesos más mecanizados, donde se necesite menos trabajadores”, afirma el gerente comercial de Viña De Martino.

3.- Distribución y logística: cómo llegar al mundo

Acercarse más a los mercados e invertir en oficinas propias, con personal de la viña en los principales mercados como Inglaterra, Estados Unidos, Asia, Brasil y algunos en países de Europa. Esto es parte de la estrategia para mejorar la distribución del vino chileno en el mundo. En algunos casos, la empresa vitivinícola nacional se establece en un país y genera su propio canal de distribución. Quizá el mejor ejemplo sea el gigante Concha y Toro,  que ha perseguido tener una posición directa de distribución en los mercados en los que participa. Otras bodegas nacionales trabajan con compañías especializadas, que ofrecen el servicio de distribución en restaurantes, por ejemplo, promoviendo gran variedad de marcas y prestando una atención eficiente. Las viñas más pequeñas se apoyan en mayoristas para llegar al pequeño retail. Para toda la industria, el gran sueño es que en cada lugar del mundo esté presente el vino chileno.

4.- El desafío de aumentar el consumo local

El objetivo de Vinos de Chile al 2020 es llegar a ventas por US$840 millones en el mercado interno. Al igual que en el exterior, el foco estará puesto en los vinos premium. Además, se trabajará en el desarrollo de productos con menor graduación alcohólica y se impulsará el consumo de espumantes. Parte de la misión del gremio será promover la educación y cultura del vino como bebida de identidad nacional, con el fin de lograr un mayor consumo de vinos finos embotellados. Aumentar la participación de mercado de esta categoría en volumen y valor y atraer a consumidores desde otros bebestibles  es el objetivo, para elevar el consumo a 17 litros per cápita anuales”…

Hay 6 retos más que por analizar pues lo cierto es que son muy parecidos a los que vivimos en esta otra parte del mundo vinícola.

Y finalmente nos quedamos en ‘devinosyvides.com.ar’  donde nos encontramos con “los desafíos del comercio online de vinos” que tiene los siguientes desafíos: 1. Destacarse en la multitud: dado el gran crecimiento de plataformas de ventas online y la creciente presencia de marcas en este canal, el mayor reto de la venta en línea es similar a la de la venta en los canales tradicionales, es decir, conseguir que la marca sobresalga en un mercado saturado. Los propietarios de marcas pueden optar por colocar sus productos en las plataformas más populares, pero sin el apoyo suficiente para la marca, fácilmente pueden perderse. Tener una presencia en línea no es suficiente. Los propietarios de marcas deben invertir tiempo y recursos de marketing para lograr éxito significativo en este canal.

2. Evitar el conflicto entre canales: al tiempo que las ventas online van ganado terreno, la mayoría de las ventas para una gran cantidad de marcas tienen lugar en los canales tradiciones: on y off premise. La estrategia de las ventas en línea debe ser conducida de manera que minimice la suspicacia y el conflicto con estos canales. Obviamente, los niveles de precios y las promociones en línea no deben socavar los canales tradicionales.

3. Aprovechar la complementariedad de los canales: la gestión de los conflictos entre canales es un tema crítico que debe ser tomado en cuenta y gestionado adecuadamente. Pero en el mejor de los casos, la complementariedad entre los canales puede ser gestionada para traer beneficios a todos. Los consumidores están interactuando cada vez más con las marcas a través de los canales, y estas interacciones pueden agregar valor a los canales tradicionales. Es común que los consumidores consulten las plataformas en línea antes de realizar una compra en el on u off premise, comparando calificaciones y leyendo las críticas de otros usuarios. Sucede también que los consumidores compran en línea vinos que están disfrutando al mismo tiempo en el restaurante. Como las plataformas en línea tienen menos restricción de espacio en las estanterías, pueden ofrecer una amplia selección de vinos y productos que los minoristas tradicionales. Esto les ofrece mayores oportunidades para identificar tendencias emergentes. Compartir puntos de vista sobre las nuevas tendencias obtenidas de los canales en línea con los minoristas tradicionales puede ser una manera de ayudar a reducir las tensiones entre los canales.

4. Integrar las plataformas de social media: para aquellos que buscan establecer relaciones comerciales con los “consumidores digitales inteligentes” a través de las ventas en línea, uno de los aspectos más importantes será la integración de sus plataformas de redes sociales en la experiencia online en general. Los consumidores que hacen compras en línea también hacen referencia a la marca, ya sea en forma positiva o negativa en las redes sociales. Los propietarios de marcas que utilizan con éxito las redes sociales como una parte integral de la experiencia de compra en línea, tienen la oportunidad de participar y ser parte de esas conversaciones, ya sea mediante el aprovechamiento de los mensajes positivos de los consumidores en línea o proporcionando soluciones a las experiencias negativas que un consumidor puede haber tenido”. 

No obstante estamos seguros que el mundo del vino, cada día tiene por delante un nuevo desafío, que es el elaborar un vino de calidad para poder comercializarlo de la mejor forma posible.